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Cómo la droga rosa de los pijos llegó al barrio: "En los karaokes de Usera se ponen hasta el culo"
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La coca que no tenía coca

Cómo la droga rosa de los pijos llegó al barrio: "En los karaokes de Usera se ponen hasta el culo"

El tusi vuelve a copar las páginas de sucesos. Verdades y mentiras de la sustancia de las élites, que ahora es interclasista y ya no es lo que era. Cuando la noche se pone salvaje

Foto: Incautación de drogas en Madrid. (EFE/Fernando Villar)
Incautación de drogas en Madrid. (EFE/Fernando Villar)
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La cocaína rosa o tusi está hoy en las crónicas de sucesos por la muerte de un menor en Getafe que supuestamente bebió esa sustancia. Titular en caliente hasta que la ciencia dictamine. "Debemos ser muy prudentes. Hasta que no tengamos los resultados definitivos de la autopsia, no podemos barajar las causas del fallecimiento. Nosotros no nos movemos en el terreno de la especulación y nos falta muchísima información. En las últimas 24 horas hemos visto varios cambios de versión", cuenta Claudio Vidal, director de Energy Control, organización de referencia sobre el contenido de las drogas en España.

“Insistimos en evitar el nombre de 'cocaína rosa, porque genera más confusión si cabe a la ya existente sobre este producto”, añade Vidal.

En efecto, confusión hay mucha sobre el tusi, empezando por la cultura popular.

El cantante mexicano Peso pluma, último fenómeno de la música latina, canta: “Dom Perignon Lady Gaga, lentes en la cara, tusi lavada… Me vo'a enfiestar. Polvito rosa, plumita de wax. Esa estructura vale 30k. No puedes pagar, no te va a alcanzar”.

Aunque las primeras apariciones de esta sustancia en nuestro país datan de 2014, su presencia se ha intensificado en los últimos cinco años. Este periódico mencionó una fiesta con coca rosa en España en este reportaje de 2018: "Alquilé mi chalé una noche en Airbnb y me lo han destrozado en una juerga salvaje". Resacón en un chalé con piscina de Torrelodones, en plena sierra madrileña. Una pequeña fiesta de amigos que devino desmadre masivo. Al día siguiente, la dueña se encontró "muchísimos porros y unos polvos rosas y tubos para esnifar" esparcidos por la mansión.

El pasado año, Froilán acabó exiliado con el Rey emérito en Abu Dabi tras una noche madrileña de afters en los que se tomaba (en general) tusi o cocaína rosa.

Por todo ello, la cocaína rosa ha sido bautizada como la droga de los pijos, pero el asunto es más interclasista (de noche todos los gatos son pardos) y complejo de lo que parece.

De la psicodelia al caos

La palabra tusi o tucibi vendría de la pronunciación en inglés de la sustancia: 2C-B. Es una sustancia psicodélica conocida como feniletilamina, el mismo compuesto del que se obtiene la mescalina y que está emparentado químicamente con el MDMA y el resto de anfetaminas.

Antes de esta denominación solía llamarse nexus o, simplemente, pastillas triposas. Del nexus ya hablaba Antonio Escohotado en sus charlas universitarias noventeras, cuando era un secreto underground para élites muy cafeteras, con más leyenda que oferta.

"Originalmente era psilocibina sintetizada. Rollo monguis [setas alucinógenas] pero químico. Era como un tripi suave. Muy de tomar de gaupasa [de doblete]. Como el tripi de por la mañana después de andar por la noche metiéndote otras cosas. Un suave tran-tran psicodélico que duraba horas y estabiliza el pedo", cuenta un veterano de la noche madrileña que prefiere no dar su nombre.

"Lo que llaman tusi no es la psilocibina original, sino un 'mezclote' con pastis machacadas"

Luego llegaría la popularización, pero de un producto muy diferente: "En su origen, especialmente en Colombia, sí que era 2C-B. El derivado que vemos ahora es un intento de emular los efectos del 2C-B mezclando ketamina y éxtasis. Ocasionalmente, puede llevar también cafeína. El nuevo producto ya está totalmente desvinculado del 2C-B original, cuyo mercado es totalmente distinto, llega a personas de otros perfiles", aclara Vidal.

“Lo que los chavales llaman ahora tusi no es la psilocibina original, sino otra cosa, también rosa: un mezclote que hacen los jóvenes con pastis machacadas y todo lo que encuentran. El calimocho de las drogas. Nada que ver con la fofa [cocaína]”, añade el veterano de la noche.

¿Los efectos? Habla otro conocedor de los hábitos nocturnos españoles: “Es un pedo terrible que triunfa mucho entre los jóvenes Tiene tal mezcla de cosasMDMA, éxtasis, perico— que el pedo es demasiado raro. Ni subes ni bajas del todo. Ahí está parte del peligro. Porque le pegas con muchas ganas esperando un viaje que va a ninguna parte”.

Ceremonia de la confusión

Resumiendo: el tusi era una cosa y acabó siendo otra. Como todo lo clandestino, vive en estado de mutación urbana, el típico descontrol de la prohibición. Por eso hay tanta confusión sobre la cocaína rosa y las clases sociales.

Tampoco es que las fuerzas del orden lo tuvieran muy claro. En una temprana nota de prensa de 2016, la policía española calificó la sustancia de "droga de la élite". "La fórmula química del tucibi se creó en Europa, pero fue un narcotraficante colombiano conocido como "el Pablo Escobar de las anfetaminas" quien se apoderó de la misma para implantarla en su país donde se conoce como "cocaína rosa" o la "droga de las modelos y las reinas", según la nota policial.

"La policía la catalogó como la droga de la élite sin evidencias claras de eso"

"En las primeras noticias que hubo en Colombia sobre este producto, la policía ya la vinculó a clases altas. Cuando llegó a España, la Policía Nacional y la Guardia Civil reciclaron esa información: la catalogaron como la droga de la élite sin que tuviéramos evidencias claras de eso", afirma el director de Energy Control.

El hecho es que el tusi está un poco en todas partes. "Se distribuye en diferentes contextos, y eso se nota incluso en el precio, si a alguien le cobran 100 euros es porque se aprovechan del mito de droga de las élites. Se puede encontrar a un precio inferior. Si te vas a una rave, tiene un precio, y si vas a una discoteca exclusiva de Madrid, otro. No es como la cocaína que siempre te va a costar entre 50 y 60 euros el gramo", añade Vidal.

Luego está el hazlo tú mismo propio del desvarío nocturno. “Más que nada es que los chavales no tienen pasta para comprar drogas en condiciones y hacen lo que pueden. Machacan tres pastis, le echan el resto del speed y un poco de keta de no sé quién y le llaman tusi”, cuenta el veterano de la noche.

“El tusi es caro, por eso lo asocian a los pijos, pero es un error. Antes lo caro sí era exclusivo de pijos, pero eso ahora ha cambiado. Las nuevas zapas, el último modelo de teléfono o la chupa de marca es ahora también terreno de los gallos del pueblo que se dejan hasta la última perra en aparentar. Con el tusi también pasa. Los chicos que lo toman no son precisamente Froilán. Hubo cierto intento de la prensa por asociarlo a la droga de los pijos, pero creo que es más bien la droga que ha tocado ahora”, afirma el conocedor de los hábitos nocturnos. “Los chinos se ponen hasta el culo de tusi en los karaokes de Usera”, zanja.

Tusi, de los reservados vip al barrio.

La cocaína rosa o tusi está hoy en las crónicas de sucesos por la muerte de un menor en Getafe que supuestamente bebió esa sustancia. Titular en caliente hasta que la ciencia dictamine. "Debemos ser muy prudentes. Hasta que no tengamos los resultados definitivos de la autopsia, no podemos barajar las causas del fallecimiento. Nosotros no nos movemos en el terreno de la especulación y nos falta muchísima información. En las últimas 24 horas hemos visto varios cambios de versión", cuenta Claudio Vidal, director de Energy Control, organización de referencia sobre el contenido de las drogas en España.

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