Récord histórico de inmigrantes en Canarias en 2023: 40.000 sin papeles, el 70% de los que llegaron a España

Récord histórico de inmigrantes irregulares en Canarias en 2023, y segundo peor año en el conjunto de España —el anterior fue 2018—, desde que el Ministerio del Interior proporciona estadísticas sobre esta materia. El año pasado llegaron por mar o saltando las vallas de Ceuta y Melilla 56.852 personas sin papeles, un 82,1% más que en 2022.

Quizá porque los datos son tan malos, Interior retuvo su publicación tres días hasta divulgarlos este miércoles por la tarde. Su demora hizo que el Ejecutivo de Fernando Clavijo en Canarias, que obtuvo el balance anual de la Delegación del Gobierno, se le adelantase 24 horas y desvelase el récord alcanzado en el archipiélago (40.027 inmigrantes irregulares).

Interior rebajó un poco esa cifra, hasta las 39.910 personas, que suponen un incremento del 154,5% con relación a los sin papeles que desembarcaron en Canarias en 2022. El auge de la inmigración en la Península y Baleares es menos pronunciado, con 15.435 llegadas, un 19,1% más que en 2022. La gran mayoría de los que cruzaron el Mediterráneo rumbo a España son marroquíes y zarparon de ese país. Solo en Ceuta y Melilla se redujo el desafío migratorio con tan solo 1.234 entradas por vía terrestre, un 46,1% menos.

Los malos datos del año pasado son achacables a dos fenómenos. Las salidas de cayucos de Senegal y, en menor medida, desde Gambia y Mauritania se han disparado desde finales del verano. Las autoridades de Marruecos, que en 2022, el año de la reconciliación con España, hicieron un esfuerzo, ya no ponen el mismo empeño en frenar la emigración desde sus costas o desde el Sáhara Occidental.

Comparación con otros países

Los balances que publica Interior en su web son poco transparentes. A diferencia, por ejemplo, de Italia, no proporcionan un desglose de inmigrantes por nacionalidades declaradas, ni precisan el porcentaje de menores, ni el de mujeres, ni tampoco el puerto en el que desembarcan.

Aun así, fuentes con conocimiento del fenómeno revelan que la mayoría de las personas sin papeles que llegaron a España en 2023 eran marroquíes, algo más numerosos que los senegaleses. Pese a ese dato, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, declaró el pasado lunes al diario La Vanguardia que “Marruecos siempre ha sido un socio fiable”. La relación es “de una lealtad, en ambos sentidos, máxima”, añadió.

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El auge de la inmigración que partió de Marruecos y de antigua colonia española del Sáhara pone fin a la única contrapartida tangible obtenida por el Gobierno a cambio del apoyo que brindó al plan de autonomía marroquí para resolver el conflicto con el Frente Polisario. Pedro Sánchez manifestó ese respaldo en una carta enviada en marzo de 2022 al rey Mohamed VI. El Ejecutivo ya no podrá argumentar que Rabat echa desde entonces el resto para controlar la emigración.

Las autoridades marroquíes tratan de dar una versión más halagüeña de su labor de contención migratoria. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Reales publicó este miércoles un comunicado en el que asegura haber impedido en 2023 a 87.000 personas emigrar irregularmente. Precisa que la Marina Real rescató a 22.000 pasajeros de pateras “en peligro” en el mar. No menciona la labor que pudieron desempeñar en las costas la Gendarmería o las Fuerzas Auxiliares.

El incremento de la inmigración procedente de Senegal rumbo a Canarias es atribuible a la mala racha económica que vive el país, a principios de 2023 la inflación alcanzó el 12,8%, compaginada con una crisis política. Ousmane Sonko, el candidato de la oposición a las presidenciales de este año, fue condenado y encarcelado por delitos comunes, lo que provocó una oleada de protestas juveniles.

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Canarias absorbió en 2023 el 70% de toda la inmigración irregular llegada a España en 2023 y el 15% de la que desembarcó en el conjunto de Europa (265.000). Al archipiélago llegaron seis veces más sin papeles que a otras islas europeas como Malta y Chipre (6.422), pero menos que a Sicilia. En Italia, gobernada por la ultraderecha, pusieron pie el año pasado 155.754 inmigrantes, un 66% más que en 2022. Es una cifra que casi triplica a la de España.

Los emigrantes que zarparon de Senegal desembarcaron, en su mayoría, en Tenerife y El Hierro, donde, el 22 de octubre, atracó un cayuco transportando un número nunca visto de pasajeros (320). Hubo días en otoño en que a esa isla llegaron unos 1.000 subsaharianos; es decir, el equivalente al 10% de su población.

El anterior gran episodio migratorio en Canarias fue la llamada “crisis de los cayucos” en 2006. A sus islas llegaron entonces 31.678 inmigrantes subsaharianos, casi todos procedentes de Senegal, Gambia y Mauritania. Fueron pocos los que zarparon de territorios bajo control de las autoridades de Marruecos. A partir de entonces, el Gobierno español empezó a poner en marcha su cooperación con las fuerzas de seguridad locales.

Número de menores

Aunque Interior no desvela el porcentaje de menores que viajan en los cayucos, sí se sabe que a 31 de diciembre la comunidad de Canarias tutelaba a 4.521, una cifra muy por encima a la de cualquier otra comunidad autónoma. Ante las reticencias de muchos gobiernos regionales a acoger niños y niñas procedentes del archipiélago, la ministra de Inclusión y Migraciones, Elma Saiz, formuló el martes en Tenerife lo que parecía ser una advertencia: “El reparto de menores ya no es una cuestión de solidaridad opcional, es una cuestión de Estado”.

La ministra no aclaró si el Estado obligará por ley a proceder a un reparto equitativo. Su anfitrión en Canarias, el presidente autonómico Fernando Clavijo, sí le anunció a su huésped que le sometería en breve una propuesta de modificación de la Ley del Menor para que la distribución de los menores por comunidades sea obligatoria y se pueda efectuar sin dilación.

La única inmigración que bajó a lo largo de 2023 es la que partió de Argelia. “Incluso diría que ha disminuido”, reconoció Grande-Marlaska en esa entrevista. A diferencia de Marruecos, Argelia no ha utilizado su crisis con España (marzo de 2022-noviembre de 2023) para presionar al vecino relajando el control de sus costas. Actuó de otra manera.

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Dos semanas después de que llamara a consultas a su embajador en Madrid, Said Moussi, el presidente, Abdelmadjid Tebboune, decidió sancionar a España cancelando las repatriaciones de inmigrantes que solía aceptar por barco desde Alicante y Almería. Se supone que ahora no tardarán en reanudarse.

Con Senegal y con Marruecos se llevan a cabo devoluciones con cuentagotas. De nuevo, Interior no da cifras sobre esas repatriaciones, ni siquiera en respuesta a preguntas parlamentarias, pero fuentes policiales aseguran que se sitúan por debajo del 5% de los que lograron entrar irregularmente en España.

Al margen del récord migratorio de Canarias, en 2023 se batió también otra marca. De enero a noviembre —los datos de diciembre no están aún disponibles— se presentaron 152.250 solicitudes de protección internacional, un 78% más que durante el mismo periodo del año anterior. La gran mayoría de los solicitantes son latinoamericanos, con los venezolanos a la cabeza, seguidos por los colombianos.

Aunque las entradas por mar llamen mucho la atención, el grueso de la inmigración que llega a España no procede de África, sino de América Latina y entra como turista sobre todo por el aeropuerto de Madrid-Barajas. Cuando prorrogan su estancia más allá de los tres meses autorizados o una vez expirado su visado, ya están en situación irregular.