Argelia cierra 19 meses de crisis con España con el próximo envío de un nuevo embajador a Madrid

Las autoridades de Argelia se disponen a enviar a un embajador a España y cerrar así, al menos parcialmente, la crisis bilateral de 19 meses provocada por la carta del presidente Pedro Sánchez a Mohamed VI de Marruecos, según indican fuentes conocedoras de la relación entre ambos países.

En su misiva del 14 de marzo de 2022, Sánchez se alineaba con la propuesta marroquí de conceder una autonomía a los saharauis, sorteando el referéndum de autodeterminación acordado en 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario.

El presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, ordenó, el 19 de marzo de 2022, la llamada a consultas de su embajador en España, Said Moussi, en protesta por esa carta de Sánchez al monarca alauí, de la que Argel se enteró por el comunicado de la Casa Real de Marruecos. A día de hoy, el Gobierno español sigue sin hacerla pública.

La “actitud del Gobierno español viola la legalidad internacional que le impone su estatuto de potencia administradora [del Sáhara] y los esfuerzos de Naciones Unidas (...) y contribuye directamente al deterioro de la situación en el Sáhara Occidental y en la región”, denunció Argelia en un comunicado.

"No es una idea nueva, la de volver a la normalidad, pero había que encontrar el momento oportuno para hacerlo"

Para sustituir a Moussi, hoy en día embajador de Argelia en Francia, Tebboune tiene la intención de enviar a España a Abdelfetah Daghmoum, que en su día ya estuvo destinado en Madrid como ministro consejero —es decir, número dos— de la embajada argelina. Después, en 2019, fue nombrado embajador de Argelia en Guinea-Conakri y hace unos meses regresó al Ministerio de Asuntos Exteriores.

“No es una idea nueva, la de volver a la normalidad, pero había que encontrar el momento oportuno para hacerlo”, explica un ex alto cargo del Gobierno argelino, buen conocedor de la relación con España. “Me ha parecido entender que el discurso de Sánchez en la Asamblea General de Naciones Unidas ha favorecido el envío de un embajador” a Madrid, añade.

Sánchez abogó el 22 de septiembre, ante la 78ª Asamblea General en Nueva York, por buscar una salida al conflicto del Sáhara “en el marco de la Carta de Naciones Unidas y de las resoluciones del Consejo de Seguridad”. Defendió una “solución política y mutuamente aceptable” por ambas partes.

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No mencionó entonces la propuesta marroquí de autonomía, algo que desagradó a la prensa de Casablanca, pero, obviamente, tampoco apostó por “la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental”, como sí lo hizo Felipe VI en 2016 ante el mismo foro.

En Argel, también han agradado los pronunciamientos de Sánchez, a partir del 16 de octubre en la cumbre de Tirana, a favor de la creación de un Estado palestino que conviva con el israelí. Argelia es uno de los más firmes apoyos de los palestinos, tanto de la Autoridad Nacional como de Hamás, y no reconoce a Israel.

Poco después del estallido de la crisis bilateral, las autoridades argelinas exigieron, a través de Amar Belani, su diplomático encargado del seguimiento del conflicto del Sáhara, que, para volver a la normalidad, el Gobierno español hiciera una declaración dejando claro que las fronteras internacionalmente reconocidas de Marruecos no incluían a la antigua colonia española. No han logrado ese objetivo.

Las compañías españolas perjudicadas se han reagrupado fundando la Asociación de Empresas Afectadas por la Crisis de Argelia

No está claro si el nombramiento de un nuevo embajador en Madrid pondrá rápidamente fin al boicot argelino de los productos españoles. La presidencia de Argelia suspendió, el 8 de junio de 2022, el tratado de amistad y cooperación suscrito con España en 2002. A continuación vetó, sin llegar a reconocerlo públicamente, el comercio con España y excluyó las empresas españolas de las licitaciones públicas. Solo mantuvo las exportaciones de gas a través del gasoducto Medgaz, de Beni-Saf a Almería.

Las compañías españolas perjudicadas por el boicot, que han perdido miles de millones de euros en exportaciones, se han reagrupado para fundar la Asociación de Empresas Afectadas por la Crisis de Argelia. Su intención es formular una reclamación de responsabilidad patrimonial al Estado por los daños sufridos a causa de una decisión política del Gobierno. Son sobre todo los exportadores italianos lo que han ido copando los huecos dejados por los españoles.

Dos meses antes de que entrase en vigor el embargo comercial, Argel adoptó otra sanción. Desde el 2 de abril de 2022, suspendió las repatriaciones de inmigrantes irregulares argelinos que habían desembarcado en la Península y en las Baleares. Hasta entonces, esas repatriaciones se efectuaban por barco.

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En las últimas semanas, habían aflorado algunos síntomas de distensión. Quizás el más importante ha sido el incremento de las exportaciones argelinas de gas que, en septiembre, supusieron el 42,4% de las importaciones de ese hidrocarburo por España. El gas procedente de EEUU cayó ese mismo mes a solo el 20%. Hace un año, España compraba mucho más gas licuado a EEUU que el bombeado a través del gasoducto Medgaz.

Hubo otros indicios recientes de la mejoría en la relación bilateral. El Ministerio de Energía argelino aprobó que la petrolera española Repsol comprase, junto con la alemana Wintershall Dea, la participación de la italiana Edison RSP SPA en el yacimiento gasístico de Reggane Nord, situado en el sur del país.

El Ministerio de Transportes argelino no autorizó en 2022 a la compañía aérea pública Air Algérie incrementar sus vuelos con España y tampoco Iberia ni Vueling pudieron aumentar sus frecuencias con Argelia. La demanda era muy superior a la oferta. Ahora, Argel ha permitido a la línea aérea Vueling enlazar Barcelona con Orán, al tiempo que mantiene sus frecuencias con Argel. Air Algérie conectará, por su parte, en breve Argel con Palma de Mallorca.

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España y Argelia se disponen, en cambio, a competir en otro ámbito, el de la energía verde. En diciembre pasado, el H2Med fue presentado a la convocatoria de Proyectos de Interés Común de la Comisión Europea. Es un corredor de hidrógeno renovable en el que participan España, Portugal y Francia y al que se incorporó después Alemania. Si sale adelante, España se convertirá en “un hub líder de energía verde para toda Europa”, según reza la página web de la Moncloa.

A ese ambicioso proyecto le ha salido un competidor de peso, el South2H2, fomentado por Argelia. En ese país tendría su origen otro corredor de hidrógeno que, pasando por Túnez, Italia y Austria, desembocaría también en Alemania. Los gobiernos de esos cuatro países han firmado una carta de apoyo político a ese proyecto que muestra su interés, sin comprometerse a nada concreto. El ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, lo presentó la semana pasada. Desde que retiró a su embajador en Madrid, Argelia ha privilegiado sistemáticamente a Italia en sus planes energéticos en detrimento de España.