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Israel, contra Sánchez: "Mataron a 1.200 y la respuesta de España es reconocer el Estado palestino"
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Entrevista a Lior Haiat

Israel, contra Sánchez: "Mataron a 1.200 y la respuesta de España es reconocer el Estado palestino"

El portavoz oficial de la diplomacia hebrea desoye a la ONU y se aferra a su ofensiva en Gaza: “Un alto el fuego nos lleva a esperar otra masacre”

Foto: Lior Haiat, portavoz oficial de la diplomacia de Israel. (A.R.)
Lior Haiat, portavoz oficial de la diplomacia de Israel. (A.R.)

Lior Haiat lleva cuatro años siendo la voz oficial del Ministerio de Exteriores de Israel, un cargo habituado a dar explicaciones. Su labor le ha valido un reciente ascenso a subdirector del área de asuntos norteamericanos, prioridad para la diplomacia israelí. Asumirá el cargo dentro de cuatro meses, pero aclara que eso no debe servir de guía para establecer plazos sobre la campaña militar en Gaza. Apuntalar el mensaje de su gobierno sobre esta guerra es la cuestión que le ocupa casi en exclusiva desde hace 68 días. Antes fue portavoz de la embajada de su país en Argentina y después en España por lo que habla perfecto español. Desde una sala de su departamento, en Jerusalén, se sienta para analizar el devenir de la contienda bélica con Hamás y las turbulentas relaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

En el discurso del Ministerio de Exteriores sigue latente el malestar con el presidente socialista. Sánchez calificó de terrorismo los ataques de Hamás, instó a los islamistas a liberar a los rehenes y defendió el derecho de Israel a defenderse. Pero también deslizó que Tel Aviv incumple la legislación internacional en materia de guerra por la muerte de civiles y apeló al reconocimiento de los dos estados como solución al conflicto. Eso no ha pasado desapercibido en Israel y España se ha ubicado en el color rojo del semáforo que regula sus relaciones internacionales. “Atacaron a Israel, mataron a más de 1.200 personas, asesinaron, abusaron de mujeres, secuestraron a 240 personas, ¿y la respuesta de España es reconocer el Estado palestino? ¿Esa es la respuesta? Significa que van a hacer otro ataque porque cada vez España les va a regalar más”, dice el portavoz gubernamental.

Israel retiró el 30 de noviembre a su embajadora en España cuando Sánchez, por segunda vez, insistió en advertir a Israel contra el incumplimiento de la legalidad intencional. No hay novedades en cuanto a su regreso, pero Haiat sostiene que “en el juego diplomático hay niveles y actos que demuestran que no hay acuerdo entre ambos países”. “Después de las primeras declaraciones de Sánchez, llamamos a la embajadora y le explicamos por qué no nos gustaba. Cuando lo repitió hay que mandar un mensaje más drástico. No queremos llegar a hacer pasos aún más drásticos pero es importante para Israel decir que esas cosas no las aceptamos”, zanja.

Tel Aviv califica incluso como “más que antisemitas”, algunas valoraciones del Gobierno y dice que “hay una ministra que apoya abiertamente a una organización terrorista como Hamás” en referencia a la ya ex responsable de Asuntos Sociales Ione Belarra, de Podemos. “Eso demuestra algo, sobre España y sobre el Gobierno español”, opina este alto cargo de la diplomacia israelí. Considera que lo que hizo Sánchez es “acusar a Israel de crímenes de guerra sin ninguna base” y defiende que “cada uno de los blancos militares que atacan son blancos militares bajo la ley internacional y la ley de guerra”. Haiat cree que España, “en vez de poner presión a Israel, tiene que poner presión a la organización de Hamás de liberar a todos los secuestrados. Y además hablar de los crímenes de guerra, género y de lesa humanidad que ellos cometen cada día”.

placeholder Lios Haiat posa para El Confidencial. (A.R.)
Lios Haiat posa para El Confidencial. (A.R.)

En contra de parar la guerra

A su juicio, Israel no puede parar ahora la operación militar. Tanto en el Gobierno como en el Ejército hay un consenso en que ahora no pueden decretar un alto el fuego como sostiene la Asamblea General de la ONU. “El que llama a terminar ahora la operación militar lo que pide es volver al 6 de octubre, dejando a Hamás en la Franja de Gaza con planes de repetir el 7 de octubre una y otra vez”, avisa Haiat. Los objetivos de Israel son, según enumera, “eliminar la presencia de Hamás”, “ liberar a todos los secuestrados” y que los israelíes vuelvan a vivir en sus hogares. Son 240.000 las personas desalojadas de las 96 localidades desalojadas; 54 cercanas a la Franja de Gaza y 42 en el norte. La frontera norte es otro de los puntos de preocupación. La milicia proiraní de Hezbolá ha lanzado nuevos ataques desde sus posiciones al sur del Líbano y Haiat garantiza que ese desafío no va a quedar sin respuesta.

Responde así a la propuesta de la ONU en ese sentido que fue vetada la semana pasada por Estados Unidos, su principal aliado (estas declaraciones son anteriores a conocerse las primeras discrepancias entre la Casa Blanca y el primer ministro israelí Netanyahu por la gestión de la guerra). “La manera en la que la ONU ha contestado a la matanza del 7 de octubre es una vergüenza moral”, opina Haiat, quien apunta a que el secretario general, António Guterres, “pone en duda la existencia de la ONU al legitimar las atrocidades”. “El hecho de que el secretario general presentase al Consejo de Seguridad una resolución pro Hamás es otro nivel de vergüenza y agradecemos mucho a los EEUU que vetaran esa resolución”, añade.

Foto: De Croo, Netanyahu y Sánchez durante su encuentro en Jerusalén. (EFE/Gobierno de Israel)

El Gobierno hebreo considera que el secretario general de la ONU no entiende la situación: "Siento decirlo, debe dejar su puesto de manera inmediata. Nunca temimos que EEUU no fuera a vetarlo, desde el inicio recibimos el mensaje que EEUU está con nosotros y que el objetivo de esta guerra es eliminar a Hamás y cambiar la realidad en la Franja. La amenaza del terrorismo no es solamente a Israel, ya hemos visto que puede pasar en otros lugares del mundo".

Haiat glosa algunas ideas fuerza sobre lo que cree que está pasando en Oriente Próximo. Sostiene que “la masacre del 7 de octubre cambió la historia del Estado de Israel, de la sociedad israelí y en algún nivel del pueblo judío. Fue el peor ataque antisemita desde el holocausto”. En su discurso acude en varias ocasiones a la idea de “trauma nacional” para describir el trance en el que viven inmersos sus compatriotas. Esa situación ha postergado, de momento, la respuesta a preguntas clave en este conflicto como qué falló para que los terroristas llegasen tan lejos sin que nadie los detectara. O si los actuales gobernantes están capacitados para dirigir el futuro del país, incluso cuál es el plan para el día después en Gaza.

Sobre esto último, Haiat se resiste a avanzar ninguna hipótesis. En la rotundidad de su respuesta se atisba que no es que le haya cogido desprevenido la pregunta, sino que de momento Israel solo contempla una respuesta: “No sé lo que va a pasar. Sé lo que no va a pasar, sé que Hamás no va a volver a controlar Gaza, que no se va a volver a usar como base terrorista”. En ese pequeño enclave palestino residían el 6 de octubre 2,2 millones de personas. Desde el inicio de la operación militar se ha especulado con distintos escenarios, desde la anexión hasta una ocupación temporal. “Israel salió hace 18 años de Gaza sin intención de volver a controlarla, no queremos estar ahí, no queremos controlar los dos millones de habitantes, pero no vamos a volver al 6 de octubre”, concede.

La lección de la paz en Líbano

En el año 2005, el entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, pensó una solución para Gaza que pasó por desmantelar todos los asentamientos judíos en la Franja y retirar la presencia de las fuerzas armadas hebreas. También se hizo lo mismo parcialmente con asentamientos de Cisjordania, no todos. El otro territorio palestino presenta un statu quo que divide el mapa en tres áreas de control; una bajo control israelí, otra en poder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y una tercera que es compartida. Preguntado por esta opción, en este caso Haiat dice que no se puede descartar nada. El Gobierno de Tel Aviv avisa de que ha aprendido la lección de la segunda guerra de Líbano que le enfrentó en 2006 a la milicia proiraní Hezbolá.

"La Unión Europea está educando jóvenes palestinos en el antisemitismo"

Tras aquella contienda, las Naciones Unidas firmaron la resolución 1701, según la cual, no puede haber presencia de tropas israelíes o de Hezbolá al sur del río Litani. Es la última extensión de tierra libanesa antes de llegar a la frontera con Israel. Las autoridades de Tel Aviv afirman que Hezbolá incumple sistemáticamente ese acuerdo. “Está sobre la frontera, se ven las banderas de Hezbolá, sus bases militares y su infraestructura en las aldeas del sur de Líbano. Todo el sur de Líbano es una base de Hezbolá a las órdenes del Gobierno terrorista de Irán”, protesta. Por eso Israel avisa de que no se conformará esta vez con otra resolución: “Hemos aprendido algo de lo que pasó en Líbano tras el 1701, entendemos las limitaciones de la comunidad internacional y al fin y al cabo la responsabilidad de la seguridad de los ciudadanos de Israel está en manos del Gobierno de Israel”.

Tampoco cree Israel que sea una solución facilitar que Al Fatah gobierne de nuevo en Gaza como antes de Hamás. Al Fatah es el partido de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y gobierna sobre Cisjordania, con más de tres millones de habitantes. Una de las razones “es que los libros de texto de la ANP “están llenos de incitación al terrorismo”. “Educan a las nuevas generaciones en el antisemitismo y la UE financia esos libros. Hoy la UE está educando jóvenes palestinos en el antisemitismo. Si ustedes creen que la solución en la Franja de Gaza es traer otra aceptación al terrorismo nosotros no creemos que se pueda hacer. Creemos que hay otras soluciones que van por otro lado”, dice.

Sin plazos para acabar la guerra

En cualquier caso, nadie sabe cuándo terminará la guerra. Jerusalén es estos días una ciudad casi fantasma, irreconocible. Las calles de la ciudad vieja, siempre abarrotadas, presentan un estado desértico con múltiples comercios cerrados. Estos días el pueblo judío celebra la festividad del Hannuka, pero ni siquiera el encendido de las velas congrega a mucha gente en el Muro de las Lamentaciones. En los canales de televisión israelíes se emiten especiales sobre la guerra que consisten básicamente en entrevistas a expertos en materia militar. “Estamos ante el principio del fin, pero no sabemos cuándo va a llegar ese final”, dice uno de los invitados.

Foto: Actos por el aniversario de la muerte de Yasir Arafat, líder histórico de Al Fatah. (Reuters)

El Ministerio de Exteriores de Israel da entender que para su Ejército sería más sencillo limitarse a bombardear desde su territorio, el mar o el aire. Ponen en valor que han llevado a cabo una invasión terrestre a pie que está siendo más costosa en términos de bajas. Explica esto para justificar por qué sus fuerzas armadas incurran en crímenes de guerra: “Israel manda miles de soldados a la Franja de Gaza, poniendo en riesgo nuestros hijos, hijas, hermanas, padres, para evitar que haya víctimas civiles en esa operación. Y el resultado de ese precio que estamos pagando debe ser una nueva realidad en la cual los ciudadanos de Israel puedan vivir en paz en sus hogares”.

El portavoz de la diplomacia israelí salpica su discurso con datos para reforzar su mensaje. Cifra en 800 kilómetros los túneles cavados bajo tierra en Gaza y en 11.500 los misiles enviados por Hamás desde el 7 de octubre. Replica que eso sí que es un crimen de guerra por partida doble porque se lanzan contra población civil y desde instalaciones civiles como colegios, hospitales o instalaciones humanitarias de la ONU. Dice tener pruebas de ello. Matiza además que no son 138 los rehenes secuestrados en Gaza, sino 142 ya que todavía no se han recuperado los cuerpos sin vida del teniente Hadar Goldin y el sargento Oron Shaul, asesinados en la operación militar de 2014. A esos dos cadáveres desaparecidos se suman un judío etíope y un beduino, en paradero desconocido ambos desde 2015 en la Franja de Gaza.

placeholder Haiat, en el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. (A.R.)
Haiat, en el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. (A.R.)

Haiat también destaca que si se mide en términos de población, la comunidad internacional ha invertido en Gaza más de lo que destinó al plan Marshall para reconstruir Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En el Ministerio de Exteriores han hecho un análisis sobre el estado del antisemitismo en el mundo desde el inicio de la contienda militar y afirman que los ataques a la comunidad judía han crecido un 1.200%. Pone el acento en Estados Unidos, su próxima ocupación, donde dice que el judío no se ve como una minoría sino como parte de los privilegiados de raza blanca que dirigen el país. “Si fueran contra afroamericanos o incluso latinos nadie lo aceptaría”, apunta.

Pese a todo, la diplomacia israelí insiste en que su enemigo superior es Irán y a ese flanco apuntan todos sus mensajes. Acusan al régimen de los ayatolás de ser un eje desestabilizador en la región, ya sea a través de Hamás, de Hezbolá o de los rebeldes en Yemen. Haiat avisa que estos últimos ya están atacando las vías marítimas del golfo. “Eso va a afectar a la economía de todo el mundo”, dice.

Lior Haiat lleva cuatro años siendo la voz oficial del Ministerio de Exteriores de Israel, un cargo habituado a dar explicaciones. Su labor le ha valido un reciente ascenso a subdirector del área de asuntos norteamericanos, prioridad para la diplomacia israelí. Asumirá el cargo dentro de cuatro meses, pero aclara que eso no debe servir de guía para establecer plazos sobre la campaña militar en Gaza. Apuntalar el mensaje de su gobierno sobre esta guerra es la cuestión que le ocupa casi en exclusiva desde hace 68 días. Antes fue portavoz de la embajada de su país en Argentina y después en España por lo que habla perfecto español. Desde una sala de su departamento, en Jerusalén, se sienta para analizar el devenir de la contienda bélica con Hamás y las turbulentas relaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

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