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La crisis con Israel toca techo tras la llamada de un ministro de Netanyahu a Sánchez
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CONFLICTO DIPLOMÁTICO

La crisis con Israel toca techo tras la llamada de un ministro de Netanyahu a Sánchez

Benny Gantz, exministros de Defensa, llamó al presidente del Gobierno para asegurarle que el ejército israelí se esfuerza por evitar víctimas civiles, pero su interlocutor volvió a dudar de que respetara el derecho internacional en Gaza

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
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Una de cal y otra de arena. Después de las reprimendas de las autoridades de Israel a Pedro Sánchez del jueves, al día siguiente llegó el gesto conciliador. Benny Gantz, uno de los ministros con más peso en el Gobierno de Israel, llamó por teléfono al jefe del Ejecutivo español para darle explicaciones y tratar de apaciguar sus temores.

Sánchez se mantuvo en sus trece. Reiteró a su interlocutor lo que viene diciendo sobre la guerra en Gaza desde la sesión de investidura del 15 de noviembre. Su Gobierno evitó, sin embargo, ahondar la crisis diplomática con Israel. No respondió a la llamada a consultas de la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon, retirando, a su vez, a la embajadora española en Tel Aviv, Ana Salomón. Tampoco convocó para regañarle al número dos de la Embajada de Israel.

La llamada de Benny Gantz y la renuncia española a dar la réplica a Israel hacen presagiar que la tensión bilateral, que alcanzó su cenit el jueves pasado, ha tocado techo. Ese día, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció en la red social X que la embajadora española iba a ser de nuevo convocada en el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. Poco después, su ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, fue más allá y reveló que había ordenado a Rodica Radian-Gordon que regresase de inmediato a Israel.

No todos los días un ministro llama a un jefe de Gobierno y este se le pone al teléfono. Esto fue lo que sucedió este viernes entre Gantz y Sánchez. No está claro si Benny Gantz tomó esa iniciativa por su cuenta o lo hizo después de consultar con Netanyahu. Aunque no ostenta ninguna cartera, Gantz no es un ministro cualquiera. Era uno de los jefes de la oposición, líder del partido derechista Unidad Nacional, hasta que, el 12 de octubre, se formó un Ejecutivo de coalición.

Foto: Se levanta humo tras un ataque aéreo israelí sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. (Europa Press / Abed Rahim Khatib)

No solo es ahora miembro del Gobierno israelí, sino que también forma parte del gabinete reducido que conduce la guerra en Gaza. Solo lo integran tres personas: Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el propio Gantz. Su presencia en ese órgano decisorio tiene sentido. Fue general del Ejército, jefe de Estado Mayor durante cuatro años y ministro de Defensa otros dos más. Cuando estalló el escándalo de Pegasus, en 2021, le tocó dar explicaciones a algunos de los gobiernos espiados, como el de Francia, aunque fue su predecesor, Naftali Bennett, el que autorizó la exportación de ese virus a países como Marruecos.

"Hice hincapié en que, por el bien de la seguridad de Israel (...) y del restablecimiento de la estabilidad regional, el grupo terrorista Hamás debe de ser desmantelado en Gaza", escribió Benny Gantz en la red social X dando cuenta el viernes de su conversación con Sánchez. Descartó así un alto el fuego definitivo, como pidió Sánchez, porque el Ejército israelí va a conquistar toda Franja hasta llegar, en el sur, a la frontera con Egipto.

"Israel concede gran importancia a evitar, en la medida de lo posible, víctimas civiles", prosiguió Gantz. "Hamás, por el contrario, sigue perpetrando horribles crímenes contra la humanidad, como utilizar a niños y mujeres como escudos humanos para sus actividades terroristas", concluyó.

No debió del todo convencer a Sánchez a juzgar, por lo que el presidente español escribió, a su vez, desde Dubai en la red X. "(...) he reafirmado que España considera insoportable la muerte de civiles en Gaza y que Israel debe cumplir con el derecho internacional humanitario". Dio así de nuevo a entender que no lo estaba haciendo y por eso había tantas víctimas civiles

El número de muertos palestinos en Gaza, desde el 7 de octubre, rebasa ya los 15.000, según Ashraf al Qudra, el máximo responsable de sanidad de la Franja. El Ejército israelí reanudó el viernes su ofensiva y antes de que cayera la noche ya había otros 109 muertos causados por sus bombardeos aéreos y terrestres.

Desde que empezó la guerra, 1,7 millones de habitantes de Gaza se desplazaron hacia el sur de la Franja en un intento, muchas veces vano, de ponerse a salvo de los bombardeos. Si Israel se empeña en invadir toda la Franja y llegar hasta el sur, como se deduce de los anuncios de Netanyahu y Gantz, habrá muchas más víctimas civiles. El embajador israelí ante la UE, Haim Regev, reconoció el viernes que "no hay una manera limpia" de acabar con Hamás.

Sánchez amortiguó su crítica describiendo a Israel como "un socio y un amigo de España". Volvió a condenar, como ya lo hizo en cada una de las etapas de su mini gira por Oriente Próximo, "los atentados terroristas de Hamás del 7 de octubre". Afirmó que "España desea la inmediata liberación de todos los rehenes", aún en manos de Hamás. Insistió, por enésima vez, en que "Israel tiene derecho a defenderse".

Que Gantz haya llamado a Sánchez pone de relieve que en la cúpula israelí las intenciones del presidente español preocupan. El jefe del Gobierno español ha resultado ser el más crítico con la invasión entre los dirigentes de la UE. Aspira a que los Veintisiete presionen para conseguir un alto el fuego definitivo y, más tarde, una conferencia de paz en la que la creación de un Estado palestino, junto al de Israel, volvería a estar sobre el tapete. Sánchez anunció además, el 22 de noviembre, que su Gobierno reconocerá al Estado palestino en solitario o, si consigue convencerlos, en coordinación con otros países europeos.

Miguel Tellado no mencionó en sus intervenciones a las víctimas civiles de la guerra en la Franja de Gaza

Cuando Israel dejó, el viernes, de criticar a Sánchez por su política exterior en Oriente Próximo, el Partido Popular tomó el relevo. Lo hizo primero por boca de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, y después por la de su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado. El primero recalcó que con sus declaraciones Sánchez "aísla" a España de la posición mayoritaria en la UE y en la OTAN. Es cierto que el grueso de los Estados miembros no sintonizan con el presidente español, pero también los hay que comparten su punto de vista, como Bélgica, Irlanda o Turquía.

Tellado fue más contundente. Acusó al presidente del Gobierno de "haber creado una crisis internacional haciendo declaraciones que son inadmisibles y que han ofendido a un país que acaba de ser víctima de un grave atentado terrorista". Añadió que a Sánchez no le correspondía "determinar si cumple el derecho internacional o no". Sánchez, en todo caso, habrá contribuido a provocar una crisis bilateral —no internacional— con Israel aunque, formalmente, la desencadenó Netanyahu el viernes 22 convocado a la embajadora de España en Tel Aviv.

No es el único que ha puesto en duda el respeto del Ejército israelí por el derecho internacional y humanitario. También lo hicieron desde el primer ministro liberal de Bélgica, Alexander de Croo, hasta el de Irlanda, Leo Varadkar, y el Luxemburgo, Luc Frieden, ambos democristianos. Fuera de la UE, el socialdemócrata noruego, Jonas Ghar Stor, se ha expresado en unos términos muy parecidos a su correligionario español.

Una de cal y otra de arena. Después de las reprimendas de las autoridades de Israel a Pedro Sánchez del jueves, al día siguiente llegó el gesto conciliador. Benny Gantz, uno de los ministros con más peso en el Gobierno de Israel, llamó por teléfono al jefe del Ejecutivo español para darle explicaciones y tratar de apaciguar sus temores.

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