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El viaje de Sánchez provoca una crisis diplomática sin precedentes con Israel
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Nuevo giro exterior del presidente

El viaje de Sánchez provoca una crisis diplomática sin precedentes con Israel

Netanyahu y su ministro de Exteriores acusan al presidente español de "apoyar al terrorismo". En realidad, buscan más bien con su enfado disuadir a los países de la UE que promuevan un alto el fuego definitivo y reconozcan al Estado de Palestina

Foto: De Croo, Netanyahu y Sánchez durante su encuentro en Jerusalén. (EFE/Gobierno de Israel)
De Croo, Netanyahu y Sánchez durante su encuentro en Jerusalén. (EFE/Gobierno de Israel)
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La visita de Pedro Sánchez a Oriente Próximo desembocó el viernes por la tarde en una crisis entre España e Israel sin precedentes en los casi 37 años de relaciones diplomáticas entre ambos Estados. Más allá de las acusaciones formuladas por el Gobierno de Benjamín Netanyahu contra el presidente español, la embestida israelí trata de abortar que, cuando acabe la guerra en Gaza, nuevas capitales reconozcan al Estado de Palestina y que la convocatoria de una conferencia de paz recabe más apoyos.

El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Eli Cohen, desató la crisis anunciando que convocaba a los embajadores de España y Bélgica para echarles una "fuerte reprimenda". Afirmó, nada menos, que las declaraciones de los jefes de Gobierno de ambos países hicieron "falsas afirmaciones" y "dan apoyo al terrorismo".

Minutos después, Benjamín Netanyahu le secundó en X (antiguo Twitter). Condenó "enérgicamente los comentarios" de Pedro Sánchez y de su homólogo belga, Alexander de Croo, "que no han hecho recaer sobre Hamás toda la responsabilidad de los crímenes que ha perpetrado: masacró a ciudadanos israelíes y utilizó a palestinos como escudos humanos".

Sánchez y De Croo concluyeron el viernes en Egipto la minigira por Oriente Próximo que empezaron el miércoles por la noche en Israel. En Jerusalén, con el israelí Benjamín Netanyahu; en Ramallah, con el palestino Mahmud Abás, y en El Cairo, con el egipcio Abdelfatá al Sisi; el presidente español se expresó siempre en los mismos términos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Khaled Elfiqi)

"Los horribles crímenes cometidos por Hamás el 7 de octubre atestiguan su falta de humanidad", declaró Sánchez, según la transcripción de la agencia de prensa oficial egipcia MENA. Insistió en que la tregua en Gaza debía convertirse en un alto el fuego permanente, en promover una solución al conflicto mediante la creación de un Estado palestino que conviva en paz con Israel.

La minigira acabó en Rafah, el paso entre Egipto y Gaza, donde Sánchez y De Croo hicieron una última declaración. El lugar elegido pareció, como mínimo, "extraño" a la prensa israelí porque en ese momento estaban siendo liberados los primeros rehenes capturados en Israel por Hamás el 7 de octubre. "Bélgica ni España participaron en las conversaciones para la liberación de los rehenes", recordaba The Times of Israel.

Sánchez insistió además en que la tregua vigente debía convertirse en un alto el fuego definitivo, lo que a ojos de los israelíes significa que no deben rematar la aniquilación de Hamás. De ahí la acusación de "apoyar el terrorismo". Anunció también que, si la Unión Europea no se pone de acuerdo, España "tomará sus propias decisiones" y reconocerá al Estado de Palestina, como ya lo hicieron una decena de países europeos, aunque en circunstancias diferentes. En la Moncloa barajan dar ese paso la próxima primavera, cuando haya acabado la guerra.

En La Moncloa barajan reconcer al Estado Palestino durante la próxima primavera, cuando haya acabado la guerra

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, fue el encargado de reaccionar ante Israel. Tachó de "totalmente falsas e inaceptables" sus acusaciones y anunció una respuesta "oportuna". Consiste en convocar a Rodica Radian-Gordon, la embajadora de Israel en España, cuando la semana próxima regrese de un viaje al extranjero. La contestación del ministro llama la atención por su contundencia comparada, por ejemplo, con las respuestas melifluas que dio el Gobierno español a las provocaciones de Marruecos durante los 16 meses de la crisis bilateral.

"La embajadora israelí en Bélgica [Idit Rosenzweig-Abu] será invitada a aclarar la situación", afirmó Alexander de Croo al enterarse del enfado israelí. Dio así a entender que sería convocada por Hadja Lahbib, ministra belga de Exteriores. "Ambos hemos condenado las acciones de Hamás en los términos más enérgicos posibles y hemos declarado el derecho de Israel a defenderse ante los terroristas", recordó.

La diplomacia israelí da por descontado que Sánchez reconocerá al Estado de Palestina, como lo recoge el acuerdo de Gobierno con Sumar, y él mismo lo anunció en su discurso de investidura. Cuando tome esa iniciativa, es probable que Netanyahu llame a consultas, lo que equivale a una retirada de su embajadora en Madrid, vaticinan fuentes diplomáticas conocedoras de la relación bilateral.

Foto: Benjamín Netanyahu. (Reuters/Abir Sultan)

Al desatar una crisis con España, el Gobierno israelí trata, en el fondo, de disuadir a otros países de la UE, que aún no han dado ese paso, de que secunden la iniciativa española, según fuentes diplomáticas con larga experiencia en Oriente Próximo. Otro objetivo es desalentar a los europeos de que respalden la propuesta de una conferencia de paz formulada por Sánchez en una cumbre en Bruselas en octubre.

Detrás de la decisión israelí hay quizá también una explicación de política interior. El complejo acuerdo de Gobierno prevé que el actual ministro de Exteriores, Eli Cohen, miembro del derechista y nacionalista Likud, sea sustituido en enero por Israel Katz, del mismo partido. Cohen estaría así haciendo méritos para permanecer más tiempo al frente de la diplomacia israelí.

Foto: El primer ministro israelí. (Reuters/Abir Sultan) Opinión
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La relación entre España e Israel no ha sido especialmente cordial estos últimos años. Prueba de ello es la escasez de visitas bilaterales. Desde el ataque de Hamás, ha empeorado. El primer roce se saldó, el 16 de octubre, con un comunicado de la embajada de Israel que arremetió, sin nombrarla, contra Ione Belarra, entonces ministra de Derechos Sociales. La acusaba de "alinearse" con un "terrorismo tipo ISIS". Eli Cohen barajó entonces convocar a la embajadora Salomón, pero optó por plasmar la reprimenda en un mero comunicado.

Belarra, que ya no es ministra, pero sigue siendo líder de Podemos, sostuvo el jueves que la visita de Sánchez a Israel podía servir "para blanquear" a Benjamín Netanyahu y los "crímenes" que perpetra. A la vista del choque del viernes entre los gobiernos español e israelí, su declaración resulta desatinada.

"La relación entre España e Israel no ha sido especialmente cordial estos últimos años. Prueba de ello es la escasez de visitas bilaterales"

Hasta ahora, el peor momento en la relación bilateral hispano-israelí tuvo lugar coincidiendo con el procés en Cataluña hace seis años. Convergència Democrática de Catalunya ha sido, históricamente, el partido más proisraelí, aunque ahora Vox le supera. Los herederos políticos de Jordi Pujol confiaban en que Israel sería quizás el primer país en reconocer la independencia y desde Jerusalén les hicieron entonces múltiples guiños.

Esa gran connivencia puso en peligro la visita de Estado del presidente israelí, Reuven Rivlin, a España en noviembre de 2017. Solo se cerró cuando, tras un tira y afloja, Rivlin aceptó de antemano declarar en el principal discurso que pronunció en la cena de gala del Palacio de Oriente la siguiente frase: "España es un único país para nosotros".

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso. (Europa Press/Alejandro Martínez Vélez)

Esquerra Republicana de Catalunya no cojea del mismo pie que los exconvergentes. Por eso no dudó en votar, el viernes, una declaración en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona propuesta por los comunes y a la que también se sumó el Partit dels Socialistes de Catalunya. Anuncia la interrupción de las relaciones institucionales con Israel hasta que no haya un alto el fuego en Gaza y que se cumplan las resoluciones de la ONU, algo que los gobiernos israelíes llevan décadas sin hacer.

"Esta injustificable declaración solo beneficia a Hamás y blanquea su barbarie", respondió en la red X la embajada de Israel en España. "Tenemos muy presente que el Ayuntamiento de Barcelona no ha condenado los brutales asesinatos [del 7 de octubre] ni los secuestros de niños, mamás, ancianos y civiles inocentes", concluyó.

La visita de Pedro Sánchez a Oriente Próximo desembocó el viernes por la tarde en una crisis entre España e Israel sin precedentes en los casi 37 años de relaciones diplomáticas entre ambos Estados. Más allá de las acusaciones formuladas por el Gobierno de Benjamín Netanyahu contra el presidente español, la embestida israelí trata de abortar que, cuando acabe la guerra en Gaza, nuevas capitales reconozcan al Estado de Palestina y que la convocatoria de una conferencia de paz recabe más apoyos.

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