Sánchez se reafirma: "Condenar la matanza indiscriminada en Gaza es cuestión de humanidad"

Pedro Sánchez se reafirma ante Israel en sus críticas a su ofensiva contra Palestina. Después de que sus palabras, durante una reciente visita a Oriente Medio, hayan sido utilizadas por Benjamin Netanjahu para desatar un conflicto diplomático con España, el presidente del Gobierno reitera su postura. "Condenar los viles atentados de una banda terrorista como Hamás y al mismo tiempo condenar la matanza indiscriminada de civiles palestinos en Gaza no es una cuestión de partidos políticos, ni de ideologías, es una cuestión de humanidad". La alusión a Hamás en esos términos no es casual, este movimiento armado le agradeció públicamente sus reproches a Israel. Pero España nunca ha dejado de denunciar los asesinatos de esta organización.

Entre el miércoles y el viernes, Sánchez visitó Palestina, Israel y Egipto, y se reunió con el propio Netanyahu para, como adelantó este diario, anticiparle la intención de su Ejecutivo de reconocer el estado palestino. Algo que él mismo admitió después públicamente, en una comparecencia en el paso fronterizo de Rafah, entre Gaza y Egipto, donde apuntó a una decisión conjunta de la UE pero con la advertencia de que "si no ocurre, España tomará sus propias decisiones".

Las circunstancias en las que hizo esas manifestaciones, mientras el Gobierno israelí esperaba la liberación de rehenes, y la insistencia del presidente español en que la tregua vigente debía convertirse en un alto el fuego definitivo, lo que a ojos de los israelíes significa que no deben rematar la aniquilación de Hamás, llevó al ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Eli Cohen, a acusar a España de "dar apoyo al terrorismo" y convocar a la embajadora. Una decisión que también han tomado con Bélgica, cuyo primer ministro, Alexander de Croo, ha acompañado a Sánchez en este viaje.

El presidente puso este domingo el colofón a su investidura y a la formación del Gobierno, con un multitudinario acto en Madrid en el recinto ferial, acompañado en el atril del exjefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y con la asistencia de todos los ministros. Se trata de su primera aparición tras la crisis con Israel, que trata de abortar que, cuando acabe la guerra en Gaza, nuevas capitales reconozcan al Estado de Palestina y que la convocatoria de una conferencia de paz recabe más apoyos.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ya ha reaccionado a este conflicto diplomático con la llamada a consultas de la embajadora de Israel en Madrid y la respuesta de que las acusaciones contra España son "totalmente falsas" e "inaceptables". Pero el presidente ha tenido hoy el respaldo del PSOE. El PP ya ha culpado a Sánchez de "ofender a Israel". El jefe del Ejecutivo respondió que "sé que es imposible pedir a esta oposición, que siempre está en el no, su apoyo". "No le pido que esté con el Gobierno pero sí con los derechos humanos".

Sánchez pronunció estas palabras en Ifema, que ha acogido un acto del PSOE de homenaje a las casas del pueblo y su militancia, en un momento muy difícil por la sucesión de protestas, muchas de ellas violentas, contra la sede de Ferraz y en el resto de España, y que reunió a 9.000 personas sentadas y 1.500 de pie, según datos de la organización, con 200 autobuses venidos de todo el país.

Zapatero mostró el apoyo sin fisuras a las críticas que Sánchez ha hecho a Israel y le trasladó que lleva "razón" porque "el derecho de defensa nunca podría incluir que haya víctimas inocentes, niños". "Matar es solo matar", subrayó. Y recordó los reproches que le hicieron a él cuando retiró las tropas españolas de Irak. Narbona tampoco obvió el asunto y aplaudió que el presidente haya defendido la vida "en Palestina y en Israel".

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En su intervención, Sánchez cargó de nuevo contra el PP por dejarse "parasitar" por "el discurso de odio y rabia" de Vox y anunció su intención de alcanzar un pacto de Estado por el colectivo LGTBI frente a aquellos "que niegan la diversidad". Reafirmó la intención del PSOE de abolir la prostitución y vinculó los ataques a la sede de Ferraz con la ola reaccionaria que recorre el mundo. "Nosotros sí tenemos un proyecto para España, la derecha y la ultraderecha solo insultos para la mitad del país", afirmó. Sobre la amnistía indicó que "va a beneficiar hasta a aquellos que se movilizan contra ella porque van a vivir en un país más unido que nunca".

Zapatero: "A la democracia le va bien la generosidad"

Zapatero, convertido estos meses en un símbolo del PSOE actual, ironizó con que el PP tiene una "digestión pesada" tras pensar que iban a gobernar. "No se recuerda tanto insulto y tanta obsesión", señaló, en referencia a la figura de Pedro Sánchez. "Van acabar hablando bien de mí", bromeó, en alusión a las buenas palabras que Alberto Núñez Feijóo dedica a Felipe González.

Defendió que las críticas de los populares a la ley de amnistía se producen porque la promueven los socialistas, como sucedió antes con la ley del matrimonio igualitario o la ley del aborto, que también recurrieron al Tribunal Constitucional. Y después de reivindicar que fue su Gobierno el que acabó con ETA, aseguró que llegará un día en que se reconozca que fue un Ejecutivo socialista quien aprobó una amnistía que "abrió la puerta a la estabilidad, la convivencia en Cataluña y a una España mejor". Porque, sostuvo, "a la democracia le va bien la generosidad". "Hay que tener valentía", remarcó, para a continuación dar las gracias a Sánchez y al PSOE por respaldarle. "No se va a romper España, se va unir más", aseguró, después de recordar que también decían que él, en el diálogo con la banda terrorista, había "vendido" Navarra.

Narbona agradeció que, a pesar de este ambiente contra el PSOE, en el último mes se hayan afiliado 1.440 personas y la contribución de Zapatero en la última campaña electoral, en la que salió en auxilio de Sánchez. "Seguro que has contribuido, y mucho, al más de millón de votos más", que los socialistas lograron el 23J. Más tarde en su discurso el propio presidente se lo reconoció y le dio las gracias: "Cuando las cosas se pusieron difíciles, y se pusieron muy difíciles, José Luis estuvo ahí, echando una mano".