Bolaños contacta con Reynders y Jourová y avisa que la amnistía es "un asunto interno"

El primer paso del ministro de Justicia y Presidencia tras conocerse su doble nombramiento ha tenido que ver con la amnistía y su eco en Europa. Bolaños se ha puesto en contacto en la tarde de este lunes con la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, y el comisario de Justicia, Didier Reynders, con el propósito de adelantarles la posición del Gobierno sobre la proposición de ley de amnistía presentada por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados. Ha trazado, además, una línea roja en esta interlocución: la norma es "una cuestión interna".

Según ha informado su departamento, el ministro se ha puesto a la entera disposición de la vicepresidenta y el comisario para facilitarles "toda la información que precisen acerca del procedimiento y contenido de la iniciativa legislativa". Para ampliar estos datos, visitará Bruselas la semana que viene para mantener reuniones con ambos. En las conversaciones mantenidas a distancia, Bolaños ha hecho hincapié en que esta proposición de ley "responde a la voluntad compartida por la mayoría absoluta de los partidos del Congreso de normalizar la situación institucional, política y social en Cataluña". La idea es, ha dicho, abrir una nueva etapa "que supere la tensión de los últimos años".

Tras las explicaciones, la advertencia. En el contacto con ambos, ha dejado claro que la ley es "una cuestión política de ámbito interno" que es, además, "plenamente congruente con el ordenamiento y valores europeos e impecable desde una perspectiva constitucional". La supuesta constitucionalidad de la norma se argumenta por la referencia a la Carta Magna. "Pretende un objetivo contemplado en el preámbulo de nuestra Constitución: garantizar la convivencia democrática", ha indicado.

En consecuencia, según Bolaños, "la proposición de ley no afecta en nada a los intereses y el derecho de la Unión Europea". "Muy al contrario, es coherente con los valores de la Unión". Los contactos se producen después de que hace unos días Reynders se dirigiera a la Moncloa en una carta que mostraba inquietud por el polémico texto en tramitación. En su carta, el belga señalaba que había “serias preocupaciones en relación con los debates en curso sobre la posible adopción de una ley de amnistía”.

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Bolaños respondió primero que todavía no había texto legislativo, ya que la norma no se conocía cuando llegó la primera misiva de Reynders. Una vez que se produjo el registro, el ministro remitió el texto a Bruselas y avanzó su intención de acudir a la capital comunitaria para dar las explicaciones que fueran necesarias, aunque la postura del Ejecutivo ya se avanza en esta última conversación.

El ministro Bolaños ha pedido, de momento, "respetar el debate político y parlamentario en España frente a los intentos de algunos grupos políticos de convertir un debate interno y español en una cuestión europea". "El Estado de derecho en España es sólido y así seguirá siéndolo", ha trasladado el ministro Bolaños, en un dardo a la apuesta del PP por llevar el asunto a Bruselas, un posicionamiento que critican en la Moncloa abiertamente.

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La pasada semana, fuentes de la Comisión Europea avanzaron a EFE y Europa Press su posición, que pasaba por afirmar que la norma no contravenía el derecho de la UE porque eludía el lawfare, que es como se denomina la guerra judicial contra políticos, una posición que defienden los independentistas y que está recogida en el acuerdo político entre PSOE y Junts. Esa comunicación también bendecía el texto porque también excluye del perdón general los delitos relacionados con los fondos europeos.

Horas después, el portavoz de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, rechazó que se tratara de la comunicación oficial del Ejecutivo comunitario y aseguró que el texto estaba todavía en proceso de análisis.