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El clamor social contra la amnistía avanza en toda España: "¡Queremos una huelga general!"
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VOX LLAMA A "PARAR ESPAÑA"

El clamor social contra la amnistía avanza en toda España: "¡Queremos una huelga general!"

Vox canaliza una consigna repetida en las movilizaciones de este domingo y su sindicato Solidaridad llama a parar el país el próximo 24 de noviembre. La ley estipula que las huelgas políticas son ilegales

Foto: El PP protesta en Madrid tras el acuerdo entre PSOE y Junts. (Europa Press/Diego Radamés)
El PP protesta en Madrid tras el acuerdo entre PSOE y Junts. (Europa Press/Diego Radamés)

El no a la amnistía recorrió el domingo las plazas de toda España, pero las movilizaciones seguirán otra semana más con su punto álgido en la investidura, el jueves, y desembocará el domingo con otra gran convocatoria en Madrid, donde ayer miles de ciudadanos llegaron a pedir a viva voz la celebración de una huelga general, una propuesta que, al menos de momento, está abanderando el sindicato Solidaridad, adscrito a Vox. La organización ha registrado ya una convocatoria formal en la que llaman a un parón general en todo el país el próximo 24 de noviembre, propuesta que secunda de forma activa la dirección de Santiago Abascal y sobre la que el PP aún no se ha pronunciado. "¡Paremos España!", instan en las redes sociales de Solidaridad, cuyo presidente es el también portavoz adjunto de Vox en Andalucía, Rodrigo Alonso.

La propuesta, sin embargo, caerá en saco roto por la propia ilegalidad de la misma. El Real Decreto-ley de relaciones con el trabajo estipula en su artículo 11 que las huelgas son ilegales "cuando se inicie o se sostenga por motivos políticos o con cualquier otra finalidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados". Y la iniciativa abanderada por Vox no tiene otro móvil que el de rechazar una decisión política derivada de los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez con el independentismo catalán.

Mientras tanto, lo que sí es un hecho es la ingente movilización social contra la amnistía. El PP llamó hace una semana a salir a la calle de forma "masiva" en todas las capitales y el acuerdo con Junts, el jueves, sirvió de acicate para cientos de miles de personas que acudieron a la convocatoria en las 52 provincias. Desde Extremadura hasta la Puerta del Sol llegaron Nicolás y Marisa. Más concretamente, de La Calera, un diminuto pueblo de Cáceres de apenas 55 habitantes censados. La pareja, residente ahora en Madrid, se plantó ondeando con orgullo una bandera de su tierra. "Ya nos gustaría a los extremeños que nos condonaran la deuda y, aun así, tenemos peores infraestructuras que Cataluña con mucha diferencia", reivindican.

placeholder Nicolás y Marisa enseñan, orgullosos, una bandera de La Calera. (L.B.)
Nicolás y Marisa enseñan, orgullosos, una bandera de La Calera. (L.B.)

Andrea, Alberto e Irene fueron de los primeros en llegar a la explanada del puerto de Málaga. Lucían banderas anudadas al cuello o a la cintura y algunos carteles contra los planes del Ejecutivo. El grupo discutía sobre cómo impactan, a su juicio, los acuerdos de Pedro Sánchez con sus aliados en contra de principios como la "igualdad" o la "separación de poderes". Los amigos asumen con resignación e indiferencia que les puedan catalogar de “fachas” y explican que la izquierda ha sobado tanto este calificativo que ha acabado perdiendo fuerza. Incluso se lo toman a risa. Y recuerdan que los socialistas han pactado con “la extrema derecha independentista”.

Lo cierto es que los populares buscaban una fotografía potente con la que mostrar que una inmensa "mayoría social" se opone al "golpe" de Sánchez en los días previos a su investidura. A ellos se sumó Vox. Y desbordaron sus propias expectativas. En Madrid, riadas de personas ataviadas con sus respectivas banderas nacionales se agolparon no solo en la Puerta del Sol, punto neurálgico de las concentraciones contra la amnistía, sino en las calles adyacentes hasta la plaza de Cibeles. En un primer momento, Génova cifró los asistentes en 500.000. Pero el número se elevó a casi un millón solo en Madrid, y dos millones si se suma el resto de "multitudinarias" movilizaciones en el resto de España, según las cifras que maneja el partido.

Foto: Pedro Sánchez, junto al presidente de los Socialistas Europeos, Stefan Löfven, en Málaga. (EFE / Jorge Zapata)

No obstante, la Delegación del Gobierno volvió a poner coto a la euforia de PP y Vox —Santiago Abascal se sumó a la protesta de Sol— con la habitual guerra de datos: frente al millón que aportó el PP, el Ejecutivo central bajó el suflé hasta las 80.000 personas. Y esa diferencia no se produjo solo en Madrid, sino que fue una constante en prácticamente todo el territorio nacional. En la Puerta del Sol estaba Bernardo, un militante del PP desde hace 18 años que hoy salía a la calle porque "si no es con esto, ¿con qué?". Esto se preguntaba antes de advertir que esta concentración "no pertenecía solo" a los populares o a Vox, también presentes, sino que intuía que entre los asistentes podía haber hasta militantes del PSOE críticos con la medida.

En Barcelona, donde también se esperaba bastante afluencia por la proximidad con el conflicto catalán, se agruparon apenas 6.000 personas según la Delegación del Gobierno, cuando hace apenas una semana eran muchas más, alrededor de 50.000, las que asistían a otra cita convocada por Societat Civil Catalana y por el mismo motivo, la amnistía.

Un cartel en el que se lee

En otras grandes ciudades, como Valencia, el baile de cifras también se hizo notar: mientras las estimaciones oficiales calculan 24.000 asistentes en la capital, los populares suben la apuesta hasta los 50.000. Hay una cosa clara: en todo el país hubo gente que salió a mostrar su enfado con la última bala de Sánchez. En la capital española, donde el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo —que antes trató de atar una investidura fallida que dio paso al turno del PSOE en la escala de intentos—, dio un discurso de cierre a la manifestación en la Puerta del Sol.

placeholder Una multitud se concentra contra la amnistía en Guadalajara, Castilla-La Mancha. (Cedida)
Una multitud se concentra contra la amnistía en Guadalajara, Castilla-La Mancha. (Cedida)

Tuvo como teloneros al alcalde popular José Luis Martínez-Almeida y a la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y se consolidó la convocatoria más exitosa y multitudinaria de todas las citadas. En Murcia fueron miles las personas que salieron desde la céntrica plaza del Belluga para protestar contra la amnistía. Entre ellas, el vicepresidente de Fernando López Miras y el hombre fuerte de Santiago Abascal en la región, José Ángel Antelo, quien en declaraciones a este periódico calificó anoche la cita de "éxito rotundo".

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal. (Europa Press/Jesús Hellín)

Otra ciudad con fuerte agitación social fue Málaga. La localidad andaluza cifró en 30.000 asistentes los que, de acuerdo a cálculos de la Delegación del Gobierno, salieron a rechazar públicamente la amnistía. El PP eleva el número a 52.000, y vuelve a haber este desfase en las estimaciones. En la protesta malagueña, una pareja de guiris se percató de lo ocurrido y se quedó quieta, perpleja al ver la concentración.

Uno de ellos preguntó a otra persona qué era lo que ocurría. Su interlocutor, que no entendía inglés y apenas pudo comunicarse con él, apenas llegó a decirle: "Es por Sánchez". A su lado, dos policías observaban la escena y trataban de contener la risa ante la situación, que contemplaban en pleno acto de servicio para garantizar la seguridad de la marcha.

Génova llama a "apretar" el 18-N

En la dirección de los populares califican de "éxito sin precedentes" la cita de este domingo y acusan a la Delegación del Gobierno de intentar "ocultar" un clamor que se ha instalado con fuerza en la sociedad. En Génova, no obstante, llaman a mantener esa presión en el tiempo y "apretar" especialmente tras la investidura de Sánchez, que se celebrará previsiblemente esta misma semana. Aunque reconocen que "ya hemos superado absolutamente las expectativas", en la cúpula de los populares apuntan a nuevas movilizaciones "masivas" en los próximos días, la primera prevista el próximo domingo 18 de noviembre en la plaza de Cibeles, que algunos cargos del PP apuntan a que podría ser "histórica".

Una manifestante muestra su cartel, en el que se lee

Génova ha superado con creces su primera gran cita con la calle tras confirmarse el pacto entre PSOE y Junts que garantizará a Sánchez permanecer en la Moncloa. Alberto Núñez Feijóo no solo pretendía exhibir músculo con un apabullante respaldo social, sino también demostrar que ese rechazo a la amnistía existe en cada rincón de España. "La calle ha sentenciado a Pedro Sánchez", repetían este lunes distintos portavoces populares. En la dirección popular apuntan a que ese malestar podría ir a mayores justo después de que "los pactos de la vergüenza", como los denominan en el partido, vean definitivamente la luz tras la investidura del candidato socialista que, salvo sorpresa mayor, saldrá adelante con 179 síes.

Foto: Sánchez, en el Congreso de los socialistas europeos. (Reuters/Jon Nazca)
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Este domingo, sin embargo, Feijóo se vio obligado a repartirse cierto protagonismo con Santiago Abascal, que se presentó por sorpresa en la Puerta del Sol porque, a su entender, el rechazo a la amnistía debe estar "por encima de partidos" y de "ideologías". Según fuentes de Génova, el líder de Vox no había notificado a la dirección de los populares su asistencia. El partido no le cerró la puerta, ya que entienden que el malestar social "trasciende los límites del PP". Pero Feijóo no siguió a Abascal cuando este llamó a los manifestantes a seguir con los actos de protesta ante la sede de Ferraz.

Pese a compartir escenario —los líderes de PP y Vox volverán a verse las caras el 18-N en Cibeles—, Génova pretendía también mostrar el poder de una manifestación "cívica" y "serena" para distanciarse de la vía escogida por los de Abascal, que secundan noche tras noche las protestas ilegales y violentas ante las sedes socialistas, especialmente la de Madrid. Vox ya avanzó que estaría presente en "todas" las movilizaciones contrarias a la amnistía, independientemente del color político o de contar o no con la autorización pertinente. Pero el PP se aferra al camino "pacífico" y "legítimo", en el que creen que se encuentran "la mayoría" de españoles.

El no a la amnistía recorrió el domingo las plazas de toda España, pero las movilizaciones seguirán otra semana más con su punto álgido en la investidura, el jueves, y desembocará el domingo con otra gran convocatoria en Madrid, donde ayer miles de ciudadanos llegaron a pedir a viva voz la celebración de una huelga general, una propuesta que, al menos de momento, está abanderando el sindicato Solidaridad, adscrito a Vox. La organización ha registrado ya una convocatoria formal en la que llaman a un parón general en todo el país el próximo 24 de noviembre, propuesta que secunda de forma activa la dirección de Santiago Abascal y sobre la que el PP aún no se ha pronunciado. "¡Paremos España!", instan en las redes sociales de Solidaridad, cuyo presidente es el también portavoz adjunto de Vox en Andalucía, Rodrigo Alonso.

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