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"La amnistía tiene que tener un coste para todas las partes. Puigdemont no puede irse de rositas"
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ENTREVISTA CON ODÓN ELORZA

"La amnistía tiene que tener un coste para todas las partes. Puigdemont no puede irse de rositas"

El exdiputado y exalcalde de San Sebastián, siempre una voz díscola dentro del PSOE, carga contra la falta de democracia interna y alerta de los riesgos de no medir las consecuencias del perdón a los implicados en el 'procés'

Foto: Odon Elorza, en un acto del PSE en Gipuzkoa. (EFE/Juan Herrero)
Odon Elorza, en un acto del PSE en Gipuzkoa. (EFE/Juan Herrero)
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Odón Elorza (San Sebastián, 1955) fue una de las pocas voces críticas que el sábado en el comité federal del PSOE expresaron sus dudas con la ley de amnistía. El exalcalde de San Sebastián considera que una norma mal planteada será un error que puede pasar factura durante mucho tiempo al partido. "El PSOE no tiene que asumir compromisos si no hay un mínimo espíritu de reconciliación y de búsqueda de la concordia", sostiene. En un artículo publicado en su blog condensa su intervención ante el comité y esboza una serie de reflexiones, como el impacto que puede tener en la convivencia en el conjunto de España una ley que genera división. El también exdiputado por Gipuzkoa reconoce que el PSOE ha recurrido a la amnistía para garantizar la investidura de Pedro Sánchez y lamenta que la formación no haya trazado un plan B ante la posibilidad de una repetición electoral. Está convencido de que si ese es el escenario, los socialistas tendrán "escasas" opciones de ganar.

PREGUNTA. Explica que la amnistía no es una herramienta para el fomento de la convivencia en Cataluña, sino un instrumento del que echa mano el PSOE para garantizar la investidura de Pedro Sánchez. ¿Está justificada entonces la amnistía?

RESPUESTA. La amnistía sí es un instrumento para reforzar o consolidar la normalización política, pero el Partido Socialista no se la hubiese planteado si hubiésemos obtenido siete diputados más. Es en este momento una necesidad, fundamentalmente, para conseguir una mayoría absoluta en la investidura. La convivencia ha experimentado un avance muy importante en los últimos años con las medidas que el Gobierno ha negociado con ERC. Como fueron en su día los indultos o los cambios legislativos en la calificación del delito de sedición. Si no fuera por esa necesidad vital de contar con los votos de Junts, sinceramente, no nos hubiéramos planteado este debate en este momento.

P. ¿Esa necesidad vital de contar con los votos de Junts justifica la amnistía?

R. Se justifica si es una amnistía que tiene unas condiciones, unas garantías para evitar la repetición de la vía unilateral, que no solamente es contraria a derecho, sino además clarísimamente contraria a cualquiera regla democrática. Si se dan unas garantías que la ciudadanía entienda y se recoge que el procés fue contrario al Estado de derecho... Nadie sabe si Pedro Sánchez y los negociadores están planteando un texto en esos términos y con esas condiciones básicas. Lo que pienso es que una ley de amnistía debe decir a qué obedece y debe añadir unas condiciones. Una amnistía busca básicamente una reconciliación y una concordia, pero no hay tal si la otra parte no desiste y va presumiendo y anunciando que lo volverá a hacer. Eso evidentemente no tendrá la debida justificación de una medida tan excepcional como es la amnistía.

P. ¿Está el PSOE en condiciones de seguir adelante? Precisamente las declaraciones que hemos oído a los líderes de Junts y Esquerra no van en esa línea, reconocer que el procés fue contrario al Estado de derecho.

R. No hablo de que reconozcan que el procés fue contrario al Estado de derecho, lo que quiero es que lo digan las leyes, que quede claro. Si ellos van a aprobar esa ley, que sepan lo que están haciendo. No pido un reconocimiento de ellos, una declaración, lo que quiero es que la ley diga cuáles son las garantías y las condiciones. Las intervenciones en el comité federal del sábado fueron absolutamente mayoritarias en favor de la posición que defienden Pedro Sánchez, la Moncloa y Ferraz. Entiendo que desde ese gran apoyo que obtuvo en el comité federal, Pedro Sánchez seguirá adelante. Y también porque ha habido un error de estrategia en la dirección del Partido Socialista. Al día siguiente de las elecciones no se establece una estrategia que contemple un plan A y un plan B. El A, lograr la investidura, pero no de cualquier manera, y el B, una repetición electoral en enero. Nos hemos quedado un poco desnudos en lo que se refiere a ese plan B. Ahora, acudir a unas elecciones anticipadas se nos plantea como algo muy complicado, las garantías de obtener una victoria con lo que ha pasado en estos meses para mí son muy escasas.

Foto: Pedro Sánchez en Granada. (Reuters/Jon Nazca)

P. ¿Hasta dónde cree que puede estar dispuesto a llegar Pedro Sánchez? Públicamente, se ha marcado una línea roja que es el referéndum, pero estamos hablando de una ley de amnistía y Junts y ERC han puesto otras condiciones, como la condonación de la deuda.

R. No lo sé, no quiero aventurar. Entiendo que hay cosas que son negociables, pero cuando hablamos de una condonación de la deuda, por aquello de salvar el principio de igualdad, habría que plantear también otras deudas que arrastran otras comunidades. Ojo, y también hay que justificar a qué se deben. Hay deudas como consecuencia de una mala gestión. En definitiva, son temas que habría que discutir, que negociar y que entran dentro de lo que es la política. Lo que está levantando ampollas, con una interpretación absolutamente interesada por parte del PP y de Vox y de determinados sectores económicos, es el tema de la amnistía, por aquello de que además lo vinculan a que España se rompe, al relato catastrofista del nacionalismo español al que nos tiene habituados la derecha.

P. ¿Dio el presidente algún detalle en el comité federal sobre cómo va a ser la propuesta de la amnistía o se le solicitó luego en el turno de preguntas?

R. No. No hizo ninguna declaración ni aportó ningún detalle. Sabemos después del comité federal lo que sabíamos ya por los medios de comunicación.

placeholder Elorza saluda a Sánchez en la presentación en 2017 de su candidatura a la secretaría general del PSOE. (EFE/Chema Moya)
Elorza saluda a Sánchez en la presentación en 2017 de su candidatura a la secretaría general del PSOE. (EFE/Chema Moya)

P. ¿Es válido el argumento de Pedro Sánchez de ahondar en esa normalización de Cataluña cuando la aprobación de una ley de amnistía puede aumentar la crispación o la división en el resto de España?

R. Es uno de mis planteamientos. Puede ser un elemento que refuerce la convivencia en Cataluña, pero, por otra parte, con el argumento de que queremos afianzar la convivencia en Cataluña podemos estar coadyuvando a un perjuicio a la convivencia política en el resto de España. Una ley de amnistía que, si no reúne esas condiciones básicas democráticas, sería utilizada todavía más por parte del PP y de Vox para desprestigiar, desacreditar y generar más crispación en la sociedad española. Por eso planteo la pregunta de qué pasa con la amnistía si no está bien construida, qué pasa con la convivencia en el resto de España, ¿también se ve beneficiada o no? Planteo una serie de reflexiones que me parecía de obligado cumplimiento trasladar al partido. Lo hago desde la lealtad y con espíritu constructivo.

P. ¿Puede el PSOE obviar al PP en la aprobación de una ley de amnistía?

R. El PP, antes de conocer qué dice exactamente la ley, cuál es su contenido, sus garantías, ya se ha posicionado absolutamente en contra. Ha hecho una lectura absolutamente falsa, porque se desconoce el contenido diciendo que eso rompe España, que es un perdón del Estado a los golpistas, que los golpistas salen reforzados. El PP ya ha convocado a la gente a manifestaciones y ya ha hecho de eso caballo de batalla. Es el PP de siempre, que cuando no es ETA o Bildu, es la negociación con los grupos independentistas catalanes, y de eso saca partido y obtiene voto.

P. ¿Qué precio cree que puede pagar el PSOE si comete un error en esta estrategia con la amnistía?

R. Puede pasar factura si la amnistía no está bien construida, si no hay un coste para todas las partes, también para los grupos independentistas. Puigdemont no puede irse de rositas con esta ley. El PSOE no tiene que asumir compromisos si no hay un mínimo espíritu de reconciliación y de búsqueda de la concordia. Por eso es arriesgado pagar una factura importante. No es algo coyuntural, porque la amnistía no garantiza la gobernabilidad. Tenemos una pelea entre ERC y Junts. Y tenemos también a Podemos, que es diferente a Sumar, y que está con la escopeta cargada. La estabilidad va a ser muy, muy complicada, muy hablada. El desgaste, la factura, puede ser importante. Por eso hay que pensar bien las cosas y desarrollar una mejor política de comunicación dirigida al conjunto de la ciudadanía española.

Foto: El 'expresident' Puigdemont, durante su reaparición en Francia. (EFE/David Borrat)

P. Precisamente hablaba de falta de transparencia en su blog. ¿Cree que el partido ha sido honesto con los ciudadanos y la militancia?

R. Bueno, vamos a ver. Por ser sincero. A la negociación de esta ley de amnistía se le da un carácter de casi secreto, una grandísima discreción para evitar que la negociación saltara antes de tiempo. Es un tema delicado, por eso la discreción puede ser una necesidad. Sin embargo, genera también una acusación de falta de claridad, de transparencia, por parte de la derecha y en sectores de la ciudadanía. Eso conlleva un riesgo importante. Hubiera sido interesante anunciar cuáles eran las líneas rojas, las condiciones básicas de partida. Pero es mi opinión, que no es compartida por la dirección del partido.

P. ¿Cree que la apuesta por la amnistía va a ser entendida por la militancia?

R. La militancia está muy volcada con Pedro Sánchez. Los responsables políticos y los cargos públicos más importantes, en su inmensa mayoría, están con la posición de Pedro Sánchez. Sin duda. Me consta que a una parte de la militancia le gustaría un debate más clarificador. Ese planteamiento puede ser mayor, más amplio aún, en el electorado, como se ha visto en alguna encuesta. Tenemos que movernos con muchísimo cuidado y con muchísima sensibilidad social.

P. ¿La consulta servirá para resolver esas dudas?

R. Una consulta genera información, pero exige deliberación previa. Si no, la consulta es una especie de acto automático. Debiera ser otra cosa. Por eso planteo una consulta sobre la ley de amnistía en concreto.

Foto: El expresidente del Gobierno, Felipe González, esta mañana en la Asociación de Periodistas Europeos. (Carlos Sánchez)

P. ¿Una consulta específica?

R. Claro, pero no sobre la ley de amnistía como enunciado, sino sobre qué dice la ley de amnistía. Y eso no parece que se vaya a hacer en absoluto. Lo lamento, porque son cuestiones relacionadas con la concepción de la democracia interna. Fui uno de los responsables de los estatutos del 39º Congreso Federal, aquel en que se eligió a Pedro Sánchez y, por tanto, sé de lo que hablo. Mi concepto de democracia interna es el que es y no coincide con el que tienen en este momento en la dirección del Partido Socialista.

P. La suya y la de Emiliano García-Page fueron las únicas voces críticas en el comité federal. ¿No hay más disidencias dentro del PSOE de Pedro Sánchez?

R. Lo que pasó en el comité federal ya se ha publicado. Hubo un grandísimo apoyo a Pedro Sánchez y escasísimas discrepancias. No puedo decir más porque no debo entrar en comentar las deliberaciones.

Foto: Pedro Sánchez, entre Santos Cerdán y María Jesús Montero. (Europa Press/Jesús Hellín)

P. ¿Cree que hay alguna alternativa posible a la amnistía? Pedro Sánchez defiende que es la "única vía" para lograr el Gobierno.

R. Tal y como está diseñada la estrategia del PSOE, parece que no. Yo no sé, y no lo sabe nadie, hasta que no se vea el borrador del texto que se registre en el Congreso. Entonces se verá si contempla esas garantías, esos compromisos democráticos, un coste también para Junts y compañía para que no haya otra vez otro proceso independentista por la vía unilateral en contra de la Constitución y del Estado de derecho. Esa amnistía estaría muy justificada y sería muy defendible desde el punto de vista de la política, porque supone un gesto de reconciliación por todas las partes. El Gobierno de Mariano Rajoy y el propio Estado también cometieron errores en aquel proceso en relación con la represión y con algunas, digamos, acusaciones judiciales.

P. Apoyó a Pedro Sánchez desde el principio en su reconquista del poder en el PSOE. ¿Se siente reconocido en el PSOE actual?

R. Me reconozco porque este partido jugó un papel importantísimo en las políticas sociales, en las políticas de ayuda a la población, a los sectores económicamente más débiles. Este partido, en ese Gobierno de coalición con Unidas Podemos, ha aprobado leyes progresistas en favor de la igualdad y de la libertad de la mujer. Me reconozco, pero tengo discrepancias. Además, nunca he sido sanchista, como tampoco fui felipista en su día. Soy socialista e intento tener una opinión, un criterio propio día a día.

P. ¿Este PSOE es el mismo partido que en 2017, cuando Sánchez volvió a Ferraz?

R. Es un partido de gobierno. A partir de la moción de censura, el PSOE tiende a cambiar mucho, ya que el partido prácticamente desaparece como tal y concentra toda su actividad en la Moncloa. En ese sentido, el partido ha variado y creo que también el partido internamente, de cara a su militancia, necesita unas dinámicas de deliberación y de consulta más habituales y más profundas.

Odón Elorza (San Sebastián, 1955) fue una de las pocas voces críticas que el sábado en el comité federal del PSOE expresaron sus dudas con la ley de amnistía. El exalcalde de San Sebastián considera que una norma mal planteada será un error que puede pasar factura durante mucho tiempo al partido. "El PSOE no tiene que asumir compromisos si no hay un mínimo espíritu de reconciliación y de búsqueda de la concordia", sostiene. En un artículo publicado en su blog condensa su intervención ante el comité y esboza una serie de reflexiones, como el impacto que puede tener en la convivencia en el conjunto de España una ley que genera división. El también exdiputado por Gipuzkoa reconoce que el PSOE ha recurrido a la amnistía para garantizar la investidura de Pedro Sánchez y lamenta que la formación no haya trazado un plan B ante la posibilidad de una repetición electoral. Está convencido de que si ese es el escenario, los socialistas tendrán "escasas" opciones de ganar.

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