González: "La amnistía es pedir perdón y yo no lo haré por defender la Constitución"

La “oscuridad” sobre la amnistía, dice el expresidente González, es total. Y ahora, sostiene, lo único que hay es una batalla por el relato. O lo que es lo mismo, un debate sobre cómo contarlo a la opinión pública. Pero la amnistía, en su opinión, “no es más que pedir perdón por defender la Constitución, y por eso no la apruebo. No voy a pedir perdón por defender la Constitución y protegerla”. Es más, asegura, la amnistía es lo mismo que decir que siguen siendo válidas las leyes de la desconexión o el referéndum.

Esto es, precisamente, lo que la diferencia del indulto, asegura González. En este caso, se trata de un ejercicio de olvido de la pena, pero nunca un acto en el que los españoles tengan que pedir perdón a los independentistas en lugar de quienes aprobaron las leyes de desconexión en los plenos del parlamento de los días 6 y 7 de septiembre. Máxime cuando tanto la instrucción del juez Llarena como la sentencia del Tribunal Supremo se hicieron a plena luz del día, sin oscurantismo. “Nunca he visto un juicio con mayor publicidad”, asegura.

TE PUEDE INTERESAR

Felipe González: "Redondo padre me convocó una huelga y no se me ocurrió expulsarle"

Fran M. Galbarro. Sevilla

Aunque Felipe González nunca ha aprobado la concesión de la amnistía en los actos en los que ha participado en los últimos meses, nunca como este lunes, en un acto organizado por la Asociación de Periodistas Europeos (APE), se ha mostrado no sólo contundente, sino reflexivo sobre su significado último. No desde el lado jurídico, sino político, que es el que le interesa. En particular, su encaje constitucional, algo que rechaza porque no es una amnistía “clásica”, como la que se aprobó al comienzo de la Transición, sino porque es ilegítima.

Tampoco sería la misma que se aprobó tras los acuerdos del viernes santo entre unionistas y el IRA en la medida en que esta estuvo precedida de la unanimidad. Y cuando no la hubo en el Gobierno norirlandés, donde convivían ambos bandos, lo que hizo Londres, a modo de artículo 155 de la Constitución española, fue intervenir el funcionamiento de la Administración.

El propio González recuerda que él se mostró favorable a los indultos a los independentistas condenados por el Supremo, pero la amnistía, asegura, es muy diferente. "No es lo mismo perdonar [el indulto] que pedir perdón [la amnistía]. ¿Cómo va a pedir perdón quién defiende la legalidad y la convivencia constitucional a quien la rompe? La amnistía es el perdón y yo no lo pediré por defender la Constitución y protegerla", reitera.

¿Dónde están los que hicieron el Brexit?

A continuación, una advertencia. En España, “todavía, todavía”, no existe hoy un problema de convivencia, pero asegura que cada vez le preocupa más que los enfrentamientos de las élites “lleguen a la calle”. Su ejemplo clásico es que cuando un edificio colapsa lo hace porque sus cimientos, que no se ven, están quebrados, y por eso, sostiene, hay que tener cuidado con lo que se hace, porque lo que está en juego es la convivencia, que es el pilar de la democracia. ¿Dónde están ahora los que hicieron el Brexit?, se pregunta.

A González no le preocupa el debate sobre si España es una nación de naciones, sino que llama la atención sobre que quienes lo propalan son los mismos que no aceptan la existencia de España como nación. “Si usted reconoce a España como nación”, reta de forma indirecta a las independentistas, "podemos discutirlo", pero eso, asegura, no es lo que se plantea. González, de hecho, considera que es razonable defender que hay hechos diferenciales y está convencido de que el futuro pasa por un Estado federal con un Senado que sea una auténtica cámara territorial, pero “eso no impide la igualdad de derechos”.

"No pido que se rompa el bloque parlamentario, no lo he pedido y nunca lo haré"

Su posición crítica con el PSOE de Pedro Sánchez no le lleva, sin embargo, a pedir que diputados socialistas se puedan oponer en el Congreso. Considera, de hecho, que los llamamientos del presidente del PP, Núñez Feijóo, han sido contraproducentes. “No pido que se rompa el bloque parlamentario, no lo he pedido y nunca lo haré”, asegura. Tan contraproducente, dice González, como hablar de “derogar el sanchismo”, algo que habría penalizado el propio Feijóo.

Lo que le preocupa a González, por el contrario, es no sólo la amnistía, sino las causas de su posible aprobación. “¿Se estaría hablando de amnistía (se pregunta) si no fuera porque se necesitan los siete votos de los diputados de Junts?”. La respuesta del propio González es "no", y por eso considera que no se trata de una política de Estado. Por tanto, asegura, “es inadmisible desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista político. Es tanto como deslegitimar el Estado democrático”.