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Ferraz unifica la réplica al PP en el Senado en un solo portavoz para evitar grietas sobre la amnistía
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Aragonès hará el discurso en catalán

Ferraz unifica la réplica al PP en el Senado en un solo portavoz para evitar grietas sobre la amnistía

Los socialistas creen que entrar en el cuerpo a cuerpo es incoherente con su crítica a Feijóo por convertir la Cámara Alta en un "plató para sus espectáculos". Dejarán a Espadas como única voz frente a los barones populares

Foto: Juan Espadas, líder del PSOE andaluz, en el Senado. (EFE/Kiko Huesca)
Juan Espadas, líder del PSOE andaluz, en el Senado. (EFE/Kiko Huesca)
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La voz de Juan Espadas será la única que defienda los postulados del PSOE en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado. Los socialistas dejarán que sea el líder del partido en Andalucía, portavoz en el organismo convocado por el PP con su mayoría absoluta, quien se enfrente a los presidentes populares que acudirán este jueves a mostrar su rechazo a la posible amnistía a los implicados en el procés. Así evitan entrar en el cuerpo a cuerpo con los de Alberto Núñez Feijóo, pero también se ahorran la posibilidad de que haya disonancias en el discurso, algo que solo se permite abiertamente Emiliano García-Page. La otra postura que se escuchará en la Cámara Alta será la de Pere Aragonès, que anunció el martes su presencia de forma sorpresiva y será quien inaugure la sesión a partir de las 11:00.

La intención del jefe del Govern de acudir al Senado provocó una reunión entre Espadas, la portavoz de PSOE en el Senado, Eva Granados, y el vicepresidente de la Cámara, el extremeño Guillermo Fernández Vara. Los tres abordaron en la tarde del martes la estrategia a seguir y, según explican fuentes conocedoras del encuentro, no habrá cambios. El PSOE mantendrá su plan inicial y será el andaluz quien defienda sus intereses, por lo que no se prevé la participación de otros senadores como Juan Lobato, Ximo Puig o el propio Fernández Vara. El primero es el líder de la oposición madrileña y podrá aprovechar para confrontar con Isabel Díaz Ayuso, mientras que los otros dos han sido desalojados de sus ejecutivos autonómicos por Carlos Mazón y María Guardiola, respectivamente, que también estarán en la Cámara Alta.

Foto: Pere Aragonès, entrando en el Consell Executiu. (EFE/Andreu Dalmau)

La tesis que defiende el PSOE para mantener esta decisión responde a su convencimiento de que el PP está "instrumentalizando" el Senado para erosionar a Pedro Sánchez y su intento de investidura. Más explícito fue el miércoles Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones, que acusó a Génova de convertir la Cámara Alta en un "plató para sus espectáculos". En Ferraz, consideran que entrar en el cuerpo a cuerpo con los 13 barones del PP que desfilarán por Madrid este jueves es una forma de "hacerles el juego". Esa expresión es de un miembro del equipo de María Chivite, la presidenta de Navarra, que se ha quedado casi en solitario como representante del poder territorial del PSOE. Junto con ella están el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Ninguno de los tres presidentes autonómicos que conserva el PSOE después de la debacle del pasado 28 de mayo enviará a un representante al Senado. Los presidentes no están obligados a acudir, ni tampoco a mandar una delegación a esta comisión, que se suele utilizar como foro de coordinación entre el Gobierno y las regiones. Juan Espadas, en conversación con esta redacción, avanza que su intención, como portavoz en el organismo, es que se aborden en el futuro asuntos como la reforma del sistema de financiación autonómica. Es un asunto enquistado desde hace una década y se convertirá en una de las claves de la legislatura, si echa a andar, ya que es una aspiración que también comparten algunos de los presidentes del PP que estarán este jueves en el Senado.

Espadas quiere abordar asuntos como la financiación autonómica en la comisión general de las comunidades autónomas

La intervención de Espadas este jueves servirá para que el PSOE exprese su disconformidad con esa "instrumentalización". El senador andaluz explicará cómo su partido podría haber solicitado una reunión del mismo corte en las semanas previas a la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo para buscar el posicionamiento del PP en materias delicadas para Vox, como las políticas de igualdad o la lucha contra la violencia de género. Es la posición del partido y el hecho de que sea la única voz que se escuche también facilitará el cumplimiento de la "ley del silencio" decretada por Ferraz sobre los asuntos relacionados con la investidura y, de forma específica, sobre la amnistía.

La posición más discordante con el relato general de Ferraz es la de Emiliano García-Page, aunque es cierto que el barón castellano-manchego no ahorra en declaraciones contrarias a la posible amnistía. No las expondrá, en cualquier caso, en el Senado. "El partido está en modo sedación", apunta un cuadro socialista, una opinión que comparten otras fuentes consultadas. Es cierto que había senadores autonómicos que tenían intención de expresar su posición, pero la estrategia de la dirección del partido se ha acabado imponiendo. Fuentes socialistas explican, no obstante, que veían difícil que alguno de los senadores pudiera discrepar abiertamente en este foro. Esa creencia es importante si se tiene en cuenta que hay varios expresidentes y líderes regionales del PSOE en el hemiciclo.

El PP, en el Senado y en la calle

El PP pretende poner el foco en esas ausencias para atizar al PSOE por su apuesta de eludir la convocatoria en el Senado. Cuca Gamarra, el miércoles, incluso pidió a los barones socialistas que reconsiderasen su posición y levantasen el boicot. No es una estrategia muy diferente a la que desplegó Génova en los días previos a la votación fallida de Feijóo, cuando lanzaron cantos de sirena para intentar granjearse unas pocas abstenciones del PSOE que facilitaran la investidura del gallego. La estrategia marcada por la dirección popular, informa Pilar Gómez, pasa por poner el foco en las "desigualdades" entre comunidades autónomas que, a su juicio, provocan los pactos de Sánchez con los nacionalistas.

Foto: Alberto Núñez Feijóo durante el desayuno informativo de EP. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

"Para que a unos se les dé más, a otros se les tiene que dar menos", apuntan fuentes de Génova, que muestran su confianza en los barones del PP, que gobiernan sobre ciudadanos que, aseguran, se pueden ver "perjudicados" por las alianzas de Sánchez. Algunos de los líderes territoriales del partido de Feijóo han hablado entre ellos en un intento de coordinar sus intervenciones, que vendrán después del discurso de Pere Aragonès. El catalán abre el turno porque su estatuto fue el primero en salir adelante. Después irán los barones populares por orden de antigüedad de aprobación de la máxima ley autonómica.

Desde entonces, y con el Senado como atalaya gracias su mayoría absoluta, el PP ha puesto en marcha una ofensiva que busca forzar posicionamientos díscolos de socialistas que agrieten el muro de Ferraz. Y esto, de momento, no ha ocurrido. Más bien lo contrario, con adhesiones a Sánchez para su intento de investidura más o menos explícitas. Es lo que ha hecho Espadas en los actos andaluces del presidente en funciones, pero también Salvador Illa y Ximo Puig, que se mostró a favor de aplicar "medidas de gracia". Incluso Susana Díaz, eterna crítica con Sánchez, ha defendido en público que hay que esperar a conocer el texto para después posicionarse.

La voz de Juan Espadas será la única que defienda los postulados del PSOE en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en el Senado. Los socialistas dejarán que sea el líder del partido en Andalucía, portavoz en el organismo convocado por el PP con su mayoría absoluta, quien se enfrente a los presidentes populares que acudirán este jueves a mostrar su rechazo a la posible amnistía a los implicados en el procés. Así evitan entrar en el cuerpo a cuerpo con los de Alberto Núñez Feijóo, pero también se ahorran la posibilidad de que haya disonancias en el discurso, algo que solo se permite abiertamente Emiliano García-Page. La otra postura que se escuchará en la Cámara Alta será la de Pere Aragonès, que anunció el martes su presencia de forma sorpresiva y será quien inaugure la sesión a partir de las 11:00.

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