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PSOE y PSC advierten a ERC y Junts que "no hay avance posible" desde la unilateralidad
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TRAS PEDIR EL COMPROMISO DE UN REFERÉNDUM

PSOE y PSC advierten a ERC y Junts que "no hay avance posible" desde la unilateralidad

Los independentistas pactaron una resolución en el Parlament para no apoyar la investidura de ningún candidato "si no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum"

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (d), conversa con el líder del PSC, Salvador Illa (i) durante la Fiesta de la Rosa el pasado domingo. (EFE/Toni Albir)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (d), conversa con el líder del PSC, Salvador Illa (i) durante la Fiesta de la Rosa el pasado domingo. (EFE/Toni Albir)

Tanto para el PSOE como para el PSC, el referéndum sigue siendo una línea roja. Ferraz y su partido hermano en Cataluña contestaron a la resolución del Parlament a favor de comprometer un referéndum a cambio de la investidura de Pedro Sánchez con un comunicado conjunto para mostrar unidad y advertir que su voluntad de "un diálogo que ha de servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España". "Por ese camino", concluyen, "no hay avance posible". ERC y Junts pactaron una resolución para no apoyar la investidura de ningún candidato "si no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum".

La unilateralidad, por tanto, queda fuera de los márgenes de la negociación, aun sin exigir por el momento una renuncia expresa para llegar a un acuerdo. Al igual que vienen repitiendo desde Ferraz y La Moncloa en las últimas semanas, cualquier acuerdo debe darse dentro del marco de la Carta Magna: "El camino es el de la convivencia y la cohesión, el entendimiento y el progreso económico y social de Cataluña y del resto de España, siempre dentro de la Constitución", señalan en el breve comunicado de respuesta.

Foto: Oriol Junqueras, este jueves frente al Congreso de los Diputados. (EFE / Juan Carlos Hidalgo)

El PSOE ya había trasladado a sus interlocutores de JxCAT los "límites" en los que buscan enmarcar las negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez. El principal de ellos tiene que ver con el abandono de la vía unilateral por parte de los independentistas. La renuncia a repetir otro 1-O. "Superar" los acontecimientos que rodearon el referéndum ilegal y garantizar con ello la "normalización institucional", según defienden desde el Gobierno. Una contrapartida para justificar un alivio penal como un pacto por la "convivencia". De ahí que fuentes de la Moncloa subrayasen ya hace unos días que "hay cuestiones previas que son importantes" antes de abordar una negociación sobre la amnistía, además del "contenido".

Para los socialistas sigue siendo una línea roja el referéndum de autodeterminación, aunque están dispuestos a sentarse a dialogar para buscar salidas al "conflicto político", como durante la pasada legislatura dentro de la mesa de diálogo. El propio Carles Puigdemont evitó situar el referéndum de autodeterminación como una condición previa para dar su necesario apoyo a Pedro Sánchez. Sin embargo, ha reiterado que su partido "mantiene la legitimidad del 1 de Octubre y no ha renunciado ni renunciará a la unilateralidad como recurso legítimo para hacer valer sus derechos". Este es uno de los puntos de mayor fricción. Unas posiciones de "máximos", según los negociadores socialistas, que esperan ver rebajados para poder alcanzar un acuerdo.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ya delimitó algunas de las condiciones que el PSOE pondrá sobre la mesa para seguir dando pasos en la desjucialización en su última comparecencia ante los medios. Sobre el "debate de la unilateralidad", dijo, "que por desgracia sigue incorporando parte del independentismo", llamó la atención sobre su peso residual. Un 10% de apoyo social frente a un 90% que se muestra en contra, explicó citando el CEO catalán. En este sentido, dio a entender que la renuncia al unilateralismo que llevó al 1-O será una suerte de línea roja porque el Gobierno va a "apelar a esa mayoría para trascender" el procés. A una mayoría de catalanes, añadió, "que quieren diálogo, reencuentro, convivencia y concordia".

Al mismo tiempo que pedía apartar la unilateralidad como gesto recíproco, Sánchez defendió que su objetivo para gobernar los próximos cuatro años es "el progreso y la convivencia". "El método será el diálogo", tanto con los agentes sociales para profundizar en el "progreso" como con los actores "territoriales" para avanzar en el marco de la "convivencia". Todo ello, insistió, en coherencia con la política desplegada durante la última legislatura, con los indultos primero y la reforma del Código Penal después, y siempre dentro "del marco de la Constitución".

Tanto para el PSOE como para el PSC, el referéndum sigue siendo una línea roja. Ferraz y su partido hermano en Cataluña contestaron a la resolución del Parlament a favor de comprometer un referéndum a cambio de la investidura de Pedro Sánchez con un comunicado conjunto para mostrar unidad y advertir que su voluntad de "un diálogo que ha de servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España". "Por ese camino", concluyen, "no hay avance posible". ERC y Junts pactaron una resolución para no apoyar la investidura de ningún candidato "si no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum".

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