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La alargada sombra de Bildu el 23-J: guiños a etarras de su candidata al Senado
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La alargada sombra de Bildu el 23-J: guiños a etarras de su candidata al Senado

Sortu, dentro de la coalición de Arnaldo Otegi, pide el voto con un cartel con la bandera que reclama la excarcelación de los presos etarras. Patxi López asegura no saber que Jasone Aguirre prometió la vuelta a "casa" a los reclusos

Foto: Arnaldo Otegi, Oskar Matute y Jasone Agirre. (EFE/Miguel Toña)
Arnaldo Otegi, Oskar Matute y Jasone Agirre. (EFE/Miguel Toña)

Tras la tormenta con sus listas el 28-M, EH Bildu ha medido con mucha precisión su campaña para el 23-J. Su líder, Arnaldo Otegi, los referencia como "la izquierda antifascista", afila el discurso social y obvia todas sus sombras, mientras sus candidatos al Congreso y al Senado, donde concurren en coalición con ERC, hacen lo propio. En segundo plano, pero sin reproche, quedan acciones como el guiño a los presos etarras que su cabeza de lista al Senado por Bizkaia, Jasone Agirre, materializó ante Otegi y Oriol Junqueras, líder de ERC. O el cartel difundido por Sortu, dentro de Bildu, haciendo suya la bandera del colectivo que pelea por los presos de la banda terrorista. Se cuidan mucho de volver a presentar a etarras condenados por delitos de sangre en sus listas, pero asociaciones de víctimas como Covite les afean su "cinismo", y entienden que es un cálculo enfocado a seguir ampliando su base electoral.

"Durango también es el pueblo que aún tiene presas y presos en las cárceles, pero que conseguirá que vuelvan a casa", afirmó Agirre hace poco más de una semana, en el mitin esa localidad. Después se refirió a siete presos encarcelados: Gregorio Vicario, Gita, Dolores López, Guillermo Merino, Itziar Alberdi, Gorka Palacios, Juan Jesús Narváez y Jurdan Martitegui.Vicario, Alberdi y Narváez, además, fueron condenados por delitos de sangre. Su gesto de apoyo se vio difuminado por la "gran alianza" entre Otegi y Junqueras para perseguir la independencia de Euskadi y Cataluña, sin que nadie corrigiera a la exdiputada vasca. O sin que matizaran su acusación al PNV, el rival a batir el 23-J, de haberse "abrazado a los votos de los cuarteles", en referencia al PP. Y sin que el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, se hubiese enterado una semana después, ya en pleno debate de candidatos vascos del lunes, en EITB.

"No lo había oído, pero me parece radicalmente mal", afirmó el exlendakari socialista ante el portavoz del PP, Javier de Andrés. Acto seguido, López le acusó de haber "utilizado a las víctimas", de haber "enfrentado a unas víctimas con otras", por el uso de la expresión "Que te vote Txapote", popularizada por algunos dirigentes del PP y Vox como lema contra Pedro Sánchez y su alianza con Bildu. Consuelo Ordóñez, de Covite, fue precisamente quien reclamó que dejara de utilizarse de este modo el nombre del responsable de 13 asesinatos, y Bildu aprovechó para tildar de "indigno" el uso de un eslogan rechazado por las víctimas. "Sus palabras no valen absolutamente de nada", afirman hoy, antes de denunciar el "doble juego" de la izquierda independentista.

Bildu, crecida en su competición con el PNV, y clara favorita en la izquierda frente a los socialistas o a Sumar, ha mimado los mensajes en fondo y forma, en lo que en Covite consideran "un doble juego". "Quieren mostrar su cara amable, ampliar la base electoral como partido progresista en Euskadi y Navarra, pero sin olvidar sus reivindicaciones clásicas, a los presos de ETA", abundan.

El martes, la asociación de Ordóñez cargó contra el cartel difundido por Sortu, que integra la bandera de Sare. Bildu acude cada año a las manifestaciones de este colectivo, y su posición oficial es que exige "cumplir la legalidad penitenciaria", una vez acabado el alejamiento y las "situaciones de excepcionalidad". El cartel ha levantado ampollas en Covite: "Luego dicen que respetan a las víctimas. Mentira. Solo les importan los asesinos", acusan en redes.

En la última semana, esa "cara amable" ha sido la del cabeza de lista por Bizkaia, Oskar Matute, su representante en el debate entre portavoces del Congreso, el pasado jueves. Iván Espinosa de los Monteros (Vox) sugirió que Matute pudo estar vinculado con alguno de los crímenes de la banda terrorista, y le preguntó dónde estaba la noche antes del asesinato de Miguel Ángel Blanco (13 de julio de 1997). "Me encontraba de vigilia, pidiendo la libertad de Miguel Ángel Blanco, en Ermua, no sé dónde estabas tú", respondía. Su trayectoria y orígenes políticos le permiten marcar distancias con otros perfiles de la izquierda independentista vasca más ensombrecidos por ETA, y su solvencia como parlamentario le ha generado el respeto de buena parte de dirigentes y militantes de su aliado ERC, pero también de Podemos, que pesca en el mismo caladero de votantes.

Foto: El coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, y la candidata Mertxe Aizpurua. (EFE/Javier Zorrilla)

Ya antes de la campaña, y especialmente en la carrera al 23-J, Matute y el republicano Gabriel Rufián, que sí estuvo presente en el acto en Durango, han reivindicado su capacidad de imponer al PSOE políticas de corte más social, dirigiendo la acción del Gobierno. Desde ambas fuerzas se presentan como la izquierda que es capaz de conducir a los socialistas por las riendas, criticando y obviando a la plataforma de Yolanda Díaz. Pero, para la asociación de víctimas que lidera Ordóñez, el propio Matute es "el blanqueador más eficaz" que tiene la izquierda independentista vasca, ya que comparte espacio político con otros dirigentes con un pasado marcado por sus vínculos o su cercanía a la banda.

A finales de 2021, los propios presos de ETA reclamaron el fin de los homenajes públicos que recibían tras ser excarcelados —ongi etorri—, pero hoy Covite critica que estos se siguen celebrando "en privado". Y, en lo que toca a las fiestas populares, como las que estos días acogen varios municipios de Euskadi y Navarra, critican que Bildu "siempre aprovecha y cuela sus mensajes en favor de los presos", aprovechando estos entornos Si los dirigentes encarcelados por el procés, condenados por sedición y malversación, son habitualmente sacados a colación en los discursos de Esquerra, los presos etarras no aparecen en las intervenciones de los portavoces de Bildu.

Sin embargo, aprovechando ocasiones como las fiestas de Otxandio, Vizcaya, Covite ha denunciado la inclusión de una concentración a favor de la excarcelación de los etarras en el programa oficial de las fiestas. "Tanto el ayuntamiento como la comisión de Derechos Humanos [convocante] están gestionados por EH Bildu", critican. Es la misma asociación que ya hizo público que habían incluido en sus listas al 28-M a 44 condenados por pertencia a ETA, siete de ellos por delitos de sangre, y que hoy cree que el mismo partido ha renunciado a revivir esta polémica por temor al efecto de este "escándalo". "No solo quieren tener a su electorado clásico, sino ampliarlo a un público más joven o distinto", zanjan.

Tras la tormenta con sus listas el 28-M, EH Bildu ha medido con mucha precisión su campaña para el 23-J. Su líder, Arnaldo Otegi, los referencia como "la izquierda antifascista", afila el discurso social y obvia todas sus sombras, mientras sus candidatos al Congreso y al Senado, donde concurren en coalición con ERC, hacen lo propio. En segundo plano, pero sin reproche, quedan acciones como el guiño a los presos etarras que su cabeza de lista al Senado por Bizkaia, Jasone Agirre, materializó ante Otegi y Oriol Junqueras, líder de ERC. O el cartel difundido por Sortu, dentro de Bildu, haciendo suya la bandera del colectivo que pelea por los presos de la banda terrorista. Se cuidan mucho de volver a presentar a etarras condenados por delitos de sangre en sus listas, pero asociaciones de víctimas como Covite les afean su "cinismo", y entienden que es un cálculo enfocado a seguir ampliando su base electoral.

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