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El secreto que impulsa a Bildu: candidatas 'españolas' que no hablan euskera
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LA ESTRATEGIA DE BILDU

El secreto que impulsa a Bildu: candidatas 'españolas' que no hablan euskera

Rocío Vitero, cabeza de lista de la izquierda radical en Vitoria, hace gala de sus orígenes zamoranos y de su trayectoria trabajando con los más vulnerables. Ganó las elecciones del 28-M

Foto: La candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Vitoria, Rocío Vitero. (EFE/David Aguilar)
La candidata de EH Bildu a la Alcaldía de Vitoria, Rocío Vitero. (EFE/David Aguilar)

Trabajadora social, con orígenes zamoranos y euskaldunberri (habla euskera, pero no es su lengua materna). Rocío Vitero (Vitoria, 1980) condensa la estrategia con la que Bildu ha conseguido ser el gran triunfador del 28-M en el País Vasco: potenciar su perfil de izquierdas y esconder el nacionalista. Vitero, la candidata de la coalición radical a la alcaldía de Vitoria, firmó una de las gestas de la formación: primera en un plaza que hace poco más de 10 años gobernaba el PP. Sacó 24.845 votos y siete concejales. Otros factores han ayudado a Bildu a tejer su estrategia, el desgaste del PNV, el hecho de que el PSOE haya asimilado al partido al resto de fuerzas o el convulso pulso entre Podemos y Sumar, pero el mejor ejemplo es Vitero, un rostro amable y que poco tiene que ver con los históricos de la antigua Batasuna.

Foto: Arnaldo Otegui, líder de EH Bildu. (EFE/David Aguilar)

Vitero ganó en Vitoria, aunque los pactos postelectorales le arrebatarán el bastón de mando en favor de la candidata del PSOE, y su colega María del Río, cabeza de lista en Bilbao, quedó segunda. Son perfiles similares para intentar arrebatar la hegemonía en el País Vasco al PNV.

La vitoriana hace gala siempre que puede de sus orígenes. A pesar de que hay quien todavía sigue analizando los apellidos de los políticos abertzales, buscando, de forma un tanto anacrónica, algún patrón, no es el caso de Vitero. Sus padres son de dos pueblos, pequeños y cercanos, en Zamora, según explicó durante la campaña. Como muchos otros, los padres de Vitero llegaron a Euskadi en busca de un futuro mejor. Su madre recaló en Vitoria con 14 años para “cuidar a los niños del jefe de la BH”, según contó en una entrevista con el periódico Noticias de Álava. Posteriormente llegó su padre, para trabajar precisamente en la fábrica de BH. Después lo hicieron más miembros de su familia en una historia semejante a la de tantos migrantes.

placeholder Otegi, la candidata de EH Bildu a la Diputación de Álava, Eva López de Arroyabe, y la candidata a alcaldesa de Vitoria, Rocío Vitero. (EFE/David Aguilar)
Otegi, la candidata de EH Bildu a la Diputación de Álava, Eva López de Arroyabe, y la candidata a alcaldesa de Vitoria, Rocío Vitero. (EFE/David Aguilar)

Quizá en otro tiempo ese origen pudiera suponer un lastre, algo que ocultar o, al menos, de lo que no hacer gala. Pero en el contexto actual, refuerza la narrativa de izquierdas y obrera y resuena con votantes que, si bien sus orígenes se remontan a otros puntos de España, no tienen problema en votar a Bildu. En una de esas entrevistas de corte más personal que abundan en campaña, Vitero detalló en El Correo que su objeto más preciado es un pañuelo zamorano de su abuela materna. Un símbolo de su pasado.

Ese perfil alejado de lo que ha sido la ortodoxia de la izquierda abertzale se nota también en la trayectoria profesional de Vitero. Estudió Trabajo Social y cuenta con un máster en Exclusión, Integración y Ciudadanía. A diferencia de otros perfiles muy extendidos en la izquierda nacionalista radical, Vitero no llega de los “movimientos sociales” (generalmente, cuestiones relacionadas con los presos de ETA) ni tampoco de otros ámbitos relacionados con la cultura vasca. De hecho es euskaldunberri y acude a clases para mejorar su euskera.

Foto: Eh Bildu cierra la campaña electoral en San Sebastián. (EFE/Javier Etxezarreta)

Vitero, que no será la próxima alcaldesa de Vitoria -el acuerdo entre PNV y PSOE dará el bastón de mando a la candidata socialista, que también contará con el apoyo del PP- fue voluntaria en la Cruz Roja y llegó a ser responsable en Vitoria del Centro Municipal Aterpe para personas sin hogar. También estuvo al frente de Sidalava, una organización que tiene como objetivo concienciar sobre el VIH y combatir la discriminación hacia las personas que lo padecen.

No está de más echar un vistazo al contexto en que Vitero entró en política. Lo hizo en 2019, como número dos de la lista que encabezaba Miren Larrion. EH Bildu se quedó tercera y no se benefició de la estrategia que adoptó en 2015. Entonces fue segunda fuerza por detrás del PP de Javier Maroto y decidieron hacer una arriesgada apuesta: facilitaron la llegada a la alcaldía de Gorka Urtaran, del PNV, a pesar de que estos eran la tercera fuerza en el consistorio.

Foto: Miren Larrion en un acto de EH Bildu. (EFE/J. R. Gómez)

Ya en la pasada legislatura, la izquierda radical vio cómo se truncaba la carrera política de una de sus grandes promesas, Miren Larrion. Dimitió tras conocerse que había suplantado la identidad de una compañera de partido y acabó siendo condenada a tres años de cárcel por delitos de falsedad documental, usurpación de estado civil y hurto (pena conmutada por servicios a la comunidad). Ahora, sin embargo, la nueva apuesta de EH Bildu ha conseguido ser la candidata más votada en Vitoria.

El perfil de Vitero es similar al de María del Río, cabeza de lista en Bilbao y que ha llevado a Bildu a la segunda posición en la capital vizcaína. Del Río es doctora en Derecho y profesora de la Universidad del País Vasco. Además, no proviene de Sortu sino de Alternatiba, la formación de Oskar Matute, que en su momento se escindió de Ezker Batua.

Trabajadora social, con orígenes zamoranos y euskaldunberri (habla euskera, pero no es su lengua materna). Rocío Vitero (Vitoria, 1980) condensa la estrategia con la que Bildu ha conseguido ser el gran triunfador del 28-M en el País Vasco: potenciar su perfil de izquierdas y esconder el nacionalista. Vitero, la candidata de la coalición radical a la alcaldía de Vitoria, firmó una de las gestas de la formación: primera en un plaza que hace poco más de 10 años gobernaba el PP. Sacó 24.845 votos y siete concejales. Otros factores han ayudado a Bildu a tejer su estrategia, el desgaste del PNV, el hecho de que el PSOE haya asimilado al partido al resto de fuerzas o el convulso pulso entre Podemos y Sumar, pero el mejor ejemplo es Vitero, un rostro amable y que poco tiene que ver con los históricos de la antigua Batasuna.

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