ERC y Bildu se jactan de su influencia sobre Sánchez: "Ha negociado con nosotros semana a semana"

La izquierda independentista vasca y catalana presume de influencia sobre el Gobierno de Pedro Sánchez a 10 días de las elecciones generales. Arnaldo Otegi, Oriol Junqueras y Gabriel Rufián se han dado cita este lunes en un mitin en Durango (Vizcaya), donde los líderes de EH Bildu y ERC han escenificado que caminan juntos hacia la independencia de sus "naciones". Y donde el portavoz de Esquerra en el Congreso, ha explicitado hasta qué punto el PSOE depende de ambas fuerzas en el Congreso de los Diputados: "El PSOE se ha visto obligado a negociar, semana a semana, con el independentismo de izquierdas vasco y catalán", espetó Rufián. Todo, en un momento en el que el jefe del Ejecutivo hace lo posible por marcar distancias con ambas fuerzas, imprescindibles para aprobar buena parte de las leyes durante la XIV Legislatura, consciente de que le penaliza en las urnas.

El líder de ERC en Madrid se jactaba de haber contribuido a "mejorar" la agenda legislativa de Sánchez, y pedía el voto para ambos partidos, que presentan listas conjuntas en el Senado, para seguir empujando a los socialistas hacia la izquierda: "No somos responsables de las decisiones del PSOE", esgrimía, pero "sí somos responsables de algunas de sus buenas rectificaciones". "Quien quiera más, que nos dé más fuerzas", reclamó.

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En esta línea, el líder de ERC presumió de haber "sentado" al Ejecutivo de Sánchez en la mesa de diálogo, y se lamentó de los "altísimos precios" pagados por el independentismo para defender estas vías, en referencia a su estancia en prisión preventiva y su posterior condena por su rol en el procés, antes del indulto. "Da igual si cada vez hay más agresividad ante el independentismo", mitineó su homólogo en Bildu, que hasta llegó a bromear con sus visitas a Junqueras y a presos de ETA en las cárceles. "Agradezco a los presos" poder "entrar en una cárcel y poder salir", es "una experiencia nueva", ironizó.

"Hay un bloque reaccionario, con un programa reaccionario, que presenta un candidato que se llama FeiVox", arengó el dirigente vasco, alertando de que no toca distinguir entre PP y Vox, ya que los conservadores "compran todos y cada uno de sus programas y de sus proyectos". Cargó contra el PNV por el "pacto de la vergüenza" en Durango, donde la suya fue la fuerza más votada, pero el partido jeltzale se hizo con la alcaldía tras pactar con el PSE, con el apoyo del concejal del PP en la ciudad. "No seremos nunca equidistantes entre la extrema derecha y los bloques de progreso", lanzó, al PNV.

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Y, mientras Junqueras dedicaba más esfuerzos en vender las bondades de una hipotética independencia, Otegi ponía el foco en el 23-J. "Hay un voto a la izquierda del PSOE, es el que sirve par desalojar a las derechas, se llama EH Bildu", mitineó, prometiendo una segunda "noche de San Juan" en las generales, cuando espera "decirle que no al fascismo". Rufián, en la línea, incidía en que el PSOE "no hace", motu proprio, políticas de izquierdas: "Al PSOE se le obliga a hacer".

"La clave no es darle fuerza al PSOE para que, supuestamente, pueda parar a lo que tiene a su izquierda", sino "dar fuerza a ERC y Bildu para obligarle a pactar con lo que tiene a su izquierda". Todo un alarde de su capacidad de sugestión, a apenas un par de horas del debate en el que Sánchez quiere poner tierra de por medio, ante un líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se esfuerza por hacer lo contrario.