Es noticia
La polémica de Bildu alimenta a Vox y rompe los cálculos de Sánchez y Núñez Feijóo
  1. España
Elecciones del 28-M

La polémica de Bildu alimenta a Vox y rompe los cálculos de Sánchez y Núñez Feijóo

Los de Abascal crecen entre dos y tres puntos en los últimos días en autonomías por decidir. El PP no recoge voto y tendría que negociar con un socio más fuerte. La Moncloa ve rota su cadena de anuncios y el PSOE acusa el desgaste

Foto: El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Pedro Puente Hoyos)
El presidente de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Pedro Puente Hoyos)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Último cara a cara en el Senado antes del 28-M. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se han lanzado reproches mutuos sobre la utilización política de ETA. El debate recordaba a otros tiempos. “Es usted más generoso con los verdugos que con las víctimas”, le afeó el gallego en un enfrentamiento lleno de tensión, en el que el presidente socialista no dudó en tirar de hemeroteca: “Quien quiera saber hasta dónde llega la falta de escrúpulos del PP en la utilización del terrorismo solo tiene que recordar los días 11, 12 y 13 de marzo de 2004”. Artillería pesada que dejaba ver que Sánchez se había sentido acorralado por la incomodidad de tener que explicar si volvería a llegar a acuerdos con el partido de Arnaldo Otegi. ¿Quién ganó el debate? Los trackings de las empresas demoscópicas señalan que Santiago Abascal.

Ningún equipo de campaña hubiera adivinado que la banda terrorista iba a colarse en la agenda como lo hizo, después de que las víctimas denunciasen que Bildu llevaba en sus listas a siete candidatos con condenas por crímenes de sangre. Ayer renunciaron a ostentar su cargo si finalmente son elegidos, pero el terremoto político ya es imparable. Los datos de los últimos días que manejan los partidos reflejan una tendencia ascendente de Vox.

El partido de Abascal ha experimentado una importante subida a raíz de que la izquierda abertzale haya copado los titulares de los medios. En algunos territorios, la formación de ultraderecha ha alcanzado cuotas del 13% de los votos en autonomías en las que se movía en torno al 10%, según los trackings diarios que realizan las agencias privadas de consultoría. El empujón de Vox puede determinar el mapa político en regiones que estaban muy ajustadas, como la Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha. Por el contrario, las mismas fuentes aseguran que en la Comunidad de Madrid el efecto Bildu lo absorbe la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que consolidaría la mayoría absoluta.

Los de Abascal habían optado hasta el momento por una campaña de perfil bajo muy centrada en su nicho. Aprendieron de los errores de Andalucía, donde la sobreexposición de Macarena Olona y el discurso propio de la ultraderecha europea de la hoy presidenta de Italia, Giorgia Meloni, les penalizaron. Los candidatos han esquivado la polémica y son casi desconocidos. Abascal es el que tira de la marca y su valor se multiplica como adalid contra el terrorismo en el País Vasco. Fue perseguido por los terroristas y pone en valor su experiencia personal. El mensaje no deja lugar a interpretaciones, Vox ha pedido la ilegalización de Bildu y ha llevado al Congreso una proposición para que los partidos “se retraten”. La Mesa de la Cámara ha rechazado el carácter urgente y no se debatirá antes de las elecciones.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el debate de este martes en el Senado. (EFE/Kiko Huesca)

Como ocurrió con la moción de censura, la idea es poner al PP en una situación incómoda. Feijóo ha sido muy duro con la presencia de terroristas en las listas, pero no ha llegado a pedir que se inhabilite a Bildu. Sí lo ha hecho Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP ha exigido que se comprometan a renunciar a su cargo por escrito, no solo los siete candidatos con crímenes en su historial, sino también los otros 37 exmiembros de ETA que concurren el 28 de mayo. Además, apuesta por introducir cambios en la ley de partidos para que no haya terroristas en las candidaturas. Este discurso no ha supuesto grandes cambios en las expectativas de voto de los populares, según las mediciones diarias que hacen los encuestadores en la recta final.

Solo Díaz Ayuso capitaliza de forma clara este debate. Su posición, más combativa que la de Génova, moviliza al electorado de Vox, que ya en buena medida ha decidido decantarse por la presidenta. Rocío Monasterio tiene un suelo que se ha convertido en su techo, con el voto en un 10%. El resto de los líderes regionales del PP ha visto una oportunidad para socavar a los barones socialistas. Tanto Emiliano García-Page, que lo hizo en presencia de Pedro Sánchez, como Javier Lambán han rechazado los pactos con Bildu, pero el historial de la Moncloa pesa sobre ellos. En el caso del extremeño Guillermo Fernández Vara, ha defendido que se pueda pactar con Bildu si el PP lo hace con Vox.

Foto: El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. (EFE/Javier Etxezarreta)

Aquí, en los pactos, es donde, más allá de no arañar voto, se le complica el escenario a Feijóo. Si los de Abascal se mantienen fuertes, estarán en disposición de exigir entrar en los gobiernos. Génova afronta el día después con la idea de evitar coaliciones y cerrar pactos de investidura, pero son conscientes de que la distancia que haya con la formación de ultraderecha determinará el grado de compromiso. El líder del PP se ha conjurado para no mencionar a Vox, en esa idea de que lo que no se nombra no existe.

En las filas populares, se celebra más el desgaste del adversario, el PSOE, que los tantos propios. Más allá de que Bildu infle a Vox, se quedan con que los socialistas se estén dejando votos. En los sondeos, se ha frenado una tendencia ascendente que tenía el PSOE en territorios como Comunidad Valenciana o Aragón desde que ETA ha entrado en los mítines. Aquí son los presidentes autonómicos los que intentarán llevar a casa los mensajes de campaña, a pesar de Sánchez.

El presidente se ha volcado desde el primer momento en movilizar a la izquierda. Su objetivo está en las municipales, que ha interpretado como una primera vuelta con Feijóo. En cada acto, ha hecho un anuncio que se ha aprobado en el Consejo de Ministros. Las promesas han girado en clave nacional. De la vivienda y los descuentos para jubilados hasta la sequía. Sánchez, según reconocen desde el PSOE, busca empatar (si no ganar) con el PP en el cómputo total de votos del 28-M. Otegi le truncó la estrategia que por el momento había logrado capitalizar: solo se hablaba de lo que quería la Moncloa.

Último cara a cara en el Senado antes del 28-M. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se han lanzado reproches mutuos sobre la utilización política de ETA. El debate recordaba a otros tiempos. “Es usted más generoso con los verdugos que con las víctimas”, le afeó el gallego en un enfrentamiento lleno de tensión, en el que el presidente socialista no dudó en tirar de hemeroteca: “Quien quiera saber hasta dónde llega la falta de escrúpulos del PP en la utilización del terrorismo solo tiene que recordar los días 11, 12 y 13 de marzo de 2004”. Artillería pesada que dejaba ver que Sánchez se había sentido acorralado por la incomodidad de tener que explicar si volvería a llegar a acuerdos con el partido de Arnaldo Otegi. ¿Quién ganó el debate? Los trackings de las empresas demoscópicas señalan que Santiago Abascal.

Vox Bildu Pedro Sánchez Alberto Núñez Feijóo
El redactor recomienda