La alargada sombra de EH Bildu le estalla de nuevo al PSOE en el camino a las urnas

La alargada sombra de Bildu se ha cruzado de nuevo en el camino del PSOE a las urnas. Si la campaña del 28-M estuvo marcada por la inclusión de siete etarras con delitos de sangre en las listas electorales del País Vasco y Navarra, los socialistas se han encontrado ahora con las declaraciones del delegado del Gobierno en Madrid, que reivindicó el papel de la formación abertzale radical en las alianzas parlamentarias de Pedro Sánchez y señaló que "ha hecho más por España que todos los patrioteros de pulsera". Las palabras de Francisco Martín, que horas después intentó disculparse, levantaron de nuevo una enorme polémica, con exigencias de dimisión o cese por parte del PP, Vox y diferentes asociaciones de víctimas del terrorismo.

Martín, que apenas lleva tres meses en el cargo, sorprendió a todos cuando fue preguntado por los socios de Sánchez y su comparación con los acuerdos de PP y Vox en gobiernos autonómicos y ayuntamientos. "Esos supuestos enemigos de España han contribuido a salvar miles de vidas de ciudadanos, apoyando el estado de alarma en los momentos más complicados, dignificando la vida de miles de pensionistas españoles, mejorando las condiciones laborales de miles de ciudadanos, posibilitando unos presupuestos que han materializado estas cuestiones", dijo el delegado del Gobierno durante un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, con una reflexión extensible a los independentistas de ERC en algunas cuestiones.

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La escena completa muestra que no fue un desliz. Martín, asesor en la Moncloa hasta su salto a la delegación, insistió en la importancia de Bildu para sacar adelante ciertas medidas. "Mi pregunta no es con quién se ha pactado, sino cómo es posible que esos patrioteros de pulsera no estuvieran remando a favor de España y los españoles estos cinco años. Es la gran reflexión de esa etapa", añadió en referencia al PP y Vox, ante la mirada de los ministros en funciones Fernando Grande-Marlaska y Félix Bolaños.

Nueva polémica

Los pactos con Bildu vuelven al PSOE como un bumerán antes de las urnas e hipotecan sus pasos en el peor momento. Como informó El Confidencial, las cuentas de Ferraz para el 23-J pasan por movilizar un 10% más de su potencial electorado y absorber el máximo espacio posible a su izquierda. Pero el precedente de las elecciones autonómicas y municipales, marcadas por Bildu y el resto de aliados de Sánchez, no es demasiado halagüeño.

La campaña dio un giro cuando la formación heredera de Batasuna incluyó a siete asesinos en las listas electorales del País Vasco y Navarra, junto a otros 37 nombres vinculados a la banda terrorista. La crítica fue unánime e incluso Sánchez afeó esta conducta. Y aunque los etarras renunciaron a recoger el acta en el caso de ser elegidos, la bola se hizo inmensa y no hubo forma de detenerla. La situación fue aprovechada por el PP para desarmar el discurso del presidente del Gobierno y otros dirigentes sobre la supuesta radicalidad de Alberto Núñez Feijóo por sus pactos con Vox.

La reacción del PSOE, pese al enorme revuelo, fue algo tímida y ninguno de los primeros espadas del Ejecutivo intentó desactivar públicamente la bomba. Del actual Consejo de Ministros solo habló la titular de Ciencia, Diana Morant, que dijo que es el PP quien "ha hecho por Bildu más que nadie". También intentó salir al rescate el secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, que justificó que se refería al PSOE y no a Bildu. Sin embargo, ni siquiera la disculpa de Martín calmó las aguas horas después, cuando alegó a EFE que no se había expresado "adecuadamente": "Lo que quería es recordar la continua deslealtad con la que las derechas han venido actuando desde el inicio de la legislatura, especialmente en los momentos más complicados".

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El contexto electoral aprieta y el PP no pasará por alto la polémica para acentuar el desgaste del PSOE ante el 23-J y desviar el foco de la cuestión de los pactos de los populares con Vox, que amenazan con contaminar la campaña de Alberto Núñez Feijóo. "El sanchismo es esto. Mimitos a Bildu e insultos al PP", sintetizan en la dirección de Génova, donde avanzan las líneas maestras del relato que explotarán en los próximos días contra Sánchez. En las filas de los populares, aún recuerdan la polémica con la ya expresidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, que dimitió después de haber llamado a Elías Bendodo, coordinador general de los populares, "judío nazi". Y es el mismo desenlace que Génova espera ahora para Francisco Martín.

La realidad es que el de Madrid no es el único frente abierto del Ejecutivo de Sánchez con la herencia de ETA. La Delegación del Gobierno en el País Vasco suspendió este jueves la colaboración con Aitziber Bañuelos para formaciones a funcionarios sobre violencia del género, al conocer que fue portavoz del colectivo de defensa de presos etarras Gestoras pro-Amnistía a finales de los años noventa. La respuesta del Gobierno es que desconocía por completo la vinculación de Bañuelos con la banda y que no ha estado al tanto hasta la denuncia del Sindicato Unificado de Policía (SUP). En el comunicado, expresa su "profundo respeto y la más alta consideración" a las víctimas.

Críticas de Feijóo

Feijóo denunció el episodio del delegado del Gobierno en Madrid este jueves, durante un acto del PP en Baleares. "A una inmensa mayoría de españoles, incluidos socialistas, nos avergüenza escuchar declaraciones que insultan la memoria, las instituciones y la inteligencia del país", aseveró el líder popular, que reiteró la petición de cese para Martín. "Decir que Bildu ha salvado vidas en España es algo que le inhabilita para seguir siendo alto cargo del Gobierno", incidió, para apelar a continuación a los votantes socialistas a los que les "avergüenza" que Bildu "marque la agenda política del Gobierno".

También Isabel Díaz Ayuso aprovechó la polémica para lanzarse contra Pedro Sánchez, al que acusó de liderar una "carrera desesperada" por "blanquear a Bildu sin reflexionar", y que lleva a decir "barbaridades" como la que, a su juicio, pronunció Francisco Martín. Este jueves, la presidenta de la Comunidad de Madrid recordó que "los herederos de Bildu" son "los mismos que han cometido los más graves delitos contra la democracia en España", y que solo en la región madrileña dejaron 123 muertos. "Este hombre debería ser cesado inmediatamente", concluyó. "Llevamos cinco delegados en cuatro años, y le queda un mes en el cargo... luego tampoco es que se le fuera a echar mucho de menos".

Vox elevó aún más los decibelios y llamó "miserable" a Martín por sus declaraciones. En redes sociales, el partido de Santiago Abascal pidió llevar la indignación por la polémica del delegado del Gobierno a las urnas. "¡Hay que echarlos!", publicaron en redes sociales. "No les basta con pactar con los asesinos de ETA y golpistas e incorporarlos a la dirección del Estado. Ahora también los alaban como si fuesen héroes", añadían.

La reacción no se ha limitado a los partidos. Las víctimas del terrorismo también expresaron su profundo malestar. La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) considera las palabras de Martín una "humillación", al decir que los abertzales radicales salvaron vidas, mientras que Dignidad y Justicia (DyJ) se sumó a la exigencia de "dimisión urgente" por "defender a Bildu por encima del resto de ciudadanos".