Carrera de ERC y JxCAT para ver quién es más independentista en el final de campaña

ERC y JxCAT han entrado en una carrera para ver quién es más independentista. No Xavier Trias, que sigue aspirando a la alcaldía de Barcelona sin mencionar la vocación secesionista de su partido, JxCAT. Pero sí otros notorios líderes políticos que pasado el ecuador de campaña han decidido competir a ver cuál de las dos formaciones es más soberanista, después de que la cuestión de la independencia no apareciese como tema marco de campaña en estas municipales. La campaña se hace larga y en estas circunstancias ERC y JxCAT ha optado por sacar el independentismo del armario.

La verdad es que la cosa no empezó en Barcelona, ya que el impulso por situar el tema del independentismo en medio de la agenda política es inversamente proporcional a los kilómetros que uno se acerca a la capital catalana. Fue la candidata por Girona de JxCAT, Gemma Geis, la que puso el tema sobre la mesa al asegurar hace dos días: “no he olvidado el Primero de Octubre, no he olvidado a los represaliados, no he olvidado un proyecto que tiene gran parte del país y que estamos en un estado que no nos permitirá votar nunca”, afirmó en un entrevista en Vilaweb. No definía una política que fuera a impulsar pero hacía un guiño a la nostalgia, a ese momento en que, según el independentismo, “estuvimos a punto de…”.

A partir de ahí el resto de políticos saltó a la palestra. Desde ERC, su candidato a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, quien reivindicó para sí la paternidad del 1-O, asegurando que tienen los “derechos de autor” y “la responsabilidad” de esa consulta. En el mismo sentido se pronunció el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que puso en guardia a los votantes contra “¡aquellos que en el verano de 2017 abandonaron el Gobierno y el pueblo para no organizar el referéndum del 1-O".

La respuesta de JxCAT no se hizo esperar. Corrió a cargo del secretario general del partido, Jordi Turull, quien aseguró replicando a Junqueras que esta municipales había que votar a JxCAT para “no tirar el voto del 1 de octubre a la basura”, aseguró desde Manresa. La CUP llevaba días pidiendo que se hablase de independencia y sus deseos fueron órdenes.

Críticas desde el constitucionalismo

Desde mediados de la semana, Daniel Sirera del PP llevaba acusando a Trias de “esconder su independentismo por tacticismo”. El candidato del PSC, Jaume Collboni, había señalado en una entrevista a El Confidencial cosas parecidas en un tono más suave: “Y es muy importante que tras las elecciones el mensaje internacional sea positivo. Y no lo será si gana Xavier Trias, que es uno de los riesgos que corremos en estas elecciones. Trias no es el candidato del orden. Trias es el candidato del caos, que es su partido”.

La clave es ERC, apuntan fuentes demoscópicas. La frontera de voto con el PSC ya está agotada, según los expertos consultados y hay que mirar hacia otro lado para seguir creciendo.

El termómetro republicano

Los republicanos se han marcado un termómetro para calibrar su éxito en estas elecciones municipales, según fuentes de su formación. El principal, es ganar terreno en el área metropolitana de Barcelona, como ha marcado su líder Oriol Junqueras. Y aquí el éxito se calibrará por diversos factores aislados. El principal es crecer en Santa Coloma, donde han presentado a Gabriel Rufián, aunque difícilmente podrán desplazar a la actual alcaldesa socialista Núria Parlón. También pretenden consolidarse como segunda fuerza en ayuntamientos donde también la victoria del PSC se da por segura, como es el caso de L’Hospitalet de Llobregat y Cornellà; en estos enclaves, por ejemplo, se trataría de romper algunas mayorías absoluta y recuperar mediante pactos municipales plazas como Badalona, Sabadell o Molins de Rei. Difícilmente ERC podrá conseguir todo a la vez por lo que habrá que leer los resultados electorales del 28-M con microscopio para leer correctamente si los republicanos han ganado o han perdido.

Costará valorar el 28-M si ERC ha conseguido sus objetivos en el área metropolitana

En muchas de esta zonas, tampoco en Barcelona, el independentismo no vende. Pero muchos candidatos no tienen un programa muy definido y al final el 1 de octubre es una especie de comodín que sirve para viajar a una imaginario común. Que el informe del comité de derechos humanos de la ONU asegure que España vulneró el derecho a la participación política de Carles Puigdemont al vetarlo como diputado haya pasado prácticamente desapercibido a excepción de los muy cafeteros de la política es una prueba más de que las municipales se mueven en otros parámetros, por mucho que también se celebren en Cataluña. Total, sin en Madrid se han pasado media campaña hablando de Bildu y de ETA, en Barcelona se pueden permitir el lujo de hacer lo mismo con el 1 de Octubre aunque ni una cosa ni la otra venga mucho a cuento en unos comicios locales. La CUP ya llevaba días criticando lo poco que se hablaba de la independencia en esta campaña.