Las 800 listas de Ciudadanos que ponen en riesgo los planes del PP el 28-M

"Creo que Ciudadanos en este momento es un partido que debe despedirse del ámbito político de la forma más digna posible. En las urnas no va a tener representación". El deseo de Alberto Núñez Feijóo no se ha cumplido. Al menos no totalmente. Pronunció esta frase en diciembre de 2022, durante una entrevista en Onda Cero. Entonces, el partido seguía liderado por Inés Arrimadas, y los naranjas se asomaban a unas tensas primarias que amenazaban con hundir el proyecto antes incluso de que lo hicieran las urnas. Pero no fue así. La diputada por Barcelona dejó paso a una nueva dirección, encabezada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, que han salvado los muebles de cara al 28-M con la presentación de 800 listas. Menos de la mitad que en 2019, pero suficientes como para tensar la cuerda con el PP y agitar un temor del que ya se hacen eco en Génova: el "voto perdido" a Ciudadanos puede complicar las mayorías del PP en importantes territorios.

El partido naranja tendrá representantes en ayuntamientos de peso, en todas las capitales de provincia y en las comunidades que abren las urnas en menos de un mes. La nueva dirección de Ciudadanos está convencida de que las siglas de los liberales estarán presentes no solo el 28-M, sino durante todo el ciclo electoral, incluyendo generales y europeas. Esta decisión ha llevado al partido a hacer sacrificios importantes, como el abandono de su sede nacional en la calle Alcalá —por la que abona unos 30.000 euros mensuales— y la búsqueda de un nuevo inmueble más económico y adaptado a la nueva realidad del partido.

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El PP ratifica sus temores ante un escenario que lleva semanas sobrevolando el cuartel general de Génova. En la dirección del partido asumen que se dirigen a una noche electoral "muy ajustada", en que las mayorías pueden decidirse por un puñado de papeletas en bastiones clave, como la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón o Baleares. Los populares fían su triunfo el próximo 28-M a factores como la desaparición de Podemos y la división de la izquierda. Pero reconocen que el paso adelante de Ciudadanos puede tener consecuencias negativas para sus intereses. El partido naranja tiene muy difícil lograr representación. Salvando algunos ayuntamientos, la mayoría de encuestas avanzan que no lograrán entrar en Parlamentos autonómicos clave.

Ciudadanos, por tanto, tiene muy difícil ocupar un rol determinante en la definición de nuevos gobiernos regionales. El análisis que hacen en Génova es que los cientos o miles de votos que aún puedan atraer las siglas naranjas no serán suficientes como para evitar su desaparición, pero sí pueden infligir un duro golpe al PP. "Es voto esencial que cae en saco roto", reiteran en las filas populares. La fragmentación es el principal enemigo de los partidos políticos en un contexto electoral ajustado, y Ciudadanos compite por el mismo electorado de centroderecha que el PP también aspira a reclutar.

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Los liberales albergan aún esperanzas de lograr representación en Baleares —cuya cabeza de lista es la presidenta nacional, Patricia Guasp— y en las regiones donde la barrera de voto para obtener representación baja del 5% al 3%, como es el caso de Asturias o Murcia. Donde creen tener más posibilidades es en el ámbito municipal. En la dirección del partido ven viable lograr algún edil en capitales como Cádiz, Granada, Córdoba, Albacete, Palencia o Ciudad Real. En estas dos últimas ciudades ya gobiernan alcaldes naranjas, que ya representan a la resistencia del partido. El palentino Mario Simón y la ciudadrealeña Eva Masías son dos ejemplos de dirigentes que han resistido a la opa del PP —Génova cifra en más de 200 los cargos que han cambiado el carné naranja por el azul— y encabezarán la lista de Ciudadanos el próximo 28-M.

Pero la plaza a la que Ciudadanos fía la supervivencia de su poder territorial es el Ayuntamiento de Madrid. Algunos sondeos apuntan a que el tirón de Begoña Villacís puede arrastrar el suficiente voto como para salvar representantes en el Consistorio de José Luis Martínez-Almeida. La encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial avanzaba hace semanas que la vicealcaldesa podría resistir con hasta cuatro ediles. Es un ejemplo de como los miles de votos que aún logra arrastrar Ciudadanos en algunas plazas podrían ser decisivos para el PP.

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En el caso de Madrid, si Villacís no hubiese encabezado una candidatura propia, esas papeletas podrían haberle elevado incluso hasta la mayoría absoluta. Algunas voces en el partido naranja advierten, además, que "la venganza se sirve en plato frío", y apuestan por abrir la puerta al PSOE en el Ayuntamiento de Madrid si los votos de Ciudadanos son decisivos para decantar mayorías a derecha o izquierda. Importante recordar en este punto cómo a Villacís se le cerró la puerta del PP cuando esta maniobró para cerrar una alianza electoral con Génova. Pero la operación la frenó en seco Isabel Díaz Ayuso. Además, la vicealcaldesa advirtió al alcalde popular que consideraría una "traición" el fichaje de ediles de Ciudadanos para sus listas. Pero tanto Pepe Aniorte como Ángel Niño, concejales de Villacís durante esta legislatura, abandonaron hace semanas las filas naranjas para sumarse al PP.

Pese a la resistencia de Ciudadanos en la presentación de listas, lo cierto es que la absorción de cargos —y votantes— de los liberales por parte del PP ha sido una constante en los últimos meses. El pasado mes de marzo, el coordinador general de Génova, Elías Bendodo, mantuvo una reunión presencial con el actual secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez. Se trata de una cita que confirmaron ambas partes, si bien las fuentes consultadas difieren en el contenido que se trató en la misma. Mientras, en Génova, sugieren que el dirigente naranja deslizó la posibilidad de alcanzar acuerdos entre ambas fuerzas en algunos territorios para garantizarse su supervivencia, en Ciudadanos desmienten esta versión y aseguran que "el mensaje principal" de Vázquez fue criticar la operación del PP para incorporar a sus filas a cargos de los liberales. "Transmitió que le parecía inaceptable la corrupción institucional que asumían al recibir tránsfugas. Y que tomaríamos nota para el futuro", sentencian.