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Ciudadanos gastará todos sus ingresos en 2023 y se abre a prescindir de su sede en Madrid
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LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA

Ciudadanos gastará todos sus ingresos en 2023 y se abre a prescindir de su sede en Madrid

Los naranjas asumen que tendrán que hacer ajustes para compensar la bajada de ingresos por la pérdida de representación institucional, la caída de afiliados o el gasto en campañas

Foto: Fachada de la sede de Ciudadanos, ubicada en la plaza de Ventas de Madrid. (EFE/Mariscal)
Fachada de la sede de Ciudadanos, ubicada en la plaza de Ventas de Madrid. (EFE/Mariscal)
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"Aunque nos hubiera gustado poder presentar para 2023 un presupuesto expansivo y que arrojase grandes beneficios para incrementar el patrimonio del partido, las circunstancias que enmarcan este año nos aconsejan prudencia y contención". Esta advertencia forma parte del balance económico que la nueva dirección de Ciudadanos, comandada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, presentó hace unos días ante el consejo general del partido. Pese a encadenar derrotas electorales desde 2019, el partido naranja siempre ha exhibido un músculo financiero capaz de hacer frente a un panorama cuanto menos adverso. Pero la situación comienza a ser delicada para Ciudadanos también en el terreno económico. Este año, la formación prevé ingresar casi tres millones de euros menos que en 2022, y pasará de los 7,8 millones del pasado ejercicio a 4,9. Y el partido gastará prácticamente todo ese montante en los próximos meses, quedando con un saldo positivo de poco más de 3.000 euros.

Se trata de una primera aproximación económica de lo que le costará a Ciudadanos pelear por su supervivencia electoral. La dirección planea echar el resto y asegura que pase lo que pase el 28-M habrá una papeleta naranja en todo el ciclo electoral, incluyendo las próximas elecciones generales y europeas. Ese plan conlleva un esfuerzo extra en el ámbito económico, que ha llevado a la nueva cúpula del partido a apretarse el cinturón y recortar un 40% del gasto, con "ajustes importantes" en la partida de proveedores; gastos de representación; dotaciones para comités autonómicos y agrupaciones; seguridad y viajes, y el gasto en alquiler y mantenimiento de las diferentes sedes del partido.

Foto: El secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez. (Cs/Juan Vadillo)

Y esos recortes podrían ir a más tras la cita con las urnas en mayo. Los liberales se comprometen a "revisar" este primer presupuesto "para adecuarlo a los resultados obtenidos", de modo que si se confirma el hundimiento que vaticinan todas las encuestas para la formación naranja en sus últimos bastiones territoriales, es probable que se rebajen aún más los gastos. En este punto, fuentes de la dirección del partido apuntan que uno de los escenarios que se barajan tras el 28-M es prescindir de la sede nacional, que el partido tiene alquilada en la calle Alcalá de Madrid, un coloso de más de 2.500 metros cuadrados y cinco plantas. La propiedad de la aseguradora Caser cuesta a los liberales unos 30.000 euros mensuales.

En el partido, sostienen que todas las opciones están encima de la mesa, desde buscar otro inmueble más modesto y apropiado a la situación actual del partido hasta renegociar el alquiler actual y recortar el número de plantas que ocupa actualmente la formación política. Importante recordar que en 2015, cuando Ciudadanos comenzó su expansión nacional, Albert Rivera y Carlos Cuadrado —exsecretario de Finanzas del partido— alquilaron solo dos pisos del edificio, pero los resultados del 20-D, en que los naranjas irrumpieron en el Congreso de los Diputados con 40 escaños, les llevaron a ocupar el inmueble completo.

Foto: Los diputados de Ciudadanos Inés Arrimadas y Edmundo Bal. (EFE/Mariscal)

La anterior cúpula nacional, comandada por Inés Arrimadas, inició un programa de recortes que llevó a cerrar algunas sedes provinciales para reducir gastos y conservar la joya de la corona de Ciudadanos, el buque insignia del partido, que a muchos sigue recordando a tiempos mejores. Pero los nuevos dirigentes del partido apuestan por priorizar la supervivencia política del proyecto liberal, aun a costa de prescindir del que ha sido el buque insignia del partido durante los últimos ocho años, a cambio de poder financiar las próximas campañas electorales. El melón ya lo abrió hace unas semanas el secretario general de Ciudadanos, Adrián Vázquez, en una entrevista para El Confidencial, donde se comprometió a tomar "medidas de reestructuración" tras el 28-M. "Es cierto que la sede es muy grande, y se está replanteando todo. Vamos a estar presentes en todo el próximo ciclo electoral, y eso también tiene un impacto económico", aseveró.

En el documento presentado al consejo general del partido, la dirección justifica que en los últimos meses ha habido una serie de "gastos importantes", como el cambio de la imagen corporativa o la "resolución de asuntos heredados". Priorizan en todo caso la necesidad de "dar una vuelta al partido", lo que puede conllevar un desembolso mayor al inicialmente estipulado. "Cada uno de los procesos electorales conllevará gastos extraordinarios que no están incluidos en el presupuesto ordinario del partido que ahora presentamos, y que reducirán los recursos acumulados hasta este año", advierten.

Foto: El delegado del Área de Familias, Pepe Aniorte, junto a la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (EFE/J.P. Gandul)

El presupuesto inicial para 2023 prevé una caída en los ingresos de las cuotas de cargos electos y de las aportaciones de los grupos institucionales, que mide la representación del partido a nivel nacional, autonómico y municipal. En el caso de las aportaciones procedentes de los parlamentos regionales y locales, el partido prevé ingresar 1,2 millones de euros, una cifra que deberá ajustarse en función de la representatividad real que aporten las urnas tras el 28-M. Ciudadanos se ve con posibilidades en autonomías como Asturias y Murcia —donde la barrera de voto se sitúa en el 3%—, así como en capitales como Cádiz, Granada, Ciudad Real o Albacete. Pero su principal esperanza está en el Ayuntamiento de Madrid. La dirección cree que el perfil de Begoña Villacís puede arañar miles de votos en la capital, aunque el grupo municipal que dirige la vicealcaldesa ha sufrido un nuevo revés tras la salida de dos de sus concejales, Pepe Aniorte y Ángel Niño, que podrían recalar en las listas del PP de Almeida.

La situación de la militancia tampoco es precisamente halagüeña. Este 2023, el partido prevé ingresar 400.000 euros de cuotas de afiliados, lo que se traduce en unos 3.300 adscritos al corriente de pago —la cuota está fijada en 10 euros mensuales—. Durante las primarias de Ciudadanos, que enfrentaron a la corriente de Inés Arrimadas y a la de Edmundo Bal a principios de año, estaban llamados a las urnas 7.600 afiliados naranjas. Finalmente, participaron en el proceso 3.700 personas.

Con todo, y pese a los ajustes a que se compromete la dirección en los próximos meses para que el proyecto siga siendo viable, Ciudadanos siempre ha presumido de tener un mullido colchón económico. La previsión era cerrar el año 2022 con un patrimonio cercano a los 10 millones de euros, aunque el montante se perdería casi en su totalidad en los dos procesos electorales previstos en 2023. El último documento económico aprobado durante el pasado ejercicio pronosticaba que el partido cerraría el presente año con un saldo neto de medio millón de euros, resultado de destinar dos millones a fondos de reserva y otros ocho a las campañas electorales.

"Aunque nos hubiera gustado poder presentar para 2023 un presupuesto expansivo y que arrojase grandes beneficios para incrementar el patrimonio del partido, las circunstancias que enmarcan este año nos aconsejan prudencia y contención". Esta advertencia forma parte del balance económico que la nueva dirección de Ciudadanos, comandada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, presentó hace unos días ante el consejo general del partido. Pese a encadenar derrotas electorales desde 2019, el partido naranja siempre ha exhibido un músculo financiero capaz de hacer frente a un panorama cuanto menos adverso. Pero la situación comienza a ser delicada para Ciudadanos también en el terreno económico. Este año, la formación prevé ingresar casi tres millones de euros menos que en 2022, y pasará de los 7,8 millones del pasado ejercicio a 4,9. Y el partido gastará prácticamente todo ese montante en los próximos meses, quedando con un saldo positivo de poco más de 3.000 euros.

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