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Ciudadanos reactiva el debate de la gestación subrogada para dividir al PP y resistir en las urnas
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POLÉMICA CON LOS VIENTRES DE ALQUILER

Ciudadanos reactiva el debate de la gestación subrogada para dividir al PP y resistir en las urnas

Los naranjas registra un proyecto de ley en el Congreso para sacar pecho de una cuestión en la que están solos y reanimar a su último nicho de votantes. El debate amenaza con reabrir heridas en el PP, con dos corrientes enfrentadas

Foto: La expresidenta de Ciudadanos y portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas. (EFE/Fernando Villar)
La expresidenta de Ciudadanos y portavoz en el Congreso, Inés Arrimadas. (EFE/Fernando Villar)

La polémica en torno a Ana Obregón, tras haber sido madre por gestación subrogada en Estados Unidos, ha resucitado un debate que llevaba años en hibernación, en parte por las tensiones que esta práctica despierta en partidos de muy distinto signo. Dentro del arco parlamentario, solo Ciudadanos se ha manifestado históricamente a favor de su regulación en España y se lanza ahora a exprimir una de sus últimas banderas electorales para reactivar a un votante deprimido que, o se ha desmovilizado o se ha ido al Partido Popular. Este miércoles, cuando el tema estaba en plena ebullición, los naranjas salieron en tromba a reivindicar su postura frente al rechazo mayoritario de la clase política, pero se toparon con un inconveniente: el cambio de postura de un PP que ha salido de su ambigüedad para abrirse a abordar los vientres de alquiler en España.

Alberto Núñez Feijóo ha dado un paso adelante apostando por abrir un debate que, en el pasado, tensó enormemente al partido. Fuentes de la dirección del PP argumentan que, pese a ser una práctica ilegal en España desde 2006, es "absurdo" negar que la paternidad o maternidad por gestación subrogada está extendida en la sociedad y que, por tanto, podría explorarse una vía para su regularización. La línea roja es la misma que tiene Ciudadanos: no puede existir contraprestación económica y debería preservarse en todo momento el principio de igualdad entre las partes. La renovada postura de Génova amenaza con neutralizar el último gran nicho de votantes de Ciudadanos, a los que la formación naranja apela para tratar de resurgir de sus cenizas y resistir en las urnas.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto. (EFE/Fernando Alvarado)

Los liberales, liderados ahora por Patricia Guasp, no tardaron en revolverse contra el PP por abrirse a regular ahora una cuestión en la que, pese a reconocer distintas sensibilidades internas, siempre se han posicionado en contra. En 2017, Albert Rivera presentó en la Cámara Baja una proposición de ley para legalizar los vientres de alquiler bajo diferentes parámetros, como la extinción de la mercantilización; que el progenitor subrogante esté entre los 25 y 45 años, o que se ponga coto al número de veces que una mujer puede ser gestante por subrogación, hasta un máximo de dos. El PP votó en contra, igual que PSOE y que Podemos.

"Ha tenido que recurrir a la gestación subrogada Ana Obregón para que el PP se abra a debatir sobre su regulación. España merece bastante más seriedad", enmiendan en la dirección de Ciudadanos, que saca pecho de una iniciativa a la que vuelve a poner su sello, con el fin de volver a resultar atractivos a una bolsa de electores que apoyan esta práctica, actualmente limitada a "unos pocos que puedan pagar una importante suma de dinero y acudir al extranjero". Las mismas fuentes se proponen reactivar este debate en el Congreso de los Diputados mediante el registro de iniciativas en las próximas semanas, una maniobra que tiene dos objetivos: ganar notoriedad en las horas más bajas del partido y abrir grietas en el resto de formaciones en una cuestión especialmente sensible.

Además del proyecto de ley que presentó Ciudadanos en 2017, el partido registró en la Cámara Baja una proposición de ley similar en 2019, para acercar España al modelo existente en Reino Unido, Canadá o Estados Unidos, pero la propuesta no llegó a votarse en pleno por la coincidencia electoral. Los naranjas estudian una nueva batería de iniciativas parlamentarias, sean proposiciones no de ley —sin carácter vinculante— o proyectos de ley. Ciudadanos puede llevar su debate en comisiones, pero la posibilidad de que estas iniciativas lleguen a debatirse en pleno es complicada en el corto plazo por la falta de cupo de los liberales. Con todo, ahondarán en la cuestión y aprovecharán el foco que les brinda su ya exigua representación en la Cámara Baja para explotar el debate.

Los naranjas quieren dirigir el foco especialmente sobre el PP, para forzarles a que tomen posición más allá de las ambigüedades que siempre han rodeado la postura oficial del partido. "Hace falta tener mucha cara dura para que el partido de la Iglesia diga ahora que se abre a regular", censura un dirigente de la formación. En Ciudadanos, son conscientes de que, pese al paso adelante dado por Feijóo, la de la gestación subrogada es una cuestión que tensa a los populares, y que incluso les podría dividir en una hipotética votación parlamentaria.

Foto: ¿Cuánto cuesta una gestación subrogada? El precio que habría pagado Ana Obregón. (Gtres)

En efecto, el PP no tiene una postura definida sobre los vientres de alquiler por la falta de consenso interno. Actualmente, existen dos visiones abiertamente enfrentadas en el partido. La más proclive a la legalización de la gestación subrogada estuvo en su día liderada por el portavoz del PP en la Cámara Alta, Javier Maroto, que defendió su postura frente a una amplia corriente interna que apostaba por su prohibición. Que el debate haya vuelto al foco mediático amenaza con reabrir viejas heridas en las filas populares. En 2016, Cristina Cifuentes quiso sumarse a una iniciativa de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid para regularizar los vientres de alquiler y el PP se rompió en la votación final. Tres diputados populares votaron en contra: David Pérez, Luis Peral y Regina Plañiol.

La división quedó patente en el último congreso nacional ordinario del PP, el de 2017, en el que se aprobaron los estatutos que siguen actualmente vigentes en el partido. La imposibilidad de alcanzar un acuerdo llevó a Maroto a presentar una enmienda transaccional con la que cerrar momentáneamente la pugna: el texto solo recoge el compromiso de abordar un "debate en profundidad" en el futuro. Pero nunca llegó a abordarse. Si el debate volviese al Congreso de los Diputados de la mano de Ciudadanos, fuentes de la dirección de Génova apuntan a la posibilidad de que el Comité Ejecutivo Nacional autorizase la libertad de voto en conciencia, por ser un asunto sobre el que no hay una posición definida. Feijóo no abrirá ese melón, al menos hasta después de las generales, cuando llegue el momento de pensar en una renovación estatutaria en el marco de un congreso ordinario.

La polémica en torno a Ana Obregón, tras haber sido madre por gestación subrogada en Estados Unidos, ha resucitado un debate que llevaba años en hibernación, en parte por las tensiones que esta práctica despierta en partidos de muy distinto signo. Dentro del arco parlamentario, solo Ciudadanos se ha manifestado históricamente a favor de su regulación en España y se lanza ahora a exprimir una de sus últimas banderas electorales para reactivar a un votante deprimido que, o se ha desmovilizado o se ha ido al Partido Popular. Este miércoles, cuando el tema estaba en plena ebullición, los naranjas salieron en tromba a reivindicar su postura frente al rechazo mayoritario de la clase política, pero se toparon con un inconveniente: el cambio de postura de un PP que ha salido de su ambigüedad para abrirse a abordar los vientres de alquiler en España.

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