El crítico Odón Elorza aboga por "el voto de conciencia en situaciones excepcionales"

Ocho de los quince diputados del PSOE que votaron 'no' en la investidura de Mariano Rajoy el pasado 29 de octubre han presentado este lunes sus alegaciones para evitar que el grupo parlamentario les imponga sanciones. El Confidencial ha hablado con uno de ellos, Odón Elorza, para saber su opinión respecto a la disciplina de voto que impera en el partido.

Un diputado reincidente

El 11 de junio de 2011, Bildu se hacía con la Alcaldía de de San Sebastián y derrocaba al socialista Odón Elorza por primera vez en 20 años. "Para nosotros fue una sorpresa porque las encuestas nos daban la victoria con una gran diferencia", recuerda. Lejos de suponer el fin de su carrera política, a los siete meses el exregidor ya ocupaba un escaño en el Congreso de los Diputados.

Elorza dejó claro desde su llegada a Madrid que no tenía intención de bajar el ritmo: "Siempre entrego escritos y propuestas, antes con [Alfredo Pérez] Rubalcaba, luego con Pedro Sánchez y ahora lo intento con Javier Fernández". Pero además de su porfía en la vida interna del partido, son tres actos de rebeldía los que han marcado su trayectoria como diputado.

En cinco años que lleva en el Congreso, el exalcalde ha roto la disciplina de voto en tres ocasiones: cuando el PSOE se abstuvo en la votación para limitar el aforamiento de los politicos en 2013, Odón Elorza votó sí. Cuando el partido votó sí para sacar adelante la ley de abdicación en 2014, el ex primer edil se abstuvo. Y cuando el pasado octubre le ordenaron abstenerse en la investidura de Rajoy, el diputado votó no. En el primer caso, la dirección del grupo le impuso una sanción de 600 euros, en el segundo "se abrió un expediente que no tuvo consecuencias", y en el tercero todavía espera la decisión de la cúpula parlamentaria socialista, a falta de que la gestora determine si hay que ampliar el castigo y adoptar medidas más severas contra los díscolos.

"El voto de conciencia"

Elorza aclara que no defiende la libertad de voto, sino "el voto de conciencia en situaciones realmente excepcionales o cuestiones trascendentales para la política del país o del PSOE". En este sentido, señala que no se avergüenza de haber desobedecido las directrices de su partido, "al contrario", ya que considera que su "conciencia socialista y además republicana" así lo exigía.

"No creo que haya que hacer un uso continuado o abusivo del voto de conciencia porque no suele haber razones. El voto es compartido en el 99,9% de los casos al cabo de una legislatura, pero entiendo que hay situaciones excepcionales", señala. El exalcalde considera además que se deberían "reforzar los procesos de democracia interna" llevando a cabo "consultas [a la militancia] que, aunque pudieran no ser vinculantes, marquen un criterio de cara al comité federal".

"Así se recoge en el reglamento interno"

El diputado socialista insiste en que su defensa del "voto de conciencia" se recoge en el reglamento interno del grupo socialista y, en concreto, en el artículo 33 del mismo: "El Pleno del Grupo Parlamentario podrá excepcionalmente acordar la libertad de voto por razones de conciencia, una vez oídas las razones del parlamentario o parlamentarios solicitantes". Sin embargo, no se tiene constancia de que el PSOE haya dado libertad a sus diputados en ninguna votación desde 2011.

Respecto a las consecuencias que conlleva desobeder las directrices, el propio artículo 33 establece también la posibilidad de sancionar "la emisión del voto contrario a la orientación acordada por el grupo, cuando ésta se haya realizado de forma voluntaria y haya sido manifestada explícitamente". Los socialistas prevén multas de hasta 600 euros para estos casos, aunque si la actuación se considera "grave", el comité federal "tendría facultades para proceder a darle de baja en el Grupo Parlamentario", o incluso iniciar expediente de expulsión del PSOE.

El exregidor también señala que, al margen del reglamento interno de su partido, "sabido es que la Constitución rechaza el mandato imperativo o el voto de disciplina que se pretende por parte de algunos en todo momento". Con estas palabras se refiere al artículo 67.2 de la Carta Magna, en el que se estipula que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo", y al 79.3, según el cual "el voto de los diputados y senadores es indelegable".

“Ninguna 'podemización' en mi cuerpo”

Elorza argumenta que lleva planteando “desde hace muchos años” este tipo de cuestiones y que no tienen nada que ver con los planteamientos de Unidos Podemos: “Yo pasé ya por el ambulatorio de mi barrio para hacermelo mirar y me dijo el médico que no, que no veía ninguna 'podemización' en mi cuerpo”. El acercamiento a la formación morada es una discusión presente en el seno de su partido, pero el diputado insiste en que su “posición está en la órbita de la Izquierda Socialista desde que se fundara allá por el año 1977” .

Sus propuestas, según explica, responden a que no concibe “un PSOE que no se actualice y que no combine la democracia representativa con procesos de democracia participativa”. A la hora de abordar posibles soluciones a los problemas internos, el diputado socialista plantea un "15-M en sentido figurado", refiriéndose así a una “explosión social que cambia o pretende cambiar la forma de hacer política”.

En este sentido, Elorza espera que a finales de enero se celebren primarias y en abril un congreso extraordinario en el que se aborden las "tareas pendientes" del partido. "Tengo las ideas claras sobre cómo debería ser ese nuevo PSOE, porque debe ser un nuevo PSOE después de esta especie de suicidio al que nos han llevado", concluye el exalcalde.