España Suma ya se tantea en el Congreso con iniciativas conjuntas de PP y Cs

Albert Rivera no quiere ni oír hablar de España Suma, la fórmula patentada por Pablo Casado de colaboración electoral para el centro derecha, pero los grupos parlamentarios del PP y de Ciudadanos se coordinan ya en el Congreso en la tarea de hacer oposición al Gobierno de Pedro Sánchez. Las dos principales iniciativas parlamentarias registradas esta semana de control al Ejecutivo llevan la firma conjunta de las portavoces de ambos grupos: Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas.

PP y Ciudadanos exigieron por escrito la reunión de la Diputación Permanente de la Cámara baja, su órgano de guardia, para que convoque una sesión extraordinaria del pleno con el fin de que Sánchez explique sus cambios de posición respecto a la "crisis migratoria en el Mediterráneo". Un día antes registraron otra iniciativa similar para intentar que la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, comparezca en la comisión correspondiente del Congreso para dar cuenta de las actuaciones desarrolladas para controlar el brote de intoxicación alimentaria por la listeriosis.

Pese al rechazo diario de los dirigentes de Cs a cualquier modalidad de coalición o entendimiento electoral con el PP ante una posible convocatoria de elecciones en septiembre, sus grupos parlamentarios se apoyan en el Congreso para no pisarse los cupos y el objetivo de sus iniciativas. La escasez de fuerzas obliga, los populares son el principal grupo de la oposición más menguado de la historia de la Cámara y la consigna de Pablo Casado es sembrar el consenso con la formación de Rivera, y también con la de Santiago Abascal.

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Pablo López. Vigo

Es la fórmula aplicada en los procesos de negociación para formar gobiernos de coalición en las Comunidades autónomas con mayorías de centro derecha que desde la sede de Génova aspiran a aplicar al conjunto de España sobre la base ideológica y programática común a las tres formaciones. En el PP citan para ello la evolución de los riveristas, desde sus posiciones socialdemócratas de origen al actual fervor liberal, y a la proclamación oficial de Vox como partido fiel al marco constitucional.

La dirección del PP ya abonó esas buenas relaciones con Abascal al sumar sus diputados en un recurso conjunto ante el Tribunal Constitucional contra ley de "abusos policiales" aprobada en la Comunidad foral de Navarra en la primavera pasada. Vox, con 24 diputados en el Congreso, no llega a los 50 necesarios para dar ese paso y el detalle de los populares también sirvió para 'engrasar' las relaciones entre ambos partidos en el arranque de las negociaciones para formar gobierno en la Comunidad de Madrid y en Murcia.

Después de las últimas declaraciones de dirigentes de Cs en contra de la idea de fomentar la fórmula España Suma (al estilo de la coalición organizada en Navarra en torno a UPN), en fuentes del Grupo Popular han frenado en su campaña a favor de la unión previa del centro derecha ante las próximas elecciones. Begoña Villacís e Ignacio Aguado, beneficiarios directos en Madrid de ese entendimiento, se han mostrado especialmente duros a la hora de rechazar la idea.

En fuentes del Grupo Popular evitan enmarcar sus buenas relaciones con los riveristas en el Congreso como un germen de un futuro entendimiento electoral y se limitan a reconocer que esa "buena sintonía" mutua es necesaria en el objetivo común de hacer oposición a Pedro Sánchez. Pero en la reunión de la Comisión Permanente prevista para la próxima semana sus portavoces compartirán guion y trámite para denunciar lo mismo: los bandazos del Gobierno en el tratamiento del caso del Open Arms.