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El PP asume el control de los tiempos en el CGPJ y enfría la urgencia del pacto con la Moncloa
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El PP asume el control de los tiempos en el CGPJ y enfría la urgencia del pacto con la Moncloa

El Gobierno asume que Feijóo necesita armar ante los suyos un cambio de postura tras dos años de bloqueo. Génova espera que Sánchez "rectifique" sus "insultos" en el Senado para no empañar los "avances" de la negociación

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Sergio Pérez)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Sergio Pérez)

Cuatro años después, PSOE y PP se han dado una "última oportunidad" para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los equipos de ambos partidos han conversado de forma casi ininterrumpida desde hace siete días. El optimismo que se respiraba en una y otra dirección hacía presagiar un acuerdo casi inminente. Por primera vez en mucho tiempo, los negociadores no partían de un intercambio de listas con los candidatos de una y otra parte y buscaban una fórmula intermedia respecto a la reforma del sistema de elección, el principal punto de fricción entre Gobierno y oposición. Todo parecía encarrilado, pero el acuerdo no termina de cristalizar. Sin una fecha cerrada, y con el cara a cara en el Senado como elemento clave, los populares han tomado el control de los tiempos y optan por enfriar las urgencias.

Desde el principio, Génova y la Moncloa han evitado marcarse plazos temporales en una negociación de máxima relevancia por la incipiente crisis constitucional a la que se abre España tras la renuncia de Carlos Lesmes. Y, pese a la urgencia en la que se enmarcó el inicio de las negociaciones, al menos una de las partes ha levantado el pie del acelerador. Fuentes populares deslizan que, pese a los "avances" que se siguen produciendo, en ningún caso se habían planteado acelerar el acuerdo para que llegase antes de este martes 18 de octubre, momento en que Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo volverán a verse las caras en la Cámara Alta. Más allá del contenido de un eventual pacto, en el PP también importa, y mucho, medir bien los tiempos. Y las prisas nunca suelen ser buenas consejeras, según deslizan fuentes populares.

Foto: Primer pleno tras la dimisión de Lesmes. (EFE/CGPJ)

Desde el Gobierno, coinciden con el PP en que las negociaciones siguen “avanzando”, evitando precisar si hay algún escollo que pueda estar retrasando el esperado acuerdo. Su deseo es que el pacto se cierre “pronto”, pero más fundamental es que llegue y que se haga de forma satisfactoria. De ahí que, pese a las urgencias, no quisieran poner plazos desde el mismo momento en que se reunieron Sánchez y Feijóo en la Moncloa para desbloquear la renovación.

La sensación que se transmite desde el Ejecutivo es que la pelota está más en el tejado de Génova que en el de la Moncloa. Fuentes del Ejecutivo conocedoras de las negociaciones explican gráficamente que no tienen una bola de cristal para saber cuándo se podrá cerrar el acuerdo, dando a entender que por ellos no se alargaría la decisión. Se descarga así la responsabilidad en sus interlocutores, apuntando que el Gobierno no está preocupado con el relato. Esto es, el cuándo y el cómo se comunica el desbloqueo, dejando entrever que los populares necesitan armar un argumentario de cara a los suyos que justifique un cambio de posición tras meses de bloqueo.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), durante su reunión en la Moncloa este lunes para abordar el desbloqueo del CGPJ. (EFE/Sergio Pérez)

No en vano, el PP ha ido modulando sus exigencias con el paso de las semanas. Génova vinculaba cualquier posibilidad de acuerdo a que el Gobierno se comprometiese por escrito a impulsar una reforma legislativa para cambiar el modo de elección de la cúpula de los jueces en próximas renovaciones. El Ejecutivo, sin embargo, se negaba a tal extremo. Las conversaciones seguían en un punto muerto, pero la renuncia de Lesmes lo cambió todo. En la dirección del PP ya se asume que Sánchez no cambiará el sistema en la presente legislatura. De hecho, Feijóo ha comenzado a allanar ya ese escenario, comprometiéndose públicamente a reformar personalmente la Ley Orgánica del Poder Judicial si logra llegar al Gobierno.

El PP sigue pidiendo un compromiso al Gobierno a cambio de alumbrar un pacto con los nuevos nombres del CGPJ, pero lo limita a la solicitud de un informe a la nueva cúpula judicial para que sea esta la que siente las bases sobre las que armar la reforma del sistema de elección. Este documento en ningún caso sería vinculante para Sánchez, de modo que él podría decidir si lo aplica o no. Lo que sí ha comenzado a vender el PP como un éxito es el acuerdo para reforzar las mayorías en el seno del CGPJ, una reforma que camina en la línea de incentivar la independencia judicial que defienden los populares.

Foto: Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Sergio Pérez)

Génova está dispuesta a ceder en pos de un acuerdo con el que presiona Europa y del que también se puede anotar unos tantos. Pero el cuándo y el cómo se comunique resultan importantes para tal fin. En el PP no quieren retrasar en exceso el anuncio de un acuerdo —cuando lo hubiere—, pero también se trabaja con la idea de que no parezca que han logrado solucionar en pocos días lo que les ha enfrentado al Gobierno durante años. Pese a ceder en una de sus líneas rojas, los populares exigirán incluir otros elementos con los que puedan vender su influencia en la negociación, como la eliminación de las puertas giratorias o la fijación de "criterios de idoneidad" en la elaboración de las listas que impidan a cargos vinculados con la política recalar en el poder judicial.

El convencimiento de que se cerrará el acuerdo es cada vez mayor y más “real” que en anteriores ocasiones, pero los antecedentes obligan a la cautela. “Hasta que no esté pactado todo, no está pactado nada”, explicaba la pasada semana el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de las negociaciones con el vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons. En Génova se respira el mismo ambiente. Las conversaciones avanzan a buen ritmo y "no se ha dejado de negociar" desde hace una semana. El hecho de que ninguno de los interlocutores se haya levantado de la mesa "ya es una buena señal", sostienen.

El examen del Senado

Los socialistas mantienen la máxima de la discreción sobre los contenidos de las conversaciones con el objetivo, dicen, de blindar esa posibilidad real de un acuerdo. En este sentido, intentan aislarla también de otros asuntos en los que chocan con el PP y de la propia confrontación de modelos con un tono de choque cada vez más electoralista. Es por ello que indican que el presidente del Gobierno no verá condicionada su intervención en el debate con Feijóo de este martes en el Senado por las negociaciones del CGPJ. Más allá de ello, en la Moncloa explican que el PP “no tiene proyecto alternativo” y así tratarán de contrastarlo con las políticas desplegadas por el Ejecutivo para hacer frente a la actual situación socioeconómica.

Foto: Pleno extraordinario del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), presidido por el vocal Rafael Mozo. (EFE)

No respiran así en el PP, donde sí importa el tono que emplee Sánchez para interpelar a Feijóo. Fuentes de la cúpula sugieren que el presidente del Gobierno está a tiempo de "rectificar" los "insultos" que dedicó "durante dos horas" al jefe de la oposición durante su último cara a cara en el Senado. Aunque no llegan al extremo de aseverar que el discurso de Sánchez pueda llegar a dinamitar el avance de las negociaciones sobre el Poder Judicial, en Génova sí deslizan que las formas del jefe del Ejecutivo pueden empañar unas conversaciones ya de por sí complicadas.

Para el PP, el camino de las "descalificaciones" no es el propicio para allanar el acuerdo y deslizan que la Moncloa tiene este martes la oportunidad de demostrar su voluntad para cerrar el que se convertiría en el primer gran pacto de Estado entre los dos grandes partidos. Pero el PP tampoco rebaja la tensión. "Sánchez está preocupado por Sánchez. Sin ideas ni capacidad para enfrentar la crisis que sufre nuestro país", inciden.

Cuatro años después, PSOE y PP se han dado una "última oportunidad" para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Los equipos de ambos partidos han conversado de forma casi ininterrumpida desde hace siete días. El optimismo que se respiraba en una y otra dirección hacía presagiar un acuerdo casi inminente. Por primera vez en mucho tiempo, los negociadores no partían de un intercambio de listas con los candidatos de una y otra parte y buscaban una fórmula intermedia respecto a la reforma del sistema de elección, el principal punto de fricción entre Gobierno y oposición. Todo parecía encarrilado, pero el acuerdo no termina de cristalizar. Sin una fecha cerrada, y con el cara a cara en el Senado como elemento clave, los populares han tomado el control de los tiempos y optan por enfriar las urgencias.

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