El PP vasco se rebela contra el acuerdo de Génova y Cs y deja en el aire la coalición

El principio de acuerdo entre PP y Ciudadanos para acudir juntos a las elecciones del País Vasco el próximo 5 de abril atraviesa su peor momento en el tiempo de descuento. Después de dos reuniones al máximo nivel —el martes, entre Pablo Casado e Inés Arrimadas, y el miércoles, entre sus segundos, Teodoro García Egea y José María Espejo—, ambas formaciones lanzaban el anuncio: una candidatura conjunta con Alfonso Alonso a la cabeza y las siglas de los dos partidos a la espera de pactar el nombre de la coalición. Sin embargo, este jueves trascendieron algunos detalles de la negociación que han causado un fuerte malestar en el PP vasco: ni los conocían ni están dispuestos a asumirlos.

Fue el principal interlocutor naranja, José María Espejo —mano derecha de Arrimadas en el Congreso—, quien aseguró este jueves que el acuerdo garantizaba a su partido dos puestos de salida en las listas de Álava y Vizcaya, lo que 'de facto' serían dos diputados. En Ciudadanos, reiteran que ese reparto fue el compromiso adquirido por Egea. Aseguran que es "parte nuclear" del acuerdo y que cambiarlo supondría una modificación de lo que ya está acordado.

Pero los populares que encabeza Alfonso Alonso en Euskadi no han dudado en mostrar su profundo malestar, dejando claro que debe haber una rectificación. "Esa propuesta es inasumible y no guarda relación con la realidad de cada partido aquí", dijeron públicamente en Twitter. Según ha confirmado este diario, también trasladaron su enfado a Génova en privado.

Los populares vascos reconocen que la negociación ha estado en manos de la dirección nacional porque Ciudadanos decidió designar a sus interlocutores en Madrid. No han estado en el detalle de las conversaciones, pero aseguran que el contacto ha sido continuo, y que en ningún caso tuvieron conocimiento de una propuesta así.

En Euskadi, de hecho, contaban con un "reparto proporcional" a la realidad política de la comunidad, donde el PP ostenta nueve diputados (cinco por Álava, dos por Guipúzcoa y dos por Vizcaya) y 55 concejales, frente a Ciudadanos, que no tiene un solo representante en las instituciones vascas. En ningún caso contemplaban la posibilidad de que el partido naranja tuviera dos puestos de salida. "Nosotros apostamos por el fortalecimiento y la suma del constitucionalismo, pero una propuesta así es del todo inasumible", repiten en el entorno del candidato.

Por su parte, el PP nacional asegura que la negociación sigue abierta y, sobre los puestos anunciados por Ciudadanos, insisten en que no puede darse por cerrada una decisión hasta que se produzca la firma. El partido naranja, sin embargo, insiste en que la dirección nacional popular les garantiza que el acuerdo saldrá adelante y no se plantean, al menos por ahora, un cambio en las condiciones.

Los planes de ambos partidos pasaban por anunciar el acuerdo completo el viernes por la mañana. Ahora mismo, ese plazo está en al aire: "Aún tienen 24 horas", reconocen, al señalar el plazo estipulado en la ley electoral vasca (un máximo de 10 días desde la convocatoria electoral para registrar las coaliciones entre distintos partidos).

TE PUEDE INTERESAR

PP y Ciudadanos cierran su acuerdo en Euskadi e irán juntos a las elecciones

Paloma Esteban

El ambiente de negociación quedó completamente enrarecido tras el mensaje de los populares vascos rebelándose contra la propuesta anunciada por los naranjas. El partido de Arrimadas contaba con que el coordinador en esta comunidad, Luis Gordillo, fuera una de las personas que ocuparían uno de los puestos de salida.

En la tarde de este jueves, el Consejo General de Ciudadanos —máximo órgano entre congresos— dio luz verde a concurrir a las elecciones en coalición tras una reunión extraordinaria. Espejo fue el encargado de explicar "los detalles" del acuerdo, que no han trascendido, y que dejarían en el aire muchas incógnitas: si se confirman los dos puestos de salida, el programa electoral común (los partidos pretenden designar una comisión que elabore una hoja de ruta común sobre los asuntos en los que haya acuerdo total) y otros aspectos como la financiación de la campaña electoral.