Un vocal del CGPJ tacha de "ilegal" la elección de Mozo y amenaza con recurrir al Supremo

La elección del vocal progresista Rafael Mozo como presidente suplente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) amenaza con acabar en manos del Tribunal Supremo. Conservadores y progresistas sumaron fuerzas hasta alcanzar los 16 votos en el pleno de este jueves, pero fuentes conocedoras de la negociación apuntan que uno de los vocales, Wenceslao Olea, tachó de "ilegal" esta decisión e incluso amenazó con recurrir por lo contencioso-administrativo ante el alto tribunal.

Como ha ido informando El Confidencial las últimas semanas, la sucesión de Lesmes iba a provocar un enfrentamiento en el seno del CGPJ. El magistrado y el gabinete técnico del órgano defendían que tanto la presidencia del Tribunal Supremo como la del órgano de gobierno de los jueces debían pasar de forma "automática" al presidente de la Sala Primera del tribunal, Francisco Marín, pero un grupo de vocales no se mostraba de acuerdo con esta decisión. Tras confirmarse su marcha el pasado domingo, comenzaron los contactos para que Mozo le sustituyera como presidente suplente y, este mismo jueves, 16 de los vocales sacaron adelante su nombramiento.

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De esta manera, la mayoría del CGPJ aceptó entregarle la presidencia, aunque a cambio de ser "supervisado" por ellos. Mozo ni siquiera podrá tocar la composición de las comisiones legales, lo que significa que la Permanente, la única en la que sus integrantes tienen dedicación plena y que adopta las decisiones más importantes, quedará bajo control del sector conservador. Otra de las condiciones se centra en que el presidente suplente no tendrá autonomía en lo que respecta a la política de comunicación.

Lejos de dar por bueno el acuerdo, el vocal Wenceslao Olea emitió a última hora de este jueves un voto particular en el que asegura que el pleno "carece de competencia para realizar el nombramiento de un presidente del Consejo con independencia de quién ejercite la presidencia del Supremo". Según advierte en el mismo, Mozo ni siquiera cumple "las condiciones objetivas que se imponen para el desempeño del cargo" y, además, "no puede quedar limitado por condición alguna que se imponga por el pleno".

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El voto particular no incluye la palabra 'ilegal', pero fuentes presentes en la reunión apuntan a que la dejó caer ante el resto de miembros. El vocal, de hecho, amenazó incluso con recurrir ante el Supremo, escenario ante el que las fuentes consultadas se dividen entre los que consideran que tiene legitimidad para hacerlo y los que no.

En cualquier caso, Olea no es el único que se mostró en contra de la elección, sino que el secretario general del órgano, José Luis de Benito, también avisó de que se reserva “las acciones legales que correspondan” frente a este acuerdo. A ambos se suma además la vocal Mar Cabrejas, quien, según apuntan las fuentes consultadas, se ausentó del pleno en el momento de la votación porque también consideraba que el acuerdo que iba a alcanzarse era ilegal.

El recurso ante el Supremo

En cuanto a la amenaza de Olea de recurrir ante el Supremo, algunos de los vocales que apoyaron el nombramiento de Mozo consideran que el mismo sería inadmitido con base en el artículo 20 de la ley reguladora de la jurisdicción contencioso-administrativa. "No pueden interponer recurso contencioso-administrativo contra la actividad de una Administración pública los órganos de la misma y los miembros de sus órganos colegiados, salvo que una ley lo autorice expresamente", establece el mismo.

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Como miembro del CGPJ, apuntan, por tanto, que el vocal en ningún caso puede presentar batalla ante el alto tribunal, pero otras fuentes consultadas consideran que un acuerdo como este plantea dudas: "En este caso, es más dudoso que no haya legitimación", advierten. "No impugna simplemente un acuerdo del que discrepa, sino un acuerdo que en cierto modo determina la constitución del órgano [quién es su presidente] y que él considera ilegal".

A la espera de resolverse esta cuestión, Olea deja clara su postura en el voto particular: "Solo puede existir un único presidente, que lo es al mismo tiempo del Tribunal Supremo y del Consejo, no pueden existir bicefalias en el actual sistema legal", advierte. "Si uno de los vocales llega a ostentar la presidencia, se está alterando la misma composición del Consejo, porque si este se compone de presidente [del Tribunal Supremo] y los vocales, en el actual sistema, en vez de estar integrado el Consejo por 19 miembros [todos los vocales que en la actualidad lo componen y el presidente del Tribunal Supremo], se integra solo por 18 miembros".