Sánchez y Feijóo anuncian una "solución rápida" que desbloquee el Poder Judicial

Las tres horas de reunión que este lunes han protagonizado Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no han servido para desatascar el Poder Judicial, pero sí para escenificar un acercamiento entre posiciones antagónicas. Gobierno y PP se han comprometido a impulsar "un último intento" para conseguir una "solución rápida" que resuelva la renovación tanto del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como del Tribunal Constitucional. Así lo ha comunicado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en una comparecencia posterior a la reunión al más alto nivel que se ha celebrado en la Moncloa. "Vamos a negociar para que, de manera rápida, se logre un desbloqueo del Poder Judicial", prometía.

En una rueda de prensa de apenas diez minutos, el dirigente socialista ha asegurado que tanto Sánchez como Feijóo son conscientes de la "enorme gravedad" de la "crisis constitucional" que abre la dimisión de Carlos Lesmes. Teniendo esa coincidencia como base, "vamos a ponernos en serio y vamos a dar una solución lo antes posible", incidía. "Nos hemos dado una última oportunidad. Todo aquel que en esta vida haya tenido una pareja y se haya dado una última oportunidad, sabe de lo que estamos hablando", coincidía González Pons, que daba su versión de la reunión desde la sede de Génova.

El principal punto de fricción entre Gobierno y PP viene por la reforma del modelo para elegir a los jueces y magistrados. Para Feijóo es condición sine qua non avanzar conforme a los parámetros de Europa e impulsar una neuva legislación en el plazo máximo de seis meses. Por su parte, Bolaños no ha aclarado si el Ejecutivo estaría o no dispuesto a dar su brazo a torcer -"Será una pregunta que tendrán que hacerle al PP"-, aunque tampoco Génova desvelaba si Feijóo está dispuesto a modular sus exigencias. "Permítanme que seamos discretos en el contenido. Cuando haya acuerdos para comunicar a la opinión pública, serán convocados", se limitaba a responder González Pons a preguntas de los periodistas.

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EFE

Sánchez y Feijóo han abordado esta mañana en la Moncloa la gravedad de una crisis constitucional que ha tocado su punto más álgido con la dimisión del presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial, Carlos Lesmes. La reunión, convocada de urgencia ayer tras confirmarse la salida de Lesmes, ha comenzado a las 10.30 horas de la mañana y ha durado más de tres horas. Al término del encuentro, el jefe de la oposición ha confirmado "avances" para "abordar una renovación conjunta del CGPJ y el TC con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia". El tono de ambas partes era más conciliador de lo habitual, pero el cómo y el cuándo de ese nuevo encuentro sigue siendo una incógnita.

La reunión se ha desarrollado a cuatro bandas, ya que tanto el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; como el vicesecretario general Institucional del PP, Esteban González Pons, se han sumado durante la segunda mitad del encuentro por indicación del jefe del Ejecutivo. Ambos son los responsables, revalidados respectivamente por Sánchez y Feijóo, para las negociaciones en torno CGPJ. Su presencia en la Moncloa es síntoma de que las partes buscan -y necesitan- dar una solución definitiva al bloqueo aunque, de momento, ésta tendrá que esperar. Los negociadores de PSOE y PP han comparecido por separado. Pons, en Génova; Bolaños, en la Moncloa.

Por otra parte, Feijóo y Sánchez tampoco han fijado el plazo en que debería estar lista esa "solución rápida" que desbloquee el Poder Judicial, pese a la enorme presión ejercida desde Europa. Los dos mandatarios han delegado en sus respectivos interlocutores, que se sentarán "de forma inmediata". González Pons no ha escondido su "absoluta incomodidad" por que el encuentro con el jefe del Ejecutivo "haya tardado tanto tiempo en llegar" y sólo se haya producido tras el "giro dramático" de la dimisión de Lesmes. Ha insistido, además, en la necesidad de recuperar un mínimo de "comunicación ordinaria" para lograr acuerdos entre los dos grandes partidos.

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B. Parera Pablo Gabilondo

Al margen de su cara a cara en el Senado, en septiembre, Feijóo y Sánchez no hablan directamente desde el pasado mes de abril. En aquella ocasión, la necesidad de renovar el CGPJ se convirtió también en uno de los temas centrales, pero las conversaciones no llegaron a buen puerto. Posteriormente, los dos líderes intercambiaron unos 'whatsapp' en los que comunicaban quiénes serían los interlocutores del Gobierno -Félix Bolaños- y de Génova -Esteban González Pons- para retomar las negociaciones. En siete meses los avances han sido nulos.

En julio, el PP movió ficha enviando al Ejecutivo un plan judicial que entienden como base para llegar a cualquier acuerdo sobre el CGPJ, y al que el Gobierno no dio ni "acuse de recibo". Génova se compromete a renovar el órgano, en funciones desde hace casi cuatro años, pero exige un compromiso para cambiar el modelo en un plazo máximo de seis meses, de modo que, en el futuro, 12 de los 20 vocales sean elegidos directamente por los jueces y magistrados. La visita a España del comisario de Justicia, Didier Reynders, el mes pasado debía servir para engrasar las conversaciones entre Gobierno y PP, pero terminó en fracaso. Sólo la dimisión de Carlos Lesmes ha empujado a Sánchez y Feijóo a entenderse. O, al menos, a intentarlo.

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El Confidencial

La tensión entre PSOE y PP no ha hecho más que crecer en las horas previas al encuentro. Durante una entrevista anterior a su visita a la Moncloa, el líder del PP se enrocó en el argumento de que no firmará un acuerdo para renovar el Poder Judicial sin unos "parámetros mínimos" que garanticen la "objetividad" de la Justicia. En paralelo, Margarita Robles advertía en otra intervención televisiva que el Gobierno no negociará un cambio de modelo porque las leyes "no se negocian".

Las posiciones en las que se movían PSOE y PP anticipaban las dificultades que encontrarán ambos líderes para alumbrar un pacto. Si la ministra de Defensa se lanzaba contra el jefe de la oposición y acusaba al PP de tomar "la justicia como rehén", por su negativa a desbloquear el órgano sin condiciones, Feijóo caldeaba también el ambiente señalando al Gobierno por no haber dado respuesta a una propuesta judicial que cuenta con meses de antigüedad.

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Podemos exige estar en la negociación

Si la consecución de un acuerdo entre PSOE y PP se estima complicado, Podemos ha querido echar más leña al fuego exigiendo tener voz y voto en la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial "como miembro legítimo del Gobierno de España". Así lo ha advertido este lunes en rueda de prensa los coportavoces estatales de la formación morada, Pablo Fernández y Alejandra Jacinto, que han reivindicado el papel de Unidas Podemos como "sujeto activo" y "protagónico" en el desbloqueo del órgano de Gobierno de los jueces. Sin embargo, Bolaños asegura haber conversado ya con Yolanda Díaz para explicarle cuál ha sido "el contenido de la reunión", con el objetivo de garantizar la "coordinación" en el seno del Gobierno de coalición.

"Quieren una negociación bipartidista, y el PSOE no puede ceder ante las presiones antidemocráticas del PP", advertía el portavoz morado, que exigía al socio mayoritario de la coalición a no ceder a la presión de los de Feijóo para "excluir" a Podemos de cualquier negociación. Los morados han enfriado aún más la posibilidad de que el día termine con un acuerdo para renovar el CGPJ, y ha advertido al ala socialista del Ejecutivo de que no permitirá "conchabar" el desbloqueo del órgano sin negociarse "en bloque" dentro del Ejecutivo.

El PNV, que solía participar de forma activa en la negociación de vocales para el CGPJ, ha calificado el bloqueo de "lamentable" e "inaceptable", una situación de la que el partido "no quiere saber nada". El portavoz de los peneuvistas en el Congreso, Aitor Esteban, ha restado importancia a la renuncia de Carlos Lesmes y ha atribuido al "choque de intereses entre actores políticos y judiciales" el retraso en la renovación del CGPJ y del Tribunal Constitucional.