Los vocales conservadores del CGPJ tensan la cuerda y empujan a Lesmes a dimitir ya

La dimisión en fascículos del presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, parece este jueves un paso más cerca. Desde que el pasado 7 de septiembre, coincidiendo con la apertura del año judicial, anunciara su intención de irse si el PSOE y el PP no ponían remedio de forma inmediata a su falta de acuerdo para renovar el CGPJ, la situación, en lugar de mejorar, ha empeorado. El Consejo se ha convertido en un campo de batalla y, en el último episodio de las sucesivas reyertas, el sector conservador ha dado a su presidente un último empujón hacia su salida.

El núcleo de la pelea continúa siendo el Tribunal Constitucional. Los vocales más cercanos a la derecha volvieron a obligar este miércoles a dilatar el recambio en el TC, alegando que no encuentran candidatos. Exigieron más tiempo, sabiendo que el de Lesmes se acaba. Al perpetuar la parálisis en este asunto, retaron de forma simbólica al presidente a que cese ya. "Lo que quieren es ver las cartas de Lesmes como si de una partida se tratara", asegura una de las fuentes consultadas.

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En esta última fase, las tornas han cambiado y el sector que, de forma natural, debía aliarse con Lesmes se ha vuelto en su contra. Mientras que el contrario, el progresista, busca ahora su apoyo. Los de izquierda tratarán de sacar adelante los nombramientos del TC antes de que todo estalle. Conscientes de que la renuncia está próxima, este grupo minoritario de vocales —que no suma por sí mismo votos suficientes para sacar adelante las designaciones— anunció tras el encuentro fallido que rompía la baraja y que buscará hasta el próximo viernes "vías alternativas" en colaboración con Lesmes.

Según informan fuentes jurídicas, las vías en cuestión suponen apoyar a Lesmes para romper la unidad de la mayoría conservadora. La exploración de la intención de voto de los 19 integrantes actuales del CGPJ ha demostrado que, con solo el apoyo de un vocal extra de este sector, los números cuadrarían y la elección de los dos magistrados del TC que le corresponde al Consejo podría llevarse a cabo.

Seducir a un miembro de la derecha

El número necesario de apoyos es de 12 vocales. Lesmes ya cuenta con el voto de todos los que forman el sector progresista, un total de ocho. A ellos se sumaría el suyo y el de dos de los considerados conservadores, Wenceslao Olea y Vicente Guilarte, que estarían dispuestos a votar si los candidatos que se propongan recaban su confianza. Quedaría, por tanto, con 11, a uno solo de la decisión definitiva.

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Los progresistas buscan ahora tentar a Juan Martínez Moya o a Nuria Abad. La táctica se basa en buscar candidatos que les sean cercanos y complicar, por tanto, que se nieguen a nombrar otros nombres como hacen sus compañeros de grupo. Aún no está claro si conseguirán sacar adelante este último intento de que al menos se renueve el TC antes de la despedida definitiva. El grupo progresista se ha dado de plazo hasta el viernes. La mayoría de las fuentes consultadas apuntan que Lesmes no continuará en el cargo cuando acabe la semana.

Los conservadores, por su parte, se han cerrado en banda. La negociación, que ha ido alargándose durante un mes, ha saltado por los aires. Los progresistas no dudaron en afirmar, a través de una nota hecha pública hace unas horas, que no hay perspectiva de acuerdo inmediato y en aclarar que esta incapacidad no es responsabilidad suya. Tres reunirse, decidieron "dar cuenta al presidente del CGPJ de la falta de horizonte temporal y concreto de los trabajos de la comisión negociadora". Mientras, los primeros aseguran que su búsqueda de un aspirante de consenso para el tribunal de garantías "ha resultado infructuosa" hasta en tres ocasiones y siguen confiando en que la visita del comisario europeo Didier Reynders acabe provocando efectos.