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La Moncloa rectifica y sopesa dar más tiempo a Feijóo en el próximo cara a cara con Sánchez
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Día 18, en la Cámara Alta

La Moncloa rectifica y sopesa dar más tiempo a Feijóo en el próximo cara a cara con Sánchez

Asumen que la desproporción de dos horas frente a 20 minutos del último debate en el Senado acabó perjudicando al presidente. Aseguran que se acordará el tiempo con el PP

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), observa al líder de la oposición (i). (EFE/Juanjo Martín)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), observa al líder de la oposición (i). (EFE/Juanjo Martín)
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió muy satisfecho de su cara a cara en el Senado con Alberto Núñez Feijóo. Y está dispuesto a repetirlo. La fecha, pendiente de ratificar por la Junta de Portavoces, está prevista para el próximo 18 de octubre. La Moncloa también sabe ya sobre qué versará el debate: fiscalidad y estado de bienestar. La idea es consolidar el mantra que han erigido los socialistas de aquí a las elecciones: el Ejecutivo defiende a las clases medias trabajadoras, mientras que el PP es el partido de los ricos. Hasta aquí las certezas, porque la pretensión es cambiar los tiempos de intervención.

Está por determinar los minutos que tendrá cada uno de los comparecientes. Pese a que el reglamento de la Cámara Alta tiene tasado cómo deben ser las intervenciones, los socialistas, según ha podido saber El Confidencial, ya han trasladado a miembros del Grupo Popular en el Senado que se van a “reconsiderar los tiempos”. La Moncloa asume que se interpretó como un “abuso” que en la anterior cita el presidente dispusiese de casi dos horas para exponer sus argumentos, mientras que el líder del PP contó con apenas 20 minutos.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Javier López)

Sánchez busca desacreditar al gallego, dentro de la estrategia de mostrarle como un líder “poco solvente” que se puso en marcha en verano desde la Moncloa. Los asesores presidenciales restan importancia a las críticas que sufrió el socialista por el tono agresivo con que acabó dirigiéndose a su contrincante, más propio, según los analistas, de un opositor que de un jefe del Ejecutivo. Es cierto que en el partido gustó Sánchez, pero salvo el optimismo de la encuesta 'flash' que publicó Félix Tezanos, se ha rentabilizado poco en la percepción que la ciudadanía tiene del inquilino de la Moncloa.

El presidente ganó el debate para un 29% de los preguntados por el CIS, frente a un 24% que otorgó la primera posición a Feijóo. Un 26,1% considera que ninguno salió victorioso. Un 20,8% no sabe o no contesta. Quizás el dato más preocupante para los partidos es que la emisión fue seguida por apenas un 21,1%. Un 78,8% no lo vio y de los que sí lo hicieron, solo un 9% lo hizo en su totalidad.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Juanjo Martín)

En Génova se muestran “a favor de debatir siempre”, aunque ponen el acento en que de las tres veces que han cruzado sus argumentos Sánchez y Feijóo, en dos el Gobierno ha impuesto la temática. Confían en que “la desproporción de los tiempos sea menor”. La lectura del resultado del careo del pasado 6 de septiembre es la opuesta, como cabía esperar, que se hizo en Ferraz. Los populares opinan que Feijóo creció en el Senado y agrandó su imagen presidencial frente a Sánchez.

En las filas del partido, son menos optimistas que en la planta noble de Génova. Alertan de que el presidente irá “a cara de perro” buscando un error de Feijóo. “Si nos sale como el último, perfecto, pero un mal día lo puede tener cualquiera. Siempre hay riesgo”, sentencia un veterano parlamentario, que pese a las reticencias pone en valor la capacidad de su líder. El gallego preparará, como siempre hace, con su núcleo duro el discurso. Todo escrito y cada cartulina de un tema con una fotografía que acompaña la exposición. Ambos contrincantes son poco de improvisar, por eso sorprendieron con la dureza de su último rifirrafe, donde se llegó a las descalificaciones personales.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Zipi)

El PP siente reforzado su argumentario por la demoscopia. Todas las encuestas que se han venido publicando le dan entre cinco y siete puntos de diferencia sobre el PSOE que, pese a las campañas como el 'Gobierno de la gente', no logra remontar. El sondeo de 'El País' corrió el lunes como la pólvora en los laboratorios de Génova y Ferraz. En el primer caso, para celebrar; en el segundo, para dinamitar la reunión de la ejecutiva. Se pactó entre los asistentes que el secretario de Organización, Santos Cerdán, saliese a rebatir los datos, aunque no lo logró. La alarma reside en que se confirma el continuo goteo de votos del PSOE al PP. Ya son más de medio millón. La Moncloa lleva semanas filtrando que maneja 'trackings' en que Sánchez está recortando distancia con los populares. Las empresas demoscópicas lo desmienten.

El presidente no escatimará en esfuerzos y se va a echar el partido a la espalda pese a las reticencias de los barones, que prefieren campañas en clave autonómica. Está convencido de que solamente él puede, como ya hizo en el pasado, darle la vuelta al marcador desde la izquierda. Camina elevado sobre un Feijóo al que menosprecia en público y en privado como contrincante. El líder del PP no tiene mejor opinión de él. El pleno del 18 promete volver a ser bronco.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió muy satisfecho de su cara a cara en el Senado con Alberto Núñez Feijóo. Y está dispuesto a repetirlo. La fecha, pendiente de ratificar por la Junta de Portavoces, está prevista para el próximo 18 de octubre. La Moncloa también sabe ya sobre qué versará el debate: fiscalidad y estado de bienestar. La idea es consolidar el mantra que han erigido los socialistas de aquí a las elecciones: el Ejecutivo defiende a las clases medias trabajadoras, mientras que el PP es el partido de los ricos. Hasta aquí las certezas, porque la pretensión es cambiar los tiempos de intervención.

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