Sánchez busca más debates con Feijóo en el Senado "dado el resultado"
El jefe del Ejecutivo reúne a los parlamentarios socialistas y les pide que vendan "con la cabeza alta" sus políticas. Reclama "máxima pedagogía" y "máxima implicación" para afrontar el ciclo electoral
Pedro Sánchez ordenó hace semanas al Gobierno cerrar filas y duplicar esfuerzos por vender sus políticas; hizo lo propio con el PSOE poco después, y hoy ha querido llamar a cerrar filas a los parlamentarios socialistas. En el Congreso de los Diputados, Sánchez ha marcado las prioridades del nuevo curso político a los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas, exigiéndoles su "máxima implicación" y la "máxima pedagogía" para defender, "con la cabeza bien alta", el trabajo realizado durante los últimos tres años por el Ejecutivo de coalición, sea ante las instituciones europeas, desde la Moncloa o en las Cortes Generales.
Esta es la línea que seguía poco después Patxi López, que hasta este lunes no había sido nombrado oficialmente portavoz parlamentario: "Hemos hecho tantas cosas y tan rápido que no nos daba tiempo a contarlas", diagnosticó. Los cambios en el PSOE que Sánchez decidió en julio, como el retorno de López a la primera línea o el ascenso de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como número dos del PSOE, obedecen a esa voluntad del presidente por pasar a la ofensiva frente a la oposición. Estos cambios han culminado con el ascenso de Isaura Leal, hasta ahora portavoz adjunta y desde hoy secretaria general del grupo parlamentario en el Congreso.
En un contexto en el que las encuestas no reflejan el "cambio de clima" que sí aprecian desde el PSOE, y con el PP de Alberto Núñez Feijóo a la cabeza en todos los sondeos, al Gobierno le preocupa no ser capaz de rentabilizar las más de 161 iniciativas legislativas aprobadas en las Cortes Generales en años particularmente intensos.
Por eso reclama a los suyos la "máxima ambición" para defender sus recetas y, sobre todo, para confrontarlas con las iniciativas del PP. El Ejecutivo lleva semanas haciendo esfuerzos por retratar las diferencias entre ambos modelos, con la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy de la crisis económica como espejo en el que reflejar, también, a su actual líder.
Así, Sánchez acusaba al PP de estar preso "de su propio pasado", atrapado "en un legado de cenizas, de paro, desigualdad y corrupción", de ser "el mismo PP de siempre". "La peor de las ideologías es la reaccionaria" y "la que defiende a la minoría de los poderosos", argumentaba, siguiendo la estrategia de situarse como antagonista del PP. También, con la vista puesta en el arranque de la tramitación del impuesto a la banca y a las energéticas, que esta semana se debate en la Cámara Baja, el presidente del Gobierno ha tratado de poner el foco en el sentido del voto del PP. "¿Va a votar por el bien general?", cuestionaba, "¿o van a votar por defender a una minoría?".
De hecho, una semana después de su cara a cara con Feijóo en el Senado, en el Gobierno mantienen que Sánchez se vio reforzado en este debate —en el que fue mucho más duro que el líder de la oposición, y en el que partía desde una posición de fuerza—. El presidente ya anticipa que habrá más citas similares. "Habrá más debates, dado el resultado", aseguraba.
El diagnóstico es claro en el Gobierno y en el PSOE: o son capaces de trasladar cómo ha mejorado la vida de la "clase media trabajadora" a la que dicen priorizar, en detrimento de las élites económicas y empresariales, o difícilmente podrán revalidar mandato en poco más de un año y culminar las "transformaciones" en las que están inmersos.
Por eso Sánchez se volcará de aquí a diciembre con recobrar el pulso de la calle con una treintena de actos por toda la geografía; por eso ha abierto la Moncloa para celebrar actos de mayor proximidad con ciudadanos escogidos por su equipo, y por eso toca endurecer el tono contra el PP. "Todos somos portavoces", secundaba López. "Ahora les vamos a contestar y lo vamos a contar todo, en todos los rincones", zanjaba.
Pedro Sánchez ordenó hace semanas al Gobierno cerrar filas y duplicar esfuerzos por vender sus políticas; hizo lo propio con el PSOE poco después, y hoy ha querido llamar a cerrar filas a los parlamentarios socialistas. En el Congreso de los Diputados, Sánchez ha marcado las prioridades del nuevo curso político a los diputados, senadores y europarlamentarios socialistas, exigiéndoles su "máxima implicación" y la "máxima pedagogía" para defender, "con la cabeza bien alta", el trabajo realizado durante los últimos tres años por el Ejecutivo de coalición, sea ante las instituciones europeas, desde la Moncloa o en las Cortes Generales.
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