Feijóo se encomienda a los errores de Sánchez y en el PP alertan de "exceso de autocomplacencia"

"No aspiro a ser un presidente por descarte", proclamaba este sábado Alberto Núñez Feijóo en el inicio del curso político que inauguró en Pontevedra, rodeado de sus barones. El mensaje a la militancia es que queda un año "de trabajo" por delante para llegar a la Moncloa por "méritos propios". Pero más allá de los discursos, en la fontanería de Génova se apostará por el continuismo en el fondo y las formas. La estrategia pasa, según fuentes del PP, por evidenciar que el problema de España es Pedro Sánchez. "Desde que llegamos no hemos dejado de crecer en las encuestas", argumentan en el equipo del gallego, donde aspiran a repetir a nivel nacional la hazaña de Juanma Moreno en Andalucía: una abrumadora mayoría con la base en el electorado de centro.

Desde esta posición colocan el reto en el lado de Sánchez. La dirección popular está convencida de que el presidente agoniza electoralmente y se ha quedado sin su última bala. "No hay ninguna medida que pueda dar la vuelta al hastío y desconfianza que ha generado entre los españoles", insisten con los últimos sondeos como idea de fuerza. Las estimaciones de voto publicadas en estos días sitúan a Feijóo a nueve puntos del PSOE o en el caso de los menos optimistas, a cinco. Con los números en la mano, los asesores han diseñado una estrategia que pasa por centrarse en dos ejes: la economía y la moderación. La consigna es no arriesgar.

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¿Será Sánchez capaz de remontar? Es la pregunta que se lanza desde Génova, donde se da por hecho que Feijóo será el próximo presidente del Gobierno. El exceso de optimismo se justifica en que el líder del PP mantiene intacta su imagen de "político moderado que sirve a su país" pese a la "estrategia de derribo" de los ministros de Sánchez. Consideran que habrá un "efecto bumerán" y que cada "insulto" que provenga de un miembro del Ejecutivo se transformará en votos. Tampoco preocupa que se les etiquete como partido del "no" tras las últimas votaciones de los decretos para poner en marcha medidas para paliar la emergencia energética.

"Sánchez fue incapaz de pactar con Rajoy, Casado o ahora Feijóo. Quizás el problema sea suyo", reflexionan en el equipo popular, donde denuncian que Moncloa busca "aislarles" porque no explorará más allá de las alianzas con sus socios. La hipótesis de trabajo es que el PSOE va a por el voto de Podemos ante la crisis que se vive en la izquierda por la pugna entre el "sumar" de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias. El PP se volcará en el centro y dan por hecho el crecimiento por la derecha, dado que ante las expectativas de que el PP llegue al Gobierno están captando voto de Vox.

Con respecto a los pactos se tenderá la mano, pero desde la certeza de que son inviables. En el caso de la renovación del Consejo General del Poder Judicial esperan a que el Gobierno mueva ficha. El PP no va a cambiar ni una coma del documento que ofreció Esteban González Pons al ministro Félix Bolaños. No hay comunicación entre Sánchez y Feijóo. El presidente no ha llamado para temas de calado, como la crisis energética o la guerra de Ucrania. El gallego tampoco se moverá.

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Más allá de la planta noble de Génova, empieza a preocupar el "inmovilismo" de la nueva cúpula. Los veteranos ven un "exceso de autocomplacencia". "Dan por hecho que Sánchez va a caer solo y eso no es así", advierte un cargo popular que ha trabajado en los equipos de José María Aznar y Mariano Rajoy. El expresidente estuvo en el acto de inicio del curso arropando a Feijóo y los que tratan con él aseguran que "está muy preocupado" por la situación de España. Su experiencia le reafirma en que nuestro país bordea una grave crisis económica, además del "duro invierno" por la escasez de gas que ya reconoce hasta el propio Gobierno.

Muchos cuadros medios del PP ya han experimentado lo que es recibir un país quebrado y apelan a que Feijóo busque "puntos de encuentro" que favorezcan medidas que sean buenas para España y que a la larga lo serán para el PP si gobierna. Ponen el acento en la necesidad de que el gallego en estos momentos dé un salto a la política en Bruselas. "Tenemos que trabajar con el PP europeo", lamenta un exdirigente popular que pone en evidencia que la contraposición de la fotografía de Feijóo de ayer con Ayuso, Moreno, Bonilla, Mañueco, López Miras y Rueda se queda "pobre" frente a la que se hará Sánchez con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Entre los pesimistas con carné del PP, recuerdan que Sánchez ha estado muchas veces muerto y que siempre resucita. Pronostican que Moncloa sacará la chequera de cara a las citas electorales y aprobará paquetes de medidas sociales que serán bien recibidas por los ciudadanos, dado que ya son muchas las familias que empiezan a sufrir las consecuencias de la alta inflación. "Al final el votante busca soluciones y el PP debe ser parte de ellas", reclaman, mientras repiten: "Sánchez no caerá solo". Feijóo espera que sí.