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Génova se bunkeriza: el barón gallego construye un partido "compacto" y sin fugas
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"Política para adultos"

Génova se bunkeriza: el barón gallego construye un partido "compacto" y sin fugas

El gallego enmienda el modelo de la anterior dirección e impone hermetismo en Génova. El 'nuevo PP' entiende las "filtraciones" como un síntoma de desestabilización interna

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Daniel González)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (Daniel González)
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"Quien diga que sabe algo, miente". Esta frase se ha convertido casi en un mantra en el PP desde que Alberto Núñez Feijóo aterrizó en Génova hace apenas dos semanas. El hermetismo que le caracterizó durante sus largos años al frente de la Xunta se ha instalado también en Madrid. El nuevo líder nacional ha ordenado a su equipo de confianza huir de las "filtraciones", de las "intoxicaciones" y de los susurros internos y externos que, a juicio de importantes figuras populares, desestabilizaron sin remedio el castillo de naipes que construyó Pablo Casado a su alrededor. El de Feijóo "es un nuevo estilo", coinciden fuentes de la cúpula, que ratifican la inauguración de una "nueva etapa", también en lo orgánico. El 'nuevo PP' quiere un partido "compacto", ordenado, sin fugas, sin fisuras. Huir de las luchas fratricidas, aun a costa de bunkerizar todo lo que se cuece en el 13 de Génova.

Foto: Pablo Casado, junto a miembros de NNGG en 2019. (EFE)

Feijóo ha dado el salto a Madrid con la determinación de que, en lo que dure su mandato, no bajará a lo orgánico y alejará en la medida de lo posible al PP de batallas intestinas que, hace dos meses, sumieron al partido en la peor crisis interna de su historia. Los cuchillos, muy afilados en ocasiones, se sucedieron durante meses, especialmente en el marco de la guerra soterrada entre Génova y Sol. El PP era noticia por sus luchas internas, trasladan las fuentes consultadas, mientras que las propuestas o la labor de oposición a Sánchez pasaban a un segundo o tercer plano. Eso es lo que Feijóo quiere cambiar. Hacer 'política para adultos'. "Por lo menos vamos a intentarlo", suscriben en su equipo.

Uno de los primeros cambios que ha implementado el gallego desde que tomó tierra en la capital ha sido paralizar la distribución generalizada de argumentarios internos a diputados y senadores. El anterior Departamento de Comunicación, que capitaneaba el periodista Pablo Montesinos, trataba de orientar a sus cargos sobre asuntos del día, líneas discursivas o estrategias de oposición al Gobierno. La nueva dirección del gallego no ha eliminado esta herramienta, solo que es de "manejo restringido", para evitar filtraciones indeseadas que dinamiten el orden con el que Feijóo quiere construir el nuevo PP.

Foto: Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Julio Muñoz)
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Feijóo quiere poner el máximo coto posible a las filtraciones, un objetivo que pasa por evitar compartir información interna más allá del núcleo de la máxima confianza del nuevo presidente nacional. De hecho, durante el mes que Feijóo estuvo como presidente 'in pectore' del PP, el secretismo fue la máxima que orientó al nuevo líder, tanto en la designación de su equipo en Génova como en el proceso de sucesión que se abría en la Xunta. Fue él quien confirmó su marcha, y fue él quien anunció los nombres del nuevo comité de dirección. Haciendo gala de su fama de hombre escrupulosamente respetuoso con los tiempos y los códigos internos, solo desveló los miembros de su nuevo equipo cuando los compromisarios del PP ratificaron su candidatura en el congreso de Sevilla.

Hermetismo como clave del éxito

El gallego presume de que, en sus cuatro legislaturas al frente de la Xunta, no se ha filtrado ni un solo nombre de los 'conselleiros' antes de que él mismo lo anunciase. "Muchos de ellos recibían un mensaje la noche anterior o la misma mañana de su designación oficial", rememora un dirigente popular, cercano al todavía presidente de la Xunta. El objetivo es llevar ese modelo a Madrid. Con Feijóo "siempre ha funcionado así". Y, de momento, ha cumplido con su propósito.

Salvo contadas excepciones, como la presencia de Esteban González Pons, que se daba por descontada en la nueva estructura de Génova, Feijóo mantuvo la incógnita sobre el resto de vicesecretarios hasta el último momento. De hecho, el anuncio de Cuca Gamarra como nueva secretaria general 24 horas antes del inicio del cónclave nacional en Sevilla pilló por sorpresa a propios y ajenos. Nadie en el grupo parlamentario conocía la noticia, ni siquiera ella misma: aceptó la propuesta la misma mañana en que el gallego hizo pública su decisión a través de Twitter.

Sin embargo, el conocido hermetismo del presidente provocó que la ilusión por la nueva etapa se mezclase, en ocasiones, con nerviosismo en las filas populares. "Nadie sabe nada. Todo está en su cabeza", insistían distintas voces del partido. Durante el mismo congreso de Sevilla, a tan solo unas horas de que anunciase a los nuevos miembros de la nueva cúpula directiva de Génova, la expectación era máxima. Hasta el punto de que algún dirigente con asiento en la ejecutiva de Feijóo olvidó chequear el móvil durante unas horas y, cuando lo revisó, tenía dos llamadas perdidas del presidente. "A punto estuvo de dárselo a otro", bromea.

El PP mantiene aún la incógnita sobre múltiples cuestiones, como la designación del resto del organigrama de Génova. Esteban González Pons (Institucional), Juan Bravo (Economía), Pedro Rollán (Coordinación Territorial), Miguel Tellado (Organización) y Carmen Navarro (Política Social) deben designar en los próximos días a sus respectivos secretarios de área, pero aún se desconocen los equipos.

Feijóo tampoco ha querido desvelar todavía cómo se concretarán los cambios en Congreso y Senado, donde todo apunta a que recalará como senador por designación autonómica una vez abandone definitivamente la Xunta. El gallego se asentará en Madrid de forma definitiva a partir de la segunda quincena de mayo, y será entonces, antes de que finalice el presente período de sesiones, cuando reúna a los grupos parlamentarios de la Cámara Alta y la Cámara Baja para comunicar los cambios con los que empezará el curso en septiembre. Además, está prevista la reunión de una Junta Directiva Nacional a final de mayo para ratificar el resto de cambios en Génova.

"Quien diga que sabe algo, miente". Esta frase se ha convertido casi en un mantra en el PP desde que Alberto Núñez Feijóo aterrizó en Génova hace apenas dos semanas. El hermetismo que le caracterizó durante sus largos años al frente de la Xunta se ha instalado también en Madrid. El nuevo líder nacional ha ordenado a su equipo de confianza huir de las "filtraciones", de las "intoxicaciones" y de los susurros internos y externos que, a juicio de importantes figuras populares, desestabilizaron sin remedio el castillo de naipes que construyó Pablo Casado a su alrededor. El de Feijóo "es un nuevo estilo", coinciden fuentes de la cúpula, que ratifican la inauguración de una "nueva etapa", también en lo orgánico. El 'nuevo PP' quiere un partido "compacto", ordenado, sin fugas, sin fisuras. Huir de las luchas fratricidas, aun a costa de bunkerizar todo lo que se cuece en el 13 de Génova.

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