García Castaño asegura que Villarejo entró en la operación Kitchen por "orden del ministro"

El comisario Enrique García Castaño compareció este jueves ante la comisión del Congreso sobre Kitchen, la operación parapolicial que se llevó a cabo en 2013 para robar documentación al extesorero del PP Luis Bárcenas. El que fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), también conocido como el Gordo, se encuentra imputado por estos hechos en la Audiencia Nacional y ya ha reconocido su participación en los mismos. En el Congreso detalló aspectos de la operación y aseguró que, según le hizo saber su superior Eugenio Pino, Villarejo participó por "orden del ministro y del secretario de Estado de Seguridad"

Nada más arrancar la comparecencia, criticó que se haya rechazado su petición de dispensarle del deber de guardar secreto. Repitió la misma idea al responder a los portavoces de los partidos, pero a medida que las preguntas se sucedían, profundizó en el papel que jugó en la "operación Bárcenas". Una vez más, argumentó que seguía órdenes del comisario Eugenio Pino: "Me llama el director adjunto operativo y me dice que necesita mi ayuda para culminar la investigación del señor Bárcenas". "Me dice que lo que se busca son los testaferros del señor Bárcenas, qué dinero en realidad se ha llevado y dónde lo tiene escondido. Nadie me dice de robar o sustraer nada".

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Entre los superiores a los que supuestamente informaba de sus hallazgos, mencionó a su vez al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez: "Alguna vez, periódicamente, sí". Martínez se encuentra imputado por Kitchen junto al que fuera su jefe, el ministro Jorge Fernández Díaz, con el que llegó a enfrentarse en un careo para intentar demostrar que el máximo responsable de Interior estaba al tanto de la operación. "Por supuesto que el ministro y el secretario de Estado conocían la operación", mantuvo este jueves García Castaño. Pese a ello, reconoció que él nunca trató de forma directa con Jorge Fernández Díaz. El exministro siempre ha negado que tuviera conocimiento del espionaje a Bárcenas y, en la Audiencia Nacional, descartó cualquier relación con Villarejo.

García Castaño dejó al margen a Fernández Díaz hasta que le preguntaron por Villarejo: "Entra en el caso por órdenes del ministro y del secretario de Estado". "El DAO [Eugenio Pino] quería colocar a otro comisario para que manejaran [al chófer de Bárcenas] entre los dos. Desde el Ministerio y desde la Secretaría de Estado, esto se lo pueden preguntar al DAO, le dijeron que no, que el que tenía que estar ahí era Villarejo por orden del ministro y del secretario de Estado". Dijo no haber presenciado estas órdenes de forma directa, pero aseguró que así se lo explicó el propio Pino: "El DAO lo ha declarado así en sede judicial, ¿eh?".

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Pero García Castaño insistió este jueves en que su compañero mantuvo "un estatus especial" desde 1994 y que trataba con "los altos cargo de Interior", ya fueran del PP o del PSOE: "Yo sabía que el señor Villarejo tenía allí sus empresas y los DAO de muchos años despachaban con él". Agustín Linares, Pedro Díaz-Pintado, Miguel Ángel Fernández Chico... "Todos". "Me extraña que ahora nadie diga que conocía eso". "Villarejo ha manejado dinero de los fondos reservados en muchas operaciones".

Incluso sugirió que podía llegar hasta Mariano Rajoy. "El señor Villarejo desde siempre ha tenido acceso a poder mandar mensajes al presidente del Gobierno a través de terceras personas". "Yo creo que por la amistad personal que tenía con la secretaria general [María Dolores Cospedal] y con distintas personas que tienen amistad con el presidente como Mauricio Casals". No es la primera vez que el comisario deja caer esta idea: "Yo no lo puedo demostrar. Es una suposición de comentarios que he oído". "Villarejo siempre ha actuado con la cobertura política".

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Por momentos, se mostró reticente ante las preguntas, pero no tuvo problema en explicar las cuestiones que supuestamente trataba con Pino y Martínez sobre la operación Kitchen. Entre ellas, su entrada en el estudio de arte de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias. Según explicó, sospechaban que el extesorero podía esconder información sensible en el mismo: "Entro porque la señora de la limpieza que se encontraba en aquel momento me abre la puerta porque la engaño". "Para eso no hace falta orden judicial". El comisario mantiene que él nunca encontró nada relevante en ese estudio.

En cuanto al entonces chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, dijo haberse reunido "una vez" con él para que se convirtiera en su confidente. También intermedió para que consiguiera un arma: "Se me dan 700 euros para que vaya a una armería a pagarle un recibo de 700 euros por un arma". Una vez logrado este acercamiento, Ríos les entregó tres móviles del extesorero: "Me los podía traer por la tarde para tenerlos durante media". En 2019, García Castaño ya confesó ante el juez que, con la ayuda de especialistas del cuerpo, copió los datos que almacenaban. Dentro de esos móviles estaban los famosos SMS de Rajoy que habían sido enviados entre 2011 y 2013.