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En helicóptero (si el tiempo deja), sin bandera ni honores: así será la exhumación de Franco
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SOLO HABRÁ UNA MISA, EN LA INHUMACIÓN

En helicóptero (si el tiempo deja), sin bandera ni honores: así será la exhumación de Franco

El Gobierno ultima el dispositivo para sacar esta semana al dictador del Valle. No será antes del miércoles 23. El Ejecutivo está pendiente de la meteorología y ya ha negado las peticiones de la familia

Foto: Un monje camina delante del Valle de los Caídos, de donde será exhumado Franco, el pasado 13 de octubre. (Reuters)
Un monje camina delante del Valle de los Caídos, de donde será exhumado Franco, el pasado 13 de octubre. (Reuters)

La penúltima semana de octubre de 2019 dejará otra de esas imágenes para la historia y que dará la vuelta al mundo. La salida de un dictador del mausoleo que mandó construir para mayor gloria del régimen y en el que están sepultadas cerca de 34.000 víctimas de la Guerra Civil. Como tarde, el viernes 25 Francisco Franco estará fuera del Valle de los Caídos. Abandonará para siempre el lugar en el que ha estado enterrado cerca de 44 años y, con su exhumación, España cerrará una de las páginas más oscuras de su historia reciente. Innecesario, para la oposición conservadora. Insuficiente, para las formaciones a la izquierda del PSOE.

El Gobierno de Pedro Sánchez culmina en unos días un largo proceso que le ha consumido 16 meses. La batalla judicial ya está totalmente despejada y no hay obstáculo legal ninguno. Así que ya solo queda conocer cuándo se ordenará el desenterramiento del dictador —no antes del miércoles 23— y la concreción del complejo dispositivo técnico que está coordinando el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, uno de los cargos de mayor confianza de Sánchez en la Moncloa, junto al director de su Gabinete, Iván Redondo.

A falta de que el Ejecutivo baje a todos los detalles, de los que informará a los periodistas en un encuentro informativo que probablemente se celebre este mismo lunes, sí están más claras cuestiones logísticas importantes, como la apuesta por el helicóptero para el traslado del cadáver al cementerio municipal de Mingorrubio-El Pardo, si la meteorología lo permite, o que no habrá honores militares para el dictador ni su féretro será cubierto ni con la bandera de España ni con la preconstitucional.

Foto: Valle de los Caídos. (EFE)

¿Cuándo será la exhumación?

El Consejo de Ministros se dio de plazo para ejecutarla hasta el viernes 25 de octubre. No cerró la fecha para resolver las cuestiones instrumentales del dispositivo, tal y como explicó hace poco más de una semana la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, máxima responsable del expediente administrativo que no ha podido ser frenado por la familia. Al no fijar un día concreto de antemano, el Ejecutivo se daba un cierto margen para preparar todo el procedimiento y mantenía viva la tensión informativa más tiempo. Pero no solo. Consciente de que se avecinaban unos días complicados en Cataluña, el Gabinete se reservaba un colchón de seguridad por si se alargaba la crisis.

"Al final, no hemos podido llegar al 21 ni al 22. No se ha debido a Cataluña el retraso. Esto lleva su propio camino", alegan fuentes gubernamentales

El domingo pasado, fuentes de la Moncloa calculaban que la exhumación podría producirse el lunes 21 o el martes 22 de octubre. Si las cosas iban "bien", advertían. Pero ya ambas fechas han sido descartadas. La salida de Franco del Valle de los Caídos será, como pronto, el miércoles 23, aunque el Gobierno podría apurar algo más sus propios plazos y optar por el jueves o viernes. "Al final, no hemos podido llegar al 21 ni al 22. No se ha debido a Cataluña el retraso. Esto lleva su propio camino. Estamos terminando de ultimar todo y cuando esté todo listo, lo comunicaremos", aseguraban este sábado fuentes gubernamentales a este diario. Los nietos y los medios conocerán la fecha definitiva con 48 horas de antelación.

EEl Gobierno mantiene que la exhumación de Franco es "cuestión de días"

No hay nada que pueda parar la salida del dictador del Valle de los Caídos a estas alturas. La sentencia del Supremo fue muy contundente y removió todos los obstáculos. Los Franco acudieron al Constitucional en amparo y solicitaron como medida cautelarísima la suspensión de la exhumación, pero el tribunal de garantías rechazó el recurso y dio vía libre a la decisión del Ejecutivo. También el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), requerido por la Fundación Francisco Franco, se opuso a paralizar la ejecución. También el juez José Yusty cedió y acató la resolución del TS y archivó el bloqueo de la licencia urbanística.

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¿Cómo se hará?

Los pasos son ya conocidos, porque ya Patrimonio Nacional elaboró, a instancias del Ejecutivo, el proyecto de obra en la basílica [aquí en PDF]. En el documento redactado por el organismo que depende del Ministerio de la Presidencia —y cuya titular es, precisamente, Calvo—, se daba cuenta de cómo habrían de realizarse los trabajos para sacar a Franco de la tumba de Estado situada en el presbiterio de la basílica. La obra consiste en la retirada de la pesadísima losa de piedra berroqueña de 226 x 119 cm x 20 cm de espesor (que exige unas tres horas de trabajo), y se prolonga con la colocación posterior del forjado y el enlosado de mármol (otros dos días). Toda la obra se completaría, por tanto, en tres jornadas laborales. Patrimonio calculó hace un año que el importe de la retirada de la losa de granito ascendería a 3.090 euros (3.738,90 € con el 21% de IVA).

El Ejecutivo ha tenido tiempo de preparar sobre el terreno la exhumación, ya que cerró el Valle de los Caídos el pasado 11 de octubre

El organismo ya indicaba en 2018 que la ejecución de las obras de exhumación habrían de encargarse a una empresa de servicios funerarios. Para reponer el solado de mármol negro Marquina, sin embargo, bastaría con el personal de Patrimonio, que también cuenta con los materiales necesarios para sustituir el pavimento.

placeholder Pedro Sánchez, Carmen Calvo, Isabel Celaá, Iván Redondo (2d) y Félix Bolaños (d) se dirigen a la comparecencia de anuncio de elecciones generales, el pasado 15 de febrero de 2019. (Moncloa)
Pedro Sánchez, Carmen Calvo, Isabel Celaá, Iván Redondo (2d) y Félix Bolaños (d) se dirigen a la comparecencia de anuncio de elecciones generales, el pasado 15 de febrero de 2019. (Moncloa)

La empresa que asumirá los trabajos ya está encargada, tal y como el Gobierno confirmó tras cursar Newtral una solicitud a través del Portal de la Transparencia. El contrato especifica que esa compañía se encargará "de las labores de exhumación y traslado de los restos mortales para su inhumación en el cementerio de El Pardo". El presupuesto de adjudicación asciende a 11.709,17 euros en total, IVA incluido. El Ejecutivo no ha querido dar aún el nombre de la empresa por discreción, por la evidente "repercusión mediática" y porque la funeraria ha de estar "acompañada de medidas especiales de seguridad por afectar a la protección de los intereses esenciales de la Seguridad del Estado".

El Ejecutivo ha tenido tiempo de preparar todo sobre el terreno, porque cerró el Valle de los Caídos el mismo día en que aprobó el acuerdo definitivo de exhumación, el pasado 11 de octubre.

Foto: Visitantes de la basílica muestran una bandera. A la derecha, coronas sobre la tumba de Franco

¿Quedará registrado el momento?

No. El Gobierno siempre tuvo claro que no quería hacer de la exhumación un "espectáculo". Calvo ha insistido en numerosas ocasiones que los restos de Franco se tratarán con el "respeto" y la "dignidad" debidas. No habrá cámaras ni grabadoras dentro de la basílica que graben el momento de la salida del cuerpo. De hecho, el acuerdo del Consejo de Ministros incluía la orden a la Delegación del Gobierno en Madrid para que garantizase que no pudieran entrar móviles ni ningún medio de captación de imágenes o sonidos en el interior del templo. Para mayor seguridad, estará instalada una carpa o un biombo, que preserve el momento íntimo de extracción del cuerpo.

El momento de la extracción de los restos será íntimo y estarán prohibidas cámaras y grabadoras en el interior del templo

En todo el proceso, además de la familia —está previsto que acudan los nietos y bisnietos del dictador—, estará presente la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, en su condición de notaria mayor del Reino, y también las autoridades mortuorias. El Ejecutivo incluye en el dispositivo, pues, a un forense, para el caso de que el cuerpo embalsamado del general se halle en mal estado, ya que cerca de la tumba pasa una corriente de agua y no está claro que la sepultura fuera perfectamente impermeabilizada en la época. La decisión de que Franco fuera enterrado en Cuelgamuros no parece que fuera suya, sino que podría haber partido del entonces presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, firmada por el rey Juan Carlos después del fallecimiento.

placeholder La nieta mayor de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, en el funeral de su madre, en enero de 2018. (EFE)
La nieta mayor de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, en el funeral de su madre, en enero de 2018. (EFE)

La imagen que quedará para la historia será la de la salida del féretro desde Cuelgamuros, el trayecto hasta El Pardo y la llegada hasta el panteón. La idea que manejaba el Gobierno es que el abandono de la basílica fuera cubierto en régimen de 'pool' por los medios públicos, instalados en la enorme explanada que se abre a los pies del templo.

Foto: Franco pronuncia un discurso durante la ceremonia de inauguración del Valle de los Caídos en 1959.

¿Habrá honores militares? ¿Y bandera?

No. Este asunto es el que ha estado presente en las dos reuniones que mantuvieron los Franco con Bolaños en esta última semana. En la primera, el secretario general de la Presidencia se entrevistó con el letrado de los Martínez-Bordiú Franco, Luis Felipe Utrera-Molina, y en la segunda, el abogado estuvo acompañado del nieto mayor, Francis Franco. Los descendientes del general habían solicitado por escrito "honores fúnebres militares en señal de respeto y homenaje", que, según el reglamento de 2010, se rendirían por una unidad con bandera, banda y música y consistiría en la interpretación del himno nacional completo, arma presentada, una descarga de fusilería y hasta una salva de cañonazos. Tales honras le correspondían por haber sido presidente del Gobierno, alegaban. También reclamaban que el féretro fuera "cubierto con una bandera nacional".

El Gobierno advierte de que rendir tributo a un dictador sería ilegal. La operación es pública, por lo que no cabe tampoco una bandera en el féretro

Bolaños negó ambas peticiones a los Franco en las dos reuniones cargadas por momentos de tensión. El Gobierno defendió desde el principio que no cabrían de ningún modo los honores militares. La posibilidad de que se rinda tributo a un dictador "no se la plantea el Gobierno de ninguna de las maneras", dijo Calvo el pasado jueves en Antena 3, donde explicaba que el requerimiento de la familia, simplemente, no es "legal", ya que la Ley de Memoria Histórica prohíbe el enaltecimiento al dictador. La vicepresidenta recordaba que se trata de un operativo impulsado por el Gobierno, "con recursos públicos y con autoridades públicas" presentes, así que en lo que depende de él, que es la exhumación, traslado e inhumación del cuerpo, no hará nada que viole la legalidad.

Cierra el Valle de los Caídos ante la exhumación de Franco

La familia había exigido que el féretro fuera cubierto con una "bandera nacional". Quería que se rescatara la enseña que se utilizó en el traslado desde el traslado del dictador del Palacio Real a Cuelgamuros el 23 de noviembre de 1975 y que habían guardado su mujer, Carmen Polo, y luego su hija y sus nietos, como informaba 'La Razón'. Bandera con el Águila de San Juan bordada en ella, el emblema que el régimen tomó prestado de los Reyes Católicos. El Gobierno se negó. No podía tolerar un símbolo preconstitucional en la exhumación del dictador. También dijo no a la siguiente solicitud de los descendientes: una bandera sin escudo. "Es la salida de un lugar público, no es un entierro privado", justificaron fuentes de la Moncloa. Los nietos podrán, si quieren, portar el féretro hasta el medio de transporte que finalmente lo conduzca hasta El Pardo.

Los Franco se apoyaron en el sepelio de Melchor Rodríguez, llamado 'El Ángel Rojo', en 1972, en pleno franquismo. El militante anarquista, brevísimo alcalde de Madrid en 1939, había sido delegado de Prisiones de la República y había salvado, desde su puesto, miles de vidas, entre ellas miembros de Falange como Raimundo Fernández Cuesta o militares como Agustín Muñoz Grandes, que posteriormente intercedió por él en el consejo de guerra y le libró de la muerte. Su humanitarismo con muchos presos franquistas le valió el reconocimiento de la dictadura. A su muerte, los jerarcas del régimen permitieron que se desplegara una bandera anarquista durante el entierro.

Los Franco invocaron el sepelio, en 1972, de 'El Ángel Rojo', en el que se permitió una bandera anarquista. Aquello fue "la excepción", dice Moncloa

Ese ejemplo lo hicieron valer los Franco para defender su voluntad de que su abuelo recibiera honores y fuera cubierto con una enseña. Bolaños replicó a Utrera y al nieto mayor que el caso de 'El Ángel Rojo' era "la excepción", y no la "regla", porque habían sido miles los republicanos enterrados de manera indigna. "¿Por qué no hablamos de ellos?", les interpeló el secretario general de la Presidencia. Los Franco sabían que tenían todas las de perder, por el aval rotundo del Alto Tribunal a los planes del Gobierno. Su derrota era mayúscula, y así lo admitió Francis Franco ante su letrado durante la reunión, según narraban fuentes del Ejecutivo: "En el Supremo hemos perdido 10-0".

placeholder Miembros de la Policía vigilan la entrada del cementerio de Mingorrubio-El Pardo, el pasado 26 de septiembre. (EFE)
Miembros de la Policía vigilan la entrada del cementerio de Mingorrubio-El Pardo, el pasado 26 de septiembre. (EFE)

Los familiares también querían el título funerario del panteón de Mingorrubio donde será inhumado Franco. La petición fue denegada. La cripta pertenecía a Patrimonio Nacional hasta el pasado mayo, cuando el Ejecutivo la desafectó —el organismo custodia los bienes y palacios de la Familia Real— y la integró en Patrimonio del Estado.

Foto: Decenas de personas se quedan sin acceder al Valle de los Caídos tras el cierre ordenado por el Gobierno, este 11 de octubre. (EFE)

¿Cómo se transportará el cadáver?

La pregunta aún no tiene una respuesta segura. La Guardia Civil había mostrado su preferencia por el helicóptero, y el Gobierno atendió ese consejo. Como explicaba Calvo, es el medio que "incomoda menos" y el que menos perturba la circulación. Y el más rápido para salvar la distancia de 60 kilómetros que separa el Valle de los Caídos del cementerio municipal de Mingorrubio, al oeste de la capital. No habría problemas de espacio para que la nave despegara en Cuelgamuros y aterrizara en su destino.

Las previsiones dan lluvia a partir del martes y hasta el jueves en Madrid, por lo que podría ser poco aconsejable el traslado por medios aéreos

Sin embargo, el principal obstáculo para el Ejecutivo es el tiempo. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), lloverá en Madrid el martes, miércoles y jueves de esta semana, con mucha probabilidad. No así el viernes. Las precipitaciones y el riesgo de niebla desaconsejarían el uso del helicóptero, señalaban en la Moncloa, por lo que quizá no haya más remedio que salvar la distancia por carretera.

Una vez que los restos lleguen a Mingorrubio, sí podrá celebrarse un "breve e íntimo" oficio religioso antes de inhumar al dictador. La familia pedía otra misa en el momento de la exhumación, oficiada por el prior de la basílica, Santiago Cantera —el monje benedictino que se ha opuesto con uñas y dientes a la salida de Franco de Cuelgamuros, hasta que no le quedó más remedio que claudicar—, pero el Gobierno no lo permitió. Solo habrá por tanto una eucaristía, y celebrada, por voluntad de los nietos, por el párroco Ramón Tejero, hizo del golpista Antonio Tejero, el protagonista del 23-F.

En muy pocos días llegará el momento que Sánchez y el Gobierno tanto anhelaban culminar. A escasamente una semana del arranque oficial de la campaña del 10-N. Pero ahora la exhumación podría pasar a un segundo plano informativo si la crisis en Cataluña no remite. Ya parece que va a menos: las protestas violentas, si continuaran, podrían devorar el proyecto más simbólico del Ejecutivo socialista, la salida de un dictador de su tumba de Estado cuatro décadas después de su muerte.

La penúltima semana de octubre de 2019 dejará otra de esas imágenes para la historia y que dará la vuelta al mundo. La salida de un dictador del mausoleo que mandó construir para mayor gloria del régimen y en el que están sepultadas cerca de 34.000 víctimas de la Guerra Civil. Como tarde, el viernes 25 Francisco Franco estará fuera del Valle de los Caídos. Abandonará para siempre el lugar en el que ha estado enterrado cerca de 44 años y, con su exhumación, España cerrará una de las páginas más oscuras de su historia reciente. Innecesario, para la oposición conservadora. Insuficiente, para las formaciones a la izquierda del PSOE.

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