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Galán y Villarejo: Bilbao aún no es Nueva York para Iberdrola
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ATAQUE AL PODER JUDICIAL

Galán y Villarejo: Bilbao aún no es Nueva York para Iberdrola

El presidente de la eléctrica reaccionó este viernes con un ataque frontal contra el poder judicial por la gran derrota empresarial en Estados Unidos, calculada en 8.300 millones

Foto: El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (EFE/Cabalar)
El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (EFE/Cabalar)

Bilbao fue un hervidero de directivos y empresarios durante la tercera semana de noviembre. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, consiguió llevar a la capital vasca a lo más granado de la industria europea. Presidentes y consejeros delegados, trompeteros del cambio climático, llegaron en sus lujosos y contaminantes aviones privados al País Vasco para debatir durante tres días sobre el futuro de la empresa y del planeta.

El líder de Iberdrola fue capaz de que la European Round Table (ERT), un 'lobby' creado hace casi 40 años por parte de los mayores empresarios del Viejo Continente, tuviese lugar en Larraskitu, sede de la eléctrica española, que unas semanas antes había empujado a que la Unión Europea tumbase la ocurrente pretensión del Gobierno de España de consensuar un modelo tarifario común para reducir el precio de la electricidad que afecta a todos los ciudadanos.

Galán movió los hilos para que al acto acudieran casi todas las instituciones locales, regionales y hasta el jefe del Estado

Galán movió los hilos para que al acto acudieran casi todas las instituciones locales, regionales y hasta el jefe del Estado. Felipe VI se prestó a inaugurar la reunión como meses atrás había hecho con el nuevo Centro de Innovación de Formación e Innovación de la multinacional energética en San Agustín de Guadalix, unos terrenos de la Iglesia, a unos 50 kilómetros de Madrid, donde la compañía intentó trasladar en masa a sus empleados en 2020. El monarca, como hizo años atrás su padre con una central hidroeléctrica en Riga (Letonia), finalmente envuelta en un caso de corrupción, acudió a Bilbao a respaldar al presidente de Iberdrola, rodeado de los más importantes ejecutivos de Unilever, Daimler, Michelin, Siemens, Orange, Nestlé y, por supuesto, hubo también representación española, como la de Telefónica e Inditex.

El evento contó con la participación de Iñigo Urkullu, el lendakari del PNV, de Nadia Calviño, la ministra de Economía, tan técnica como desorientada en el universo del Ibex, y de Pablo Casado, el aún líder del Partido Popular, que fue acompañado de Carlos Iturgaiz, el parlamentario del PP vasco (ya quinta fuerza política de la región) y de Ángel Acebes, exministro con Aznar y ahora consejero de Iberdrola. Salieron los tres tan encantados de su asistencia al encuentro, que no dudaron en fotografiarse a las puertas de la Torre Iberdrola con Galán, el mismo que le había hecho la vida imposible a Rajoy cuando el gallego trató de poner orden al déficit de tarifa de 25.000 millones que pagaban todos los españoles. Se guardaron la foto, pero no resistieron a filtrar cuatro días más tarde que habían estado allí. Pedro Sánchez, que estaba a tres manzanas del evento, en plena celebración del congreso del PSE, no se acercó.

Ni la Casa Real, ni el PNV ni los 'boy scouts' del PP, pensaban que apenas unas semanas más tarde Galán iba a recibir el varapalo más grande

Ni la Casa Real, ni el PNV ni los 'boy scouts' del PP, con sus presuntos equipos de inteligencia, pensaban que apenas unas semanas más tarde Galán iba a recibir el varapalo más grande en los exitosos veinte años que lleva como primer ejecutivo de Iberdrola. El salmantino nunca hubiera imaginado que la contratación durante 13 años del comisario Villarejo iba a someterle a la mayor derrota en sus más de 40 años de carrera profesional. Hasta ahora, la línea argumental de Iberdrola y de su líder despreciaba este asunto como algo meramente reputacional: una cuestión menor digna de ser despreciada y fácilmente contrarrestable con fotos junto a personalidades como el primer ministro inglés, Boris Johnson, o la Reina de Inglaterra.

Y menos en Estados Unidos, su mercado preferido, al que ha elogiado tanto bajo la administración Obama, como la de Trump y ahora la de Biden, donde la libertad de empresa prima ante los corsés políticos del Viejo Continente. Nunca imaginó que un organismo regulador estadounidense le iba a vetar la compra más ambiciosa al otro lado del Atlántico desde que dirige los vientos de la compañía eléctrica. Su buen hacer con los numerosos 'lobbies' del país, incluido el partido de Hilary Clinton y los numerosos embajadores locales reclutados para su consejo de administración, como Alan Solomont, que estuvo en Madrid, o Anthony Gardner, en Bruselas, le hacían suponer que nadie osaría oponerse a la adquisición de PNM Resources por 8.300 millones de dólares. Y menos porque a un juez español se le hubiera ocurrido investigarle por los pagos a un comisario usado por el Centro Nacional de Inteligencia para asuntos del Sistema, ese ecosistema donde se trazan los asuntos reales del poder.

Foto: Foto: EC.

El presidente de Iberdrola, incapaz de frenar este sopapo histórico, nunca visto por una empresa extranjera en Estados Unidos, salvo las chinas y rusas por cuestiones geopolíticas, reaccionó este viernes acusando al magistrado Manuel García Castellón de haberse cargado una operación de semejante tamaño por no instruir como debiera la falsedad documental por la que él y su guardia de corps han sido imputados por los presuntos pagos irregulares al comisario Villarejo. Facturas reconocidas —muchas falsas— por 1,17 millones de euros que le han acabado costando una operación de 8.300 millones de dólares.

La compañía afirma en el escrito que la adquisición de PNM Resources "se ha visto frustrada como consecuencia del devenir de las presentes diligencias previas", y añade que la decisión de los comisionados que han rechazado la operación "ha estado fuertemente influida por la existencia de la actual investigación penal". Según Iberdrola, "prueba de ello es que, en el momento de emitir su voto, cuatro de los cinco comisionados mencionaron expresamente la investigación penal desarrollada en España como motivo para rechazar la operación".

Pese a que Acebes había intentado negociar con el consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, amigo de García Castellón, cierta paz social, Galán remitió ayer el enésimo escrito a la Audiencia Nacional para decirle que "no existe fuente de prueba alguna" que apunte contra los directivos de la compañía” y que el informe de su antiguo contable, José Antonio Del Olmo, el jubilado que ha puesto patas arriba a la segunda empresa del Ibex, está lleno de falsedades. Galán y su corte de abogados, con González Franco Abogados, Garrigues, Baker Mackenzie, CMS Albiñana, Uría y Business & Law al frente, aún no lo sabe, pero Del Olmo no es el único contable que denunció hace años dicha praxis.

El escrito de la eléctrica es un ataque total al sistema judicial, que ha citado a Galán el próximo 18 de enero

El escrito de la eléctrica es un ataque total al sistema judicial, que le ha citado el próximo 18 de enero para que, cumpliendo su petición del pasado mes de mayo de ir a declarar de forma voluntaria, puede expresarse con tanta libertad como contundencia. "Disparar de esa manera a un juez que te va a interrogar dentro de unos días es muy inteligente", indicaba con sorna una fuente próxima a la eléctrica.

En todo este proceso judicial iniciado hace dos años, Galán solo ha conseguido una victoria, en los juzgados de Bilbao, donde los magistrados locales condenaron a Del Olmo por robar las facturas falsas en las que se describe —hecho contrastado por la Agencia Tributaria— el uso de empresas tapadera para remunerar a Villarejo. En la capital de Vizcaya no entraron en el fondo, en la trama fraudulenta, sino en que el contable se llevó a su casa documentos que no debía.

Pero Bilbao aún no es Nueva York, donde utilizar dinero público para cometer irregularidades de ese calibre está penado. La última denuncia de un consultor informático, en la que reclama 110 millones por manipular contratos y gastar fondo estatales para adquirir maquinaria obsoleta, es incluso más grave que la sentencia de los 8.300 millones. En Iberdrola, que recientemente ha sido sancionada también en Reino Unido con 186 millones, dan por perdido el caso por mucho que se llegue a un acuerdo extrajudicial.

Bilbao fue un hervidero de directivos y empresarios durante la tercera semana de noviembre. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, consiguió llevar a la capital vasca a lo más granado de la industria europea. Presidentes y consejeros delegados, trompeteros del cambio climático, llegaron en sus lujosos y contaminantes aviones privados al País Vasco para debatir durante tres días sobre el futuro de la empresa y del planeta.

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