La comercializadora de Villar Mir sufre otra oleada de salidas en plena crisis del grupo

Energya-VM, la comercializadora de luz y gas del Grupo Villar Mir, sufre una incesante fuga de talentos desde mediados de 2020, momento en que decidió acogerse a un ERTE, que mantuvo vigente hasta antes de finalizar el año pasado.

En el primer trimestre de 2021, varios responsables de diferentes áreas han abandonado la marca dirigida por María Luisa Huidobro. Estas salidas se suman a las renuncias de altos cargos que se precipitaron en verano y otoño, tal y como avanzó El Confidencial.

Entre las últimas marchas, destaca la de Luis Amado, responsable para toda España de los Canales Indirectos y de Segmento Pyme, que ha fichado por Acciona. Esta es la segunda incorporación que hace la multinacional de la familia Entrecanales desde Energya-VM en los últimos meses, después de que a finales de año incorporara a Roberto Noceda, responsable de Inteligencia de Mercado.

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Otra salida destacada ha sido la de Fernando Villena Adiego, responsable sénior en el departamento de Regulación y Asesoría Jurídica. Tras más de una década trabajando para la energética de Villar Mir, ha fichado por la petrolera británica BP. Otro histórico que ha abandonado la casa ha sido Miguel Ángel Rodríguez. El 'key account manager' de la zona sur desde hace 13 años ha hecho las maletas con destino Total, el gigante petrolero francés, según figura en su currículo.

Además, José Gabriel Gómez, responsable de Inteligencia de Negocio con una trayectoria de casi siete años en Energya-VM, ha fichado por EDP. Por si todo lo anterior fuera poco, uno de sus 'traders' de gas, Javier Sanz, detalla en su currículo profesional que ha recalado en la gasista asiática Pavilion Energy, cuyas operaciones para Europa se realizan desde Madrid.

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Estos seis abandonos se suman a la desbandada que se produjo en verano: tras la marcha en julio de su director financiero y de RRHH Manuel Maeso a Fenie Energía, se fueron la responsable de Riesgos Vanesa Martínez, la de Facturación, Cristina Guerrero, el de Precios, Óscar Ramos, el 'account manager' de generación, Emilio Mengual, y Jorge Funes, otro 'trader'.

Esto significa que, en menos de un año, al menos 12 profesionales con cargos de responsabilidad han decidido abandonar. Fuentes oficiales de la empresa, por su parte, aseguran que se han incorporado siete profesionales en los últimos meses "de bastante mayor cualificación", aunque han rechazado dar sus nombres, ni cuál es su trayectoria ni su procedencia. La firma mantiene ocultas las supuestas incorporaciones "por razones de empresa y de respeto a sus derechos", pese a que el anuncio de fichajes de directivos es una práctica habitual entre empresas.

Con todo, fuentes oficiales de Energya-VM señalan que la plantilla actual es de 137 trabajadores, aunque rechazan informar a este medio de la evolución de los últimos años. Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Energya-VM Gestión de la Energía SL contaba con 135 empleados a finales de 2019, mientras que en 2018 eran 157 y en 2017 tenía 172 empleados. Pese a la merma, la compañía tiene previsto mudarse en julio desde su actual oficina en Ribera del Loira (Madrid) a otra en Las Tablas que, según fuentes de la empresa, tiene un 20% más de superficie.

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Las salidas se producen en un contexto de caída de suministro de electricidad para la compañía, única gran comercializadora de luz y gas que ha decretado un ERTE durante la pandemia por el covid-19. Según un reciente informe de JQ Advisors, basado en datos publicados por Red Eléctrica, Villar Mir ha reducido un 22,9% el suministro eléctrico entre marzo de 2020 y marzo de 2021. Se trata, junto con Fortia, del mayor retroceso entre las 15 primeras comercializadoras, dado que la bajada de EDP se debe al traspaso de su cartera de clientes minorista a Total.

La empresa, sin embargo, asegura que la caída de suministro eléctrico se limita al 11% (de 2.080 GWh en marzo de 2020 a 1.860 GWh, actualmente) y un repunte en ventas de gas del 0,7%. Desde Energya-VM explican que "la pequeña pérdida de volumen de consumo está asociada, por un lado, al menor consumo de los clientes por la pandemia y, por otro, a la caída de clientes con una bajísima rentabilidad que no encajan con la estrategia actual de la empresa", y añaden que "esperan una recuperación de su actividad de aquí a final de año". Pese al descenso, la firma asegura que 2020 acabó con un ebitda consolidado de más de 9,1 millones de euros, lo que supone un cumplimiento del presupuesto por encima del 93%. Las cuentas del pasado año aún no han sido depositadas en el Registro Mercantil.

Energya-VM sí que detalla la evolución de su negocio de representación en mercado, que sostiene es de 3.200 MW, frente a los 2.800 de finales de 2020, lo que implicaría que en este primer trimestre habría ganado 400 MW. A finales de 2019, contaba con 3.180 MW, y al término de 2018, eran 2.800 MW, según datos reportados por fuentes de la compañía.

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Por otro lado, la alianza que estableció en 2019 con Powen para la instalación de autoconsumo lleva meses inactiva, según distintas fuentes conocedoras de dicho acuerdo. Pese a ello, desde la empresa señalan que su contrato de colaboración, como uno de sus proveedores de autoconsumo, sigue en vigor.

En plena crisis del Grupo Villar Mir

La fuga de talento se produce, además, con la matriz de la empresa, el Grupo Villar Mir, sumida en una profunda crisis. La dificultad que tiene para acceder a la financiación bancaria, que le ha llevado a pedir el rescate de la SEPI, complica la actividad de su comercializadora, muy intensiva en capital para la compraventa y representación de energía. La falta de acceso a bancos provoca la desconfianza de los operadores, que pueden optar por acudir a otros operadores ante el miedo a impagos. Fuentes oficiales de Energya-VM han rechazado hacer comentarios sobre las anteriores cuestiones.

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Grupo Villar Mir ha solicitado 240 millones de euros al fondo de rescate de la SEPI. El 'holding' cuenta, además de la comercializadora, con Villar Mir Energía, dedicada a la generación eléctrica. También posee la Torre Caelido, de Inmobiliaria Espacio, una participación de control en Ferroglobe y una participación minoritaria en la constructora OHL, donde la familia mexicana Amodio ha tomado el control.

Los vencimientos de deuda con sus acreedores les ha obligado a desinversiones como la venta de Fertiberia y otros activos. Uno de sus principales quebraderos de cabeza es la devolución del préstamo al fondo monegasco Tyrus, un acreedor que cobra un interés muy alto. La petición de rescate a la SEPI, que solo puede aportar por aquella parte de negocio castigada por el covid y no por lo anterior, llega en un momento delicado. El brazo inversor del Gobierno ha puesto en cuarentena el salvavidas a los Villar Mir tras verse salpicado por una fuerte polémica por las dudas sobre el carácter estratégico de la aerolínea Plus Ultra, que ha recibido 53 millones.