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El órdago de Sánchez chafa su campaña, deja en el aire el debate y abre un cisma en RTVE
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NADIE QUIERE CEDER, TODOS MANTIENEN EL PULSO

El órdago de Sánchez chafa su campaña, deja en el aire el debate y abre un cisma en RTVE

El empeño inflexible de que la cita cumbre sea en la pública y el 23-A pone en peligro su celebración y hace estallar la previsión de una campaña tranquila. De paso, sitúa en el disparadero a Mateo

Foto: Pedro Sánchez, con el alcalde de Badalona, Àlex Pastor, Meritxell Batet y Miquel Iceta, este 18 de abril en la localidad barcelonesa. (EFE)
Pedro Sánchez, con el alcalde de Badalona, Àlex Pastor, Meritxell Batet y Miquel Iceta, este 18 de abril en la localidad barcelonesa. (EFE)

Todo lo que podía ir mal, va a peor. Es lo que está sucediendo con el debate de los cuatro principales líderes en televisión. La tensión aumenta y aumenta, sin que nadie sepa exactamente cuándo parará y si se hallará alguna solución al final del túnel, si es que la hay. Porque partidos y televisiones están sumergidos en una ciénaga de la que es difícil escapar. Ninguno quiere claudicar.

No, desde luego, el presidente y candidato socialista, Pedro Sánchez, que está dispuesto a mantener su órdago: o debate el 23 de abril en RTVE o nada. Pero su empeño en salirse con la suya está poniendo en riesgo una campaña que Ferraz diseñó plana, programada para no cometer errores, deja en el aire la posibilidad de un enfrentamiento con sus rivales y, de camino, ha arramblado con la paz en RTVE: la guerra contra la dirección de Rosa María Mateo ha comenzado porque la plantilla no quiere ser rehén de ningún Gobierno. No lo quiso ser del Ejecutivo de Mariano Rajoy, y ahora tampoco quiere serlo del de Sánchez. Hay quienes en Ferraz se llevan las manos en la cabeza, quienes temen que la determinación del núcleo duro puede arruinar una carrera en la que el presidente había cogido velocidad de crucero, pero el coche del PSOE de momento no piensa frenar ni ceder un milímetro.

Es cierto que el debate sobre el debate es un clásico en todas las campañas en España. Y ocurre porque no están regulados ni son obligatorios. Tras el doble cara a cara, en Antena 3 y Telecinco, de Felipe González y el aspirante José María Aznar en 1993, sucedieron 15 años de ayuno, porque ni el Aznar presidente ni el Rajoy candidato, primeros en las encuestas, querían arriesgar. José Luis Rodríguez Zapatero quiso acabar con esa falta total de hábito: mantuvo dos debates en 2008 con Rajoy ya como líder del PP. Y desde entonces todas las generales han contado con al menos una contienda televisada, en distintos formatos y ninguna organizada, por cierto, por RTVE.

El debate sobre el debate es un clásico en todas las campañas. Y ocurre porque los debates no están regulados ni son obligatorios para los candidatos


Ahora puede que esa tradición se quiebre. Precisamente con una radiotelevisión pública en el epicentro de la polémica. Todos los partidos afirman que quieren debates, y son conscientes del coste de decir que no, pero de momento siguen una estrategia que, si se mantiene intacta hasta el final, llevará a que el 28-A se quede sin su cénit, su momento culmen tras un tránsito largo y anodino de mítines, acusaciones gruesas y pocas propuestas.

Foto: Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Cs). (Montaje: EC)

Solo nueve días

"Tranquilidad. Habrá debate", no cesan de repetir en el entorno del presidente. Pero cuando se pregunta cómo, la respuesta es el silencio. Un silencio contumaz y hasta literal: los portavoces oficiales del PSOE enmudecen. Nadie sabe la salida, o si la hay no se quiere adelantar, con la pretensión de apurar los márgenes hasta el final.

El problema es que no hay apenas tiempo. Quedan nueve días para las urnas. Solo.

La prohibición de la Junta Electoral Central (JEC) de un debate a cinco en Atresmedia, con Vox, previsto para el 23 de abril, desbarató la estrategia de Ferraz. El plan mimado por el gurú del candidato, Iván Redondo, saltó por los aires. Él fue quien más presionó para que el partido tomara la carta que ofrecía el operador privado, pese a que pesos pesados de la dirección aconsejaban apostar por terreno seguro, un formato a cuatro el 22 de abril en RTVE.

RTVE primero aguantó el tirón, pero luego sucumbió a los anhelos de Ferraz y fijó la cita para el 23, igual que Atresmedia. PP, Podemos y Cs se plantaron

Tras el veto de la JEC a Vox, arreció una tormenta sin freno. El comité electoral del PSOE eligió la tele pública porque garantizaba una "mayor difusión". El círculo del presidente comenzó a presionar desde el primer minuto para que el debate se organizara para el 23 en RTVE. La corporación intentó primero no sucumbir a los deseos de Ferraz. No fijó fecha y Atresmedia aprovechó para mantener su espacio a cuatro para el martes y confirmó la asistencia de Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias. La pública, el miércoles por la tarde, recordaba que su oferta inicial era el 22 pero se abría a desplazarla si los partidos lo consensuaban entre ellos.

Pero la administradora única de RTVE no aguantó el tirón. Se plegó a los anhelos de Ferraz. Sin consultarlo previamente con PP, Podemos y Cs, la dirección remitió un comunicado por el que fijaba de manera unilateral el debate para el 23-A, contraprogramando así a Atresmedia. Desde el equipo de Rosa María Mateo se reconocía que se había cambiado de opinión porque esa fecha la había aceptado el presidente. La indignación y el estupor corrieron en la oposición. Pero los tres líderes, Casado, Rivera e Iglesias, formaron un insólito frente: se plantaron y reconfirmaron su presencia en los platós de Atresmedia el 23-A. Estaban dispuestos a acudir al mítico Estudio 1 de Prado del Rey la víspera, tal y como estaba previsto. Los tres acusaron a Sánchez de "instrumentalizar" la radiotelevisión estatal, de ponerla a trabajar a su "dictado", de hacerla "apéndice" del Ejecutivo. Iglesias, contundente, exigió a Rosa María Mateo que rectifique.

El lío de los debates trastoca los planes para el final de la campaña

¿Regular los debates?

Órdago sobre órdago. Un comunicado de Ferraz insistió que o 23 en RTVE o nada. Planteamiento que apuntaló con total firmeza el propio Sánchez en Onda Cero. Se mostró confiado en que su tesis triunfará y pidió a sus rivales que sean "generosos" y se avengan a ir a la pública el martes. Intentó trasladar que su posición era irreprochable: él defendió un debate con Vox porque se ajusta a la realidad que pintan las encuestas y que surgirá probablemente de las urnas, pero las "condiciones" habían cambiado por culpa de la JEC, a quien endosó toda la responsabilidad del embrollo. "Yo he cumplido con Atresmedia", arguyó. Así las cosas, en igualdad de condiciones, eligió RTVE por ser la tele de todos y la que ofrece "mayor difusión". ¿Y dos debates? No le importaría, dijo, pero no tiene sentido que sean dos sucesivos y con el mismo formato a cuatro. ¿Y el cara a cara con Casado? No, porque entonces Podemos y Cs protestarían, alegó.

Mientras, buscó salir del pantano proponiendo regular los debates para la próxima legislatura. Una idea que sí figuraba en sus programas electorales de 2015 y 2016, pero que no recogió el actual, el de 2019.

La redacción clama contra Mateo y le pide que rectifique y vuelva al 22-A. Ella escucha a los consejos y se compromete a buscar una salida

Para entonces, el incendio ya había prendido en RTVE. La indignación y el pesar recorrieron la redacción. Los consejos de informativos de TVE, RNE y rtve.es pactaron un comunicado, que emitió el 'Telediario 1', en el que manifestaban que no compartían la decisión de la administradora provisional y recordaban que la casa no puede aceptar que ningún partido, sea el que sea, "imponga" su criterio. Los órganos que representan a los periodistas de la corporación acusaban así a Mateo de haberse plegado a las exigencias del PSOE. El malestar se plasmó en las redes sociales y rostros muy visibles de Torrespaña, como Carlos Franganillo, presentador de la segunda edición del 'Telediario', y Xabier Fortes, director de 'Los desayunos' y a quien la dirección había señalado como moderador del debate a cuatro, manifestaron su disconformidad con la decisión de la cúpula. Ese viraje con la fecha pone "en entredicho la imagen de independencia de RTVE" por la que "tanto" han "peleado" sus trabajadores, aseguró Fortes. La sección sindical de UGT también escribió una nota de reprobación hacia la máxima responsable del ente.

Pablo Casado acusa a Sánchez de "instrumentalizar" la televisión pública

Los consejos de informativos se pusieron en contacto con Mateo, como confirmaron a este diario fuentes de la dirección y de la plantilla. Le pidieron que "rectificara", que mantuviera el 22 para el encuentro a cuatro, que "facilite la fórmula para que acudan los cuatro líderes y que se adopte una decisión con criterios profesionales". "La administradora entendió nuestro malestar y prometió hacer todo lo posible para buscar una salida. Creemos que hay margen y hay voluntad", indicaba a este diario la presidenta del consejo de informativos de TVE, Yolanda Álvarez.

La Dirección de Informativos se desvincula

El 'Telediario 2' se hizo eco del comunicado de los periodistas de su casa y dio otro dato: la Dirección de Informativos de la tele pública, a cargo de Begoña Alegría, también se desvinculaba de la decisión de Mateo. La administradora se quedaba sola. Por eso había quienes en TVE indicaban a este diario que la crisis interna puede resolverse bien con una solución honrosa que restañe la herida o bien con una dimisión de la jefa de la corporación menos de un año después de haber sido elegida por el Congreso con la oposición de PP y Cs.

La plantilla se vestirá de nuevo de negro en señal de protesta. Varios profesionales piden a las dos teles que sumen esfuerzos y organicen juntas el debate

Prueba del enfado que se ha apoderado de la redacción es que la plantilla se conjuró para volver a los 'viernes negros', la forma de protesta que emplearon el año pasado ante el bloqueo de la renovación en el puente de mando de RTVE. "Nos vestimos antes de negro pidiendo el consenso de todos los partidos para que nunca RTVE estuviese al servicio del Gobierno y mañana [por este 19 de abril], contra la decisión de Rosa María Mateo de poner RTVE al servicio del Gobierno. Soy independiente y lo defiendo contra el que sea. #ViernesNegro". Ese era el mensaje que empezó a propagarse en Torrespaña.

A la protesta se sumó la propuesta: varios periodistas lanzaron el 'hashtag' #YSiLoHacemosJuntos para que RTVE y Atresmedia se unan y organicen el debate a cuatro. "Emplazamos a Ana Pastor, Vicente Vallés [los moderadores del espacio en el grupo privado] y Xabier Fortes a que sumen juntos". Otra salida es que finalmente se encargue a la Academia de la Televisión, que preside María Casado, conductora de 'La mañana' de La 1, que asuma la producción del evento cumbre de la campaña, como ocurrió en anteriores campañas.

O pública o privada

"La elección es muy clara: o debate en la pública o en la privada. Pedro ha sido claro en Onda Cero. No se nos puede pedir más. Pero habrá debate. La solución será inteligente", indicaban desde el círculo del presidente a este diario. Fuentes del comité electoral señalaban que se trataba de un pulso serio y firme. "Órdago a la grande y a esperar. No está previsto que nos bajemos de la burra y si lo hacemos, será muy al final. La apuesta es muy fuerte, salvo que la presión sea muy elevada", añadían en Ferraz. En la sede federal hay quienes temen que los votantes al final "castiguen la prepotencia" del presidente y que el "ruido" exterior desmovilice a las bases y arruine y se apodere de la campaña.

En la cúpula piden "tranquilidad" y se asegura que habrá salida "inteligente", pero hay quienes temen en Ferraz que este asunto tuerza la campaña

La controversia sobre el debate ha acabado colonizando la discusión pública y mediática de estos días de Semana Santa, con media España de vacaciones, enterrando los 'claims' de los candidatos, también de Sánchez. Un camino óptimo sería hacer dos debates, en días consecutivos. Pero el riesgo cierto es que no haya ni uno solo. O que haya uno a tres, con Casado, Rivera e Iglesias en Atresmedia el 23-A, y sin el socialista. Pero el presidente y su equipo tendrían que asumir el coste de una silla vacía en televisión a cinco días de las urnas. Él es el que menos necesitaría un careo en un plató porque va primero en las encuestas y no quiere arriesgar, pero el precio de la ausencia sería muy alto. PP y Cs han encontrado un filón para debilitar la imagen de Sánchez. Y Podemos ha hallado la ocasión para seguir reclamando dos debates y defender la primacía de la pública. Atresmedia, el otro actor capital en este culebrón, no piensa rendirse. Su apuesta es fuerte porque está en juego su coronación como "referente informativo", y no va a tirar la toalla. El choque con la Moncloa y Ferraz es total.

La campaña, entre las cárceles y la polémica del debate

En la cúpula del PSOE hay quienes reconocen que la gestión de este asunto ha sido nefasta y quienes señalan directamente a Redondo, aunque desde el entorno de este se asegura que todas las decisiones han sido colegiadas. La solución llegará. "Confianza", reiteran en el núcleo del presidente. Pero ya es difícil saber si es una estrategia de despiste para preparar el camino ante una espantada final del candidato o si realmente hay una salida mágica. El tiempo se agota. El 22 ya está ahí. Tic-tac.

Sánchez, tras el "raca raca" de los separatistas: "Cuando digo no es no"

Jueves Santo y primer día de Pedro Sánchez en campaña en Cataluña. Allí, el presidente del Gobierno no hizo referencia al debate -había hablado horas antes en 'Julia en la Onda'-, pero sí aprovechó para volver a marcar distancias con los independentistas

Así, les reprochó que sigan con el "raca raca" del referéndum y subrayó que el PSOE es la "garantía de que no va a haber referéndum, ni independencia, ni se va a quebrar el Estatuto ni la Constitución". "Cuando digo no es no", mantuvo, informa EFE. 

"Nunca significa nunca", remachó, después de que este jueves el cabeza de lista de JxCAT por Barcelona, Jordi Sànchez, haya abierto la puerta a que su formación se convierta en "socio estable" del PSOE tras el 28-A, así como a flexibilizar las líneas rojas para facilitar la investidura, sin renunciar al referéndum como "solución". 

Cerca de un millar de personas -600 dentro y 400 fuera- se acercaron al Teatro Blas Infante de Badalona (Barcelona) para seguir el mitin, en el que Sánchez estuvo acompañado del primer secretario del PSC, Miquel Iceta; la cabeza de cartel por Barcelona el 28-A y ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y el alcalde de la localidad, Àlex Pastor

Tras ser recibido al grito de "presidente", Sánchez comentó: "Hoy he vuelto a escuchar que han dicho que quieren el referéndum de autodeterminación, y ya habéis visto que cuando digo no es no". En sus dos intervenciones, en el interior del centro y en la calle, el jefe del Ejecutivo defendió que Cataluña "tiene que dar un paso al frente", aprovechar la "oportunidad para pasar pantalla" que tienen el 28 de abril y "decirles que por ahí, no", tanto a los independentistas como a la derecha, informa EFE.

Todo lo que podía ir mal, va a peor. Es lo que está sucediendo con el debate de los cuatro principales líderes en televisión. La tensión aumenta y aumenta, sin que nadie sepa exactamente cuándo parará y si se hallará alguna solución al final del túnel, si es que la hay. Porque partidos y televisiones están sumergidos en una ciénaga de la que es difícil escapar. Ninguno quiere claudicar.

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