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Sánchez endurece los ataques a Cs: no son "liberales" y están "vacíos de principios"
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CLAUSURA DE LA CONVENCIÓN DEL PES EN MADRID

Sánchez endurece los ataques a Cs: no son "liberales" y están "vacíos de principios"

El presidente pide a sus colegas socialdemócratas europeos que no cataloguen como liberales a los de Rivera porque se niegan a pactar con ellos y "mercadean" con los derechos de las mujeres

Foto: Pedro Sánchez, con el portugués António Costa (2i); el candidato del PES a la CE, Frans Timmermans (i), y la jefa de PES Mujeres, Zita Gurmai, este 23 de febrero en Madrid. (EFE)
Pedro Sánchez, con el portugués António Costa (2i); el candidato del PES a la CE, Frans Timmermans (i), y la jefa de PES Mujeres, Zita Gurmai, este 23 de febrero en Madrid. (EFE)

Pedro Sánchez lleva insistiendo, desde las primarias en las que ganó a Susana Díaz y a partir de las cuales el PSOE empezó a pegar un estirón moderado en las encuestas, que la disputa en la izquierda estaba ya zanjada. La hegemonía de los socialistas no corría peligro. Ahora, de cara a las generales del 28 de abril, quiere amasar el voto del centro. Por eso repite una y mil veces que su Gobierno y él encarnan la "moderación" frente a la "crispación" con que identifica a PP y Ciudadanos. El veto de la formación de Albert Rivera a todo entendimiento con el PSOE tras los comicios legislativos le ha servido un bandeja el refuerzo de su estrategia: Cs no es un partido ya ni "liberal", y ni siquiera tiene "principios". Es, concluye, una veleta que ya ha elegido socios: PP y Vox.

El mensaje del presidente este sábado, en la clausura de la convención del Partido de los Socialistas Europeos (PES), el pistoletazo formal de salida a las elecciones que llegarán algo más tarde, el 26 de mayo, fue tremendamente nítido. Y no era difícil además tender una línea hacia el otro evento político de la mañana, no muy lejos del teatro Coliseum de Madrid, en plena Gran Vía, que acogió el acto del PES. En la plaza de la Villa, en el centro histórico de la capital, Inés Arrimadas confirmaba su salto a la política nacional: ella será la cabeza de cartel por Barcelona el 28-A y, por tanto, dejará su escaño en el Parlament poco más de un año después de las últimas autonómicas. Un movimiento diseñado para reforzar la candidatura de Albert Rivera, que quiere echar el resto en esta campaña y superar a unos populares que perderían voto, según los sondeos, tanto hacia Cs como hacia Vox.

Sánchez, en la multitudinaria clausura en el Coliseum (1.600 representantes de 33 partidos diferentes), estaba rodeado de la plana mayor del PES en el Coliseum, empezando por el líder del partido, Sergei Stanishev, y el candidato común a la Comisión, el holandés Frans Timmermans, y siguiendo por los primeros ministros de Portugal, António Costa; Suecia, Stefan Löfven, y Rumanía, Viorica Dăncilă. A ellos, a todos sus colegas socialdemócratas europeos, en el Gobierno o en la oposición, les pidió que dejen de llamar "liberal" a Ciudadanos, porque "los liberales en Europa defienden las libertades, en lugar de mercadear con las libertades de las mujeres para llegar al poder". El llamamiento del jefe del Ejecutivo tenía como objetivo subrayar las contradicciones de Cs, para que no sea asociado a los que teóricamente son sus homólogos en la UE. De hecho, su candidato en Barcelonal, el ex primer ministro francés Manuel Valls, no se quiso sumar a la foto con PP y Vox en la plaza de Colón y esta misma semana advirtió de que el partido ultraderechista de Santiago Abascal y Podemos son "distintas caras del mismo monstruo".

Los que ponen vetos al PSOE, dice "son los mismos que blanquean a quienes quieren hacer listas negras de funcionarios en Andalucía", a Vox


De nuevo, el presidente se rebeló contra el veto impuesto por los naranjas al PSOE. "¿Le quieren poner un cordón sanitario a quien puso en pie la sanidad pública, a quien acabó con ETA, a quien puso en pie las leyes de igualdad, a quienes hicimos mejor este país? Aquellos que ponen un cordón sanitario al PSOE se lo ponen a la organización que aprobó la ley integral de lucha contra la violencia de género, la que ha impuesto un paso firme en la evolución y el cumplimiento del pacto de Estado contra la violencia de género. Son los mismos que blanquean a quienes quieren hacer listas negras de funcionarios en Andalucía", clamó. Sánchez se refería así a la petición de Vox a la Junta de Juanma Moreno (PP) de que facilite los datos de trabajadores en las unidades de género. El Ejecutivo regional respondió que no accederá a esa demanda.

Foto: El ministro de Exteriores, Josep Borrell, este 22 de febrero en la convención del PES, en Madrid. (EFE)

Los "insultos" del PP

"Lo peor es lo conocido hoy", añadió, refiriéndose a las informaciones que apuntan a que Rivera decidió rechazar todo pacto con Sánchez o con el PSOE porque los sondeos señalaban a una posible fuga de votos hacia el PP y Vox. "Ponen un cordón sanitario al PSOE y se atan a la ultraderecha, porque las encuestas van mal. Demuestran que están vacíos de principios y llenos de oportunismo".

Sánchez sostiene que la derecha "tiene más siglas que ideas. Son tres marcas [PP, Cs y Vox] y tienen solo un objetivo, que es la involución del país"

Y si Cs es sinónimo de "oportunismo" para Sánchez, el PP de Pablo Casado encarna la "crispación". "Insulta porque no tiene razón ni argumentos para oponerse a la acción de este Gobierno. Es importante que el 28 de abril los españoles den la espalda a la crispación y a la mentira de esta derecha, que tiene más siglas que ideas. Son tres marcas [PP, Cs y Vox] y tienen solo un objetivo, que es la involución del país", mientras que los socialistas defienden el "progreso" para todos y la "prosperidad".

Sánchez pide a la España cabal ir contra una derecha con más siglas que ideas

Sánchez fue calentando motores hacia el 8-M, el Día de la Mujer, que los socialistas esperan que sea la palanca definitiva de la movilización hacia las elecciones y la réplica a la manifestación de la plaza de Colón que sumó a las tres derechas. "Ahí sí llenaremos plazas y calles... ¡Os quiero ver a todos allí!", animó. Entonces el presidente anunció que el Consejo de Ministros del próximo viernes, 8 de marzo, aprobará un real decreto ley con medidas para favorecer la igualdad laboral entre hombre y mujeres. La iniciativa recogerá varias de las propuestas que los socialistas plantearon en los últimos meses en el Congreso, y que quedaron bloqueadas por el "filibusterismo y el bloqueo parlamentario" de PP y Cs en la Cámara Baja, en la que controlan la Mesa.

Los socialistas quieren avanzar en el combate a la brecha laboral o que la maternidad no se convierta un obstáculo en la carrera profesional de las mujeres. Ayer, desde Vicepresidencia se negaba que se fuera incluir la ampliación progresiva del permiso de paternidad hasta las 16 semanas, por razones presupuestarias. "España no puede parar ni un minuto", justificó Sánchez para explicar la necesidad de este decreto ley que habrá de convalidar la Diputación Permanente del Congreso, ya que las Cámaras quedarán disueltas el próximo 5 de marzo.

"No sé qué le pasa a la derecha con las mujeres. Unos defienden los vientres de alquiler [Cs], otros la supresión del aborto [PP] y otros banalizan la violencia de género [Vox]", añadió Sánchez, quien insistió en que mientras haya presidentes y alcaldes socialistas —y jefes de la Comisión Europea también socialistas—, se defenderá la igualdad entre hombres y mujeres con uñas y dientes. Hacer lo contrario, ponerse "enfrente" de ellas, es una "sinrazón", y "torpe" desde el punto de vista electoral, y aquellos partidos que caigan en ese error serán "expulsados de la política" por las mujeres, dijo, tras acusar a las tres formaciones conservadoras de querer "ciudadanas de tercera".

Foto: La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, junto al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. (EFE)

Abstención o participación

Sánchez, que fue recibido al grito de "¡pre-si-den-te!" que arrancó el candidato socialdemócrata a la CE, un animoso Frans Timmermans. "Nosotros no nos resignamos. Luchamos", dijo el jefe del Ejecutivo, recordando la moción de censura, cuando España cambió de época, cuando "entró la esperanza y salió la resignación". Le arropaban en las primeras filas varios de sus ministros: Isabel Celaá (Educación), Reyes Maroto (Industria), Dolores Delgado (Justicia), Nadia Calviño (Economía) y Luis Planas (Agricultura), aunque no Josep Borrell, potencial candidato a las europeas. "Hemos demostrado en estos nueve meses que otra España es posible y el 28-A los españoles refrendarán ese cambio que lideramos". Para Sánchez, las generales no son "unas elecciones más, entre siglas".

El presidente avanza que el viernes el Consejo de Ministros aprobará un decreto ley de igualdad laboral con medidas bloqueadas por PP y Cs

Los ciudadanos, avisó, habrán de decidir "qué modelo de sociedad" quieren, una España "que avance" o bien otra que "retrocede", una España en la que quepan "todos" o en la que solo tienen cabida "los tres de la plaza de Colón". De nuevo, esa remisión a la foto de la concentración de hace dos semanas, con Albert Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal juntos. Sánchez enfatizó que el 28-A "se tienen que movilizar no solo la izquierda y los progresistas, sino también la España cabal, sensata y moderada, que quiere un país que conquiste su futuro y no retroceda 40 años atrás como propone la derecha".

El Gobierno aprobará el viernes un decreto de igualdad laboral

La advertencia se hacía extensible al 26-M. Así, si el 28-A los españoles decidirán qué país quieren, en mayo los ciudadanos tendrán que elegir "qué ciudades, qué regiones y que Europa" quieren. "Lo único que os pido es movilización, movilización y movilización. Cada voto irá a favor del progreso y la abstención, a favor del regreso", clamó.

Sánchez fue jaleado por el auditorio. Es visto como la esperanza por sus colegas europeos. Es el único presidente socialista de uno de los grandes países de la UE. Y las perspectivas no son buenas. Pero los socialdemócratas europeos se entregaron al entusiasmo y a la alegría. El tono ascendente de los discursos fue animado por las piezas de Alejo Stivel, un clásico en las campañas del PSOE, y una 'Bella Ciao' bailada por los líderes... y por Sánchez. Y eso que lo de marcarse unos pasitos era más cosa de Miquel Iceta. Ya se sabe: estamos en campaña.

Pedro Sánchez lleva insistiendo, desde las primarias en las que ganó a Susana Díaz y a partir de las cuales el PSOE empezó a pegar un estirón moderado en las encuestas, que la disputa en la izquierda estaba ya zanjada. La hegemonía de los socialistas no corría peligro. Ahora, de cara a las generales del 28 de abril, quiere amasar el voto del centro. Por eso repite una y mil veces que su Gobierno y él encarnan la "moderación" frente a la "crispación" con que identifica a PP y Ciudadanos. El veto de la formación de Albert Rivera a todo entendimiento con el PSOE tras los comicios legislativos le ha servido un bandeja el refuerzo de su estrategia: Cs no es un partido ya ni "liberal", y ni siquiera tiene "principios". Es, concluye, una veleta que ya ha elegido socios: PP y Vox.

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