Borrell baraja ir de uno por BCN el 28-A ante su resistencia a liderar la lista europea
En el entorno del ministro, en el PSC y en el PSOE insisten en que no hay una decisión tomada y firme, pero que opte por encabezar la candidatura catalana de generales está sobre la mesa
Tanto en el entorno del ministro de Exteriores como en el PSC y en el PSOE subrayan que "no hay nada decidido". Que todo se acabará de concretar en los próximos días. Pero lo que es cierto es que se ha producido un giro sustancial en cuanto al futuro de Josep Borrell (Pobla de Segur, Lleida, 1947). Hasta ahora, muchos en el partido le miraban como la gran apuesta de Pedro Sánchez para liderar la lista europea del 26 de mayo. Pero también ha tenido otra alternativa sobre la mesa, y que en Ferraz situaban en las últimas horas como posible: que fuera él quien encabezara la candidatura por Barcelona en las generales del 28 de abril. Ese movimiento, más cómodo para el jefe de la diplomacia, y que le supondría ser rival directo de Inés Arrimadas, contaría no obstante con un obstáculo, no menor: de cerrarse esa opción, desplazaría a la que en los últimos nueve meses ha sido, de facto, la ministra para Cataluña, Meritxell Batet, que fue el último cartel electoral del PSC.
El escenario se despejará forzosamente en muy pocos días. El próximo 2 de marzo, los socialistas catalanes eligen a los cabezas de lista por las cuatro provincias. Y el 11, el consell nacional —el órgano de dirección máximo del partido— procederá a aprobar la totalidad de las candidaturas. El 17 el comité federal del PSOE ratificará las planchas de generales, autonómicas, municipales (para localidades de más de 50.000 habitantes) y europeas.
Según señalan a este diario fuentes próximas al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y en el entorno directo del ministro, todos los escenarios están abiertos. "Nada está cerrado", remarcan fuentes del máximo nivel. Sin embargo, la clave en este caso es que se hubiera abierto esa puerta para Borrell. Una puerta que, indican en Ferraz, sugirió él mismo. Sánchez siempre defendió que el titular de Exteriores es el mejor candidato para las europeas. El mejor cartel. Fue presidente de la Eurocámara, es un dirigente socialista reputado fuera y dentro de España, de reconocida brillantez intelectual y su discurso contra el independentismo es rotundo. El aspirante "natural", llegó a decir el pasado lunes en TVE. Por eso en el entorno del ministro se señala que quizá sea esa la opción que prospere.
Borrell es reticente porque ya presidió la Eurocámara, no tiene garantizado puesto en la CE y ahora prefiere pasar más tiempo en España
Pero durante todos estos últimos meses Borrell ha venido resistiéndose. Ya fue eurodiputado (presidió la Eurocámara entre 2004 y 2007), conoce las instituciones europeas y, a sus 71 años (cumplirá 72 en abril) quiere pasar más tiempo en España y cerca de los suyos y especialmente de su mujer, Cristina Narbona, presidenta del PSOE. Además, el presidente ya no cuenta con un incentivo poderoso para convencerle: postularle para ocupar una vicepresidencia en la Comisión Europea. Es el Gobierno de España quien tiene la facultad de proponer un nombre para que forme parte del Ejecutivo comunitario, pero para el verano, cuando se vaya configurando la nueva CE, quizá el líder socialista no esté al frente del país porque las derechas de PP, Cs y Vox le han desplazado del poder. O puede que aún siga en funciones. Además, en caso de que sí entrara en la Comisión, tendría difícil marcharse antes de que cumpliera el mandato, que es de cinco años. Él tendría, para entonces, 77.
La resistencia de Borrell hizo "surgir" hace unos días la segunda alternativa: que encabezara la lista del PSC a las generales. Ir de uno por Barcelona, opción que adelantó 'El HuffPost' este viernes y que confirmó este diario.
Recuperar Cataluña
La batalla por Cataluña será clave este 28-A. Hasta 2011, siempre fue una comunidad fetiche para los socialistas, igual que Andalucía. En las generales de 2008, con Carme Chacón como candidata, el PSC obtuvo un récord histórico, 25 escaños (45,39% de los sufragios), umbral que jamás volvió a traspasar. Hoy solo se sientan en el Congreso siete representantes en el Congreso (con un 16,1% de los votos). En las generales de 2015 y 2016, ganó las generales la confluencia de Podemos, En Comú Podem, pero ahora se hallan en horas bajas. El independentismo está más fracturado que nunca. El verdadero rival para los socialistas es Ciudadanos, que en los últimos años ha ido captando antiguo voto del PSC en sus graneros clásicos.
En el PSOE sí creen que puede ser un candidato idóneo para rivalizar con Arrimadas, por su talante muy beligerante contra los independentistas
Inés Arrimadas, de hecho, ganó las autonómicas del 21 de diciembre de 2017. Capitalizó el voto de los constitucionalistas y el PSC, que aspiraba a enterrar los tiempos de irrefrenable bajada, apenas creció: pasó de 16 a 17 escaños en el Parlament. En esos comicios, Iceta ofreció a Borrell concurrir como número tres en las catalanas, pero este lo desechó, aunque sí participó activamente en la campaña. Ahora Arrimadas pasará a ser la cabeza de cartel de Cs para el 28-A, según se confirmó este sábado. Una rival muy fuerte para los socialistas.
Desde esa lógica, Borrell se apuntaba como un candidato mejor pertrechado para combatir tanto al secesionismo como a los naranjas. Él fue el rostro combativo de los separatistas en las manifestaciones de Societat Civil Catalana de octubre de 2017, y ha sido la bestia negra del Govern durante sus casi nueve meses de ministro. De hecho, llegó a afirmar que si no había respuesta por parte de ERC y PDeCAT, había que suspender la política del "ibuprofeno", del apaciguamiento. Como así sucedió después de la polémica del relator.
Perfil distinto al de Batet
El perfil más beligerante de Borrell encajaría mejor con el discurso más contundente de Sánchez contra los separatistas de cara al 28-A. Después de que se rompieran las negociaciones y ERC y PDeCAT tumbaran, junto con PP y Cs, los Presupuestos de 2019, el presidente ha preferido marcar territorio y alejarse visiblemente del soberanismo catalán. Ha afirmado que tiene "pavor" a dialogar, que ha estado "jugando" a hacerse la víctima, que está instalado en el extremismo y que presiona a favor de un referéndum de autodeterminación que jamás llegará. Eso sí, Sánchez no ha cerrado por completo la puerta a un nuevo entendimiento con los independentistas, como tampoco se niega a hablar con Cs, Podemos o el PP en "múltiples cuestiones". El PSOE no quiere hablar de pactos para oponer su mensaje al de populares, naranjas y Vox, que necesitarían sumar sus escaños para desalojarle de la Moncloa.
Sánchez no tiene fácil alternativa para la candidatura europea si Borrell no va. Otras opciones serían Iratxe García o la ministra Nadia Calviño
La 'operación Borrell' tiene, no obstante, una dificultad objetiva. Meritxell Batet encabezó la lista por Barcelona en las generales de 2016 —en las tres convocatorias anteriores lo hizo la ya fallecida Carme Chacón— y estaba llamada a repetir puesto. Más aún ahora, tras estos casi nueve meses de ministra de Política Territorial, en los que ha estado muy presente en Cataluña y en los que ha ayudado a destensar la cuerda con el independentismo. Batet ofrece, pues, un perfil distinto al de Borrell, un talante menos duro y dialogante, más discreto.
La decisión se formalizará el próximo sábado. Pero sin duda todo se cocinará en la Moncloa. Sánchez ya ha advertido de que hará hueco a todos los ministros de su equipo que quieran ir en listas, y se prevé que esta semana ya esté claro quiénes competirán el 28-A y quiénes no. Borrell ganaría enteros de cara a las generales... aunque en su entorno y en la cúpula del PSC piden prudencia. Si el ministro lidera Barcelona, el jefe del Ejecutivo tendría que buscar un cabeza de cartel para europeas, y no lo tiene fácil. La actual portavoz de la delegación en Bruselas, Iratxe García, queda lejos del tirón mediático del ministro. La titular de Economía, Nadia Calviño, es considerada como buena técnica —era alta funcionaria de la Comisión Europea antes de incorporarse al Gabinete de Sánchez—, pero sin suficiente arrastre para una campaña electoral. De ahí que la idea de que Borrell sea el cartel para europeas siga contando, a día de hoy, con más posibilidades, según describen en su entorno.
Borrell ya se ha puesto rumbo a la Cumbre UE-Liga Árabe en Sharm el Sheikh (Egipto), y seguirá por tanto con sus cavilaciones. Este sábado no acudió a la clausura de la convención del Partido de los Socialistas Europeos (PES), en la que sí participó ayer viernes. Ante el plenario no enhebró un discurso de candidato el 26-M, sino de jefe de la diplomacia española, adoptando una actitud crítica contra unos Estados Unidos de Donald Trump que consideran a Europa "no como un aliado, sino como un sujeto extraño que desconoce". No daba más pistas. Las dudas aún planean.
Tanto en el entorno del ministro de Exteriores como en el PSC y en el PSOE subrayan que "no hay nada decidido". Que todo se acabará de concretar en los próximos días. Pero lo que es cierto es que se ha producido un giro sustancial en cuanto al futuro de Josep Borrell (Pobla de Segur, Lleida, 1947). Hasta ahora, muchos en el partido le miraban como la gran apuesta de Pedro Sánchez para liderar la lista europea del 26 de mayo. Pero también ha tenido otra alternativa sobre la mesa, y que en Ferraz situaban en las últimas horas como posible: que fuera él quien encabezara la candidatura por Barcelona en las generales del 28 de abril. Ese movimiento, más cómodo para el jefe de la diplomacia, y que le supondría ser rival directo de Inés Arrimadas, contaría no obstante con un obstáculo, no menor: de cerrarse esa opción, desplazaría a la que en los últimos nueve meses ha sido, de facto, la ministra para Cataluña, Meritxell Batet, que fue el último cartel electoral del PSC.