El Gobierno ataca a Arrimadas por su viaje a Waterloo: "Es una insensatez" que no ayuda

Isabel Celaá lo llama "el enmarque semanal". Es la parte introductoria de su intervención inicial en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La utiliza para resumir la actividad del Ejecutivo en los últimos días, especialmente del presidente, y para avanzar algún evento importante de agenda en los siguientes. Pero muy frecuentemente le sirven esos primeros minutos para lanzar reproches a la oposición. Lo insólito de este viernes es que dirigiese invectivas claras, aunque sin nombrarla, a Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos en Cataluña y que podría anunciar en las próximas horas su salto a Madrid, al Congreso.

La percha que utilizó Celaá fue el viaje que Arrimadas hará este domingo a Waterloo a "decirle a la cara" al 'expresident' de la Generalitat Carles Puigdemont que "no puede seguir paralizando Cataluña" y que se entregue a la Justicia española. Según explicó su compañera de partido Melisa Rodríguez en el Congreso, la dirigente no se reunirá con el exjefe del Govern, sino que se plantará "delante de su casa, pagada por todos los catalanes", informa EFE.

Para la portavoz del Gobierno, "ahora que el Tribunal Supremo está haciendo su tarea [juzgando a los cabecillas del 'procés'], no es sensato anunciar un viaje a Waterloo para insistir en una política de confrontación que solo beneficia a los más radicales". "Es una insensatez", añadió, que "quienes defienden la acción de la Justicia española" contribuyan a "internacionalizar la tensión y el daño causado por el independentismo". Lo que estaba criticando Celaá a Arrimadas es que, con su desplazamiento a la ciudad belga, solo da alas al soberanismo al internacionalizar el conflicto, justo el objetivo que este persigue. Esa política "de confrontación" solo "beneficia a los radicales", reprochó.

Celaá: "Es una insensatez que quienes defienden la acción de la Justicia" ayuden a "internacionalizar la tensión y el daño causado por el independentismo"

Por eso, razonó la portavoz, "frente a las falsedades del relato independentista", el Gobierno apuesta por la "sensatez". Y esto significa que el Gobierno seguirá defendiendo "el orden constitucional". "No nos vamos a apartar ni un milímetro de ese principio: diálogo y ley, como dijimos desde el primer día", desde que Sánchez accedió al poder en virtud de la moción de censura que ganó a Mariano Rajoy, el pasado junio.

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Apelación al Rey

Celaá incluso hizo suyas las palabras del rey Felipe VI, quien este miércoles, en la clausura del Congreso Mundial de Derecho, en Madrid, advirtió de que "no es admisible apelar a una supuesta democracia [un referéndum de autodeterminación] por encima del Derecho".

La portavoz reivindica la política de "ley y diálogo" del Ejecutivo y enfatiza que los separatistas no han conseguido "ni una sola de sus exigencias" ilegales

"Se trata de una simple ecuación —argumentó la ministra— que comprenden todos los ciudadanos de este país y bien lo saben las fuerzas independentistas, que no han conseguido [del Gobierno] ni una sola de sus exigencias anticonstitucionales". Igual que saben los partidos de la oposición, continuó, que no cabe un 155 perenne, una "aplicación punitiva y perpetua de la ley contra quienes no piensan igual". En definitiva, remachó Celaá, "en un Estado de derecho, ni la ley puede ser ilegal, ni la Justicia injusta".

La portavoz subrayó que el Ejecutivo "no se va a cansar de pedir sensatez y de buscar espacios de diálogo y de moderación", y ese camino "no ha dejado de dar frutos en las Cámaras", como se vio ayer jueves, cuando el Congreso aprobó importantes leyes, como la reversión de los recortes educativos, la nueva normativa de crédito inmobiliario o el aumento de las pensiones de orfandad. Celaá enfatizó en ese punto el sentido de la "política útil", la que reivindica Sánchez en todos sus últimos discursos, y el recuerdo de que los espacios de "consenso" son posibles si se persiguen. Siempre, añadió, de acuerdo a la ley.

Celaá, como en otras ocasiones, contrapuso el estilo del Ejecutivo, basado en la "moderación", en la "convivencia" y el "respeto a las normas", frente a la "crispación y la falsedad" de la oposición. A la "propuesta inclusiva" que postula el Gobierno de Sánchez, se responde con un "muro de enfrentamiento", como quedó "claro", "una vez más", esta semana, dijo, en las tensas sesiones de control en Senado y Congreso. En ambas Cámaras, mantuvo la ministra, ha primado "la bronquedad y las insidias", y estas han "ensuciado el legítimo debate político, de nuevo prevaleciendo el insulto frente a la dialéctica".