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El informe que deberían leer obligatoriamente todos los gobiernos
  1. Economía
ELABORADO POR LA FUNDACIÓN BBVA Y EL IVIE

El informe que deberían leer obligatoriamente todos los gobiernos

¿Qué es lo que más influye en el progreso de un país? No es la inversión en capital físico, ni siquiera los recursos naturales. Lo relevante es el capital humano. España, según un estudio de la Fundación BBVA y del IVIE, sale mal parada

Foto: El valor del capital humano ha caído un 19% per cápita. (Pixabay)
El valor del capital humano ha caído un 19% per cápita. (Pixabay)
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El informe lo han editado al alimón la Fundación BBVA y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), y revela una verdad incómoda. Desde comienzos de siglo, el valor del capital humano —una variable fundamental para el desarrollo económico de un país junto a la inversión en capital físico— ha caído un 19% en términos per cápita. Lo peor, sin embargo, es lo que está por venir si nada lo remedia. En 2050, dentro de apenas tres décadas, el valor del capital humano caerá otro 19%, principalmente a causa del envejecimiento de la población.

El concepto de capital humano no tiene una definición clara, pero en el plano académico se relaciona con el nivel de la educación recibida, la experiencia laboral y, por último, con la capacidad mental y física de los individuos. Se trata, por lo tanto, de un factor determinante para el progreso económico. Los autores del estudio estiman, en concreto, que el valor del capital humano de España se situó en los 15,2 billones de euros en 2021, lo que significa cuatro veces por encima del stock de capital físico, que incluye maquinaria, ordenadores o edificios que habilitan y hacen posible el trabajo.

Representa, así, como dice el estudio, el factor productivo "más valioso", de ahí su importancia económica. Entre otras razones, porque depende de factores como la tasa de actividad, la tasa de paro, la productividad del trabajo, la esperanza de vida y, en general, todos los factores que afectan a los individuos, como los niveles de formación o la experiencia profesional.

Visión engañosa

Y lo que han descubierto los autores del estudio es que el valor del capital humano ha experimentado notables altibajos a lo largo del presente siglo, en coherencia con las sucesivas crisis que han asomado durante las dos últimas décadas. Según sus estimaciones, ese valor ha crecido de forma acumulada en términos nominales un 37,9% respecto de 2000. Ahora bien, matizan, esa imagen de fuerte crecimiento "resulta engañosa", toda vez que se debe al efecto acumulado de la inflación. De hecho, una vez que se descuenta el efecto de los precios, el resultado es desolador. "Las estimaciones del valor del capital humano a precios constantes", sostienen, "indican que se ha producido una caída real del 5,6%, durante el conjunto del periodo 2000-2021".

No es un asunto menor, teniendo en cuenta que el capital humano representa aproximadamente el 80% del capital total de España, es decir, físico y humano, lo que revela su importancia. Individualmente, según ese estudio, el valor de cada individuo alcanza los 320.975 euros.

El trabajo ha sido dirigido por el catedrático de la Universidad de Valencia Lorenzo Serrano, y en él también han participado los economistas Carlos Albert Pérez y Ángel Soler Guillén, quienes han llegado a una conclusión: "Se trata de un fenómeno preocupante que muestra el estancamiento del principal elemento de la capacidad de producir bienes y servicios de España y, por tanto, de generar bienestar para la sociedad".

La evolución de España, de hecho, contrasta con lo que ha sucedido en muchos países de nuestro entorno económico. El Banco Mundial, en concreto, ha observado incrementos del valor del capital humano per cápita para el conjunto de países de la OCDE por encima del 17,6% durante el periodo 2000-2018. En España, hay que recordar, la caída ha sido del 19%.

Hay que tener en cuenta, en todo caso, que España se encontraba en 2018 en una situación intermedia dentro del panorama mundial, doblando prácticamente los valores medios mundiales o los que registran los países de renta alta no pertenecientes a la OCDE.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Kiko Huesca)

Sin embargo, el capital humano per cápita de España era la mitad de la media de la OCDE y apenas representaba el 31,9% del capital humano per cápita de EEUU. La diferencia respecto de otros países desarrollados como Australia, Canadá o Japón es también considerable, al igual que sucede si la comparación se refiere a otras naciones desarrolladas de la Unión Europea. Además, recuerda el estudio, la posición de España "se ha debilitado de modo acusado, mostrando una tendencia divergente respecto al conjunto de países desarrollados y perdiendo parte de la ventaja que mantenía respecto al resto de países".

Estancamiento de la productividad

¿Cuáles son las causas de este declive? No hay un solo factor, son múltiples, pero los autores del estudio lo achacan a variables como el peor funcionamiento del mercado de trabajo, los escasos avances de la productividad, que permanece prácticamente estancada, y el crecimiento del envejecimiento, que influye de forma determinante sobre la fuerza laboral. Esto es así porque, cuanto mayor sea el peso de la población en edad de trabajar, más elevado será el valor del capital humano per cápita.

En España, sin embargo, la tasa de dependencia, que mide la proporción de personas dependientes —personas menores de 16 años o mayores de 64— sobre la población en edad de trabajar, era en 2018 del 54,2%, lo que supone una tasa elevada que implica que menos de dos tercios de la población están en edad típica laboral.

España, recuerda el estudio, cuenta con una de las mayores esperanzas de vida del mundo (83,1 años), pero también está a la cabeza en cuanto a menores tasas de fecundidad (1,19 hijos por mujer). Para colmo, también tiene la mayor tasa de desempleo de la Unión Europea. Según las hipótesis que manejan los autores del estudio, y suponiendo que no cambian los factores que influyen en el capital humano a largo plazo, en 2050 el valor real del capital humano per cápita sería un 19% adicional más bajo que el nivel actual.

¿Qué hacer?, viene a preguntarse el estudio. Y la respuesta es, ni más ni menos, que actuar sobre los factores que frenan el progreso económico. Según sus estimaciones, el retraso de la edad de jubilación a los 67 años (hoy todavía se sitúa por debajo de los 65 años en términos efectivos) incrementa el valor del capital humano per cápita un 9,2%, mientras que el retraso hasta los 70 años lo haría en un 15,1%. Igualmente, reducir la tasa de paro hasta niveles de la eurozona aportaría un 8,5% de capital humano, mientras que incrementar la productividad del trabajo incorporaría un mínimo del 8,5% adicional. Pero para alcanzar estos objetivos, "habría que reducir el abandono escolar, mejorar la calidad de la formación y un mayor esfuerzo en I+D y en la adaptación al proceso de digitalización, así como continuar acometiendo reformas estructurales que aumenten la eficiencia de la economía".

Foto: Centro sanitario en Madrid. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

Las estimaciones más recientes del Banco Mundial sobre riqueza de las naciones respaldan la idea central del trabajo de la Fundación BBVA y del IVIE. En 2014, cuando se hizo la última estimación, el capital humano representó casi dos tercios de la riqueza mundial total (64,2%) y su valor equivaldría a más del doble del capital físico, mientras que los recursos naturales, en contra de lo que suele creerse, supondrían el 9,4% del total.

Los países más ricos, de hecho, ya no son los que disponen de mayores recursos naturales, sino de mejor capital humano. Entre otras razones, porque actúa no solo sobre el presente, sino también sobre el futuro, ya que crea condiciones más favorables para el progreso no solo económico.

Algunos estudios, por ejemplo, han encontrado evidencias de que la educación tiene efectos positivos sobre la salud, la participación política, los valores sociales o la capacidad de disfrutar de los bienes culturales, como sostiene el trabajo de Serrano, Albert y Soler. En este caso, hay buenas noticias desde España. La importancia de la educación, con más años de formación, ha ido creciendo en los últimos años, y ha pasado de representar el 67,7% del valor total del capital humano en 2000 a suponer el 74,2% dos décadas más tarde.

El informe lo han editado al alimón la Fundación BBVA y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), y revela una verdad incómoda. Desde comienzos de siglo, el valor del capital humano —una variable fundamental para el desarrollo económico de un país junto a la inversión en capital físico— ha caído un 19% en términos per cápita. Lo peor, sin embargo, es lo que está por venir si nada lo remedia. En 2050, dentro de apenas tres décadas, el valor del capital humano caerá otro 19%, principalmente a causa del envejecimiento de la población.

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