LA ESPAÑA LICENCIADA Y LA ESPAÑA ESO

El mapa de la educación en España: descubre el nivel de estudios de tus vecinos, calle a calle

El nivel de estudios de los españoles no está repartido de manera homogénea por todo el país, y hay grandes diferencias entre norte y sur, campo y ciudad, centro o periferia. Consulte aquí qué han estudiado sus vecinos.

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En comparación con las secciones censales de la provincia. Datos de 2020.
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Madrid

Madrid refleja a la perfección una de las dinámicas urbanas más prototípicas: un norte más formado que el sur y una estructura en círculos concéntricos.

Barcelona

Cuando cruzas la calle Riera Blanca y pasas de Barcelona a L’Hospitalet, también pasas de un mundo educativo de licenciado a otro donde prima la población con educación secundaria.

País Vasco

El País Vasco, una de las zonas con una renta más alta de España, apostó con fuerza por la Formación Profesional, lo que ha inspirado al gobierno para seguir su ejemplo.

Consulte en el mapa el nivel de estudios de cada sección censal. Puede utilizar el buscador para localizar un municipio o una calle y filtrar los resultados según la formación, renta o voto.

Héctor García Barnés | Miguel Ángel Gavilanes | Luis Rodríguez | Laura Martín

travesar el madrileño puente de Toledo no es solo cruzar el río Manzanares, sino pasar en apenas dos minutos de una ciudad de licenciados a otra en la que la mayoría de sus vecinos no han pasado de la secundaria. Del centro gentrificado al antiguo barrio obrero. Algo semejante ocurre en Barcelona al cruzar Riera Blanca, la calle que separa la capital catalana de L’Hospitalet de Llobregat, una de las ciudades de la periferia barcelonesa.

España está llena de fronteras. Económicas, sociales y, ligadas a todo ello, fronteras educativas, que condicionan las restantes. Aunque en ocasiones se nos olvide, el nivel de estudios de los españoles no está repartido de manera homogénea por todo el país. Determinadas regiones, ciudades o barrios concentran proporciones mucho más altas de población con un nivel educativo más elevado, mientras que en otras predominan las personas sin formación superior. Las urbes frente al campo, el norte poblado frente al sur rural, la economía industrial frente a la del conocimiento.

Así, hay distritos donde la mayoría de sus habitantes tienen estudios superiores, como Gràcia en Barcelona o Retiro en Madrid, y otros, generalmente los barrios de esas grandes ciudades, donde predominan los trabajadores con estudios secundarios o Formación Profesional, como en el madrileño barrio de Tetuán o Sant Andreu, en la capital catalana.

País Vasco y Cantabria, donde más cae el número de personas sin formación superior

Un nivel educativo que correlaciona con el nivel de renta, algo evidente en los casos más extremos. Por ejemplo, en algunas calles de Elche (Alicante), Albacete, Sevilla, Málaga o Badajoz, con las rentas más bajas de toda la provincia, nueve de cada 10 residentes no pasaron de la primera etapa de secundaria. Mientras, las zonas con mayores porcentajes de personas que estudiaron másteres o doctorados (por encima del 20% de la población adulta) coinciden con aquellas cuyas rentas medias se sitúan entre las máximas de cada provincia. Es el caso de buena parte de secciones censales de Madrid y algunas de Pozuelo, Santiago de Compostela (A Coruña) y Santa Marta de Tormes (Salamanca).

Hay dos excepciones: Huerta de la Obispalía, en Cuenca, y Benimarfull, en Alicante. Ambos son los municipios con mayor renta que la media de su provincia y la mayoría de sus vecinos —126 y 369— no finalizaron más allá de la ESO o equivalentes. En el resto, la mayoría de los residentes de las zonas más ricas tienen estudios superiores.

La desigualdad oculta

Hay dos mecanismos que explican estas fronteras. Por una parte, es lógico que, en aquellos barrios donde la formación es más elevada, sus vecinos desempeñen empleos mejor remunerados. Por otra, porque el acceso a una vivienda en barrios con un mayor nivel educativo solo pueden permitírselo determinadas rentas.

“Hay una dependencia del nivel de renta para el acceso de la vivienda”, recuerda Sergio Andrés Cabello, profesor de Sociología de la Universidad de La Rioja. “A mayor nivel de estudios, un mayor nivel de renta, especialmente en el caso de las generaciones con más edad. Esto provoca que esas lógicas residenciales nos lleven a barrios y distritos que, tradicionalmente, han sido los que han concentrado a estos colectivos”.

“Las clases creativas, jóvenes profesionales, etc., con estudios, pueden pensar que tienen que vivir en los centros de las ciudades”

Las ciudades repiten un patrón de manera recurrente. Como recuerda el sociólogo, estas suelen presentarse en una estructura de círculos concéntricos: un casco urbano y un ensanche con un nivel superior de estudios, unos barrios con un nivel formativo más bajo y, finalmente, un anillo exterior en el que el nivel de estudios vuelve a aumentar.

En estos barrios de nuevo desarrollo, los conocidos como PAU, el nivel educativo suele ser más elevado tanto por el nivel adquisitivo de sus vecinos como por su edad. Más jóvenes y, por lo tanto, mejor formados. “Los hijos e hijas con formación de los barrios se han cambiado hacia el extrarradio o, en función del tipo de empleo y de estudios, a los centros urbanos”, explica Andrés. “Y en estos barrios se ha ido concentrando la inmigración”.

Eso también implica que “las clases creativas, jóvenes profesionales, etc., con estudios, pueden pensar que tienen que vivir en los centros de las ciudades, grandes urbes con una gran dificultad de acceso a la vivienda y cara, donde está la acción”, explica el sociólogo. Algo diferente podría ocurrir en el caso de otras profesiones, como ingenieros, médicos o pequeños empresarios, que pueden preferir la tranquilidad y las comodidades que proporcionan los PAU, donde, además, como explica Jorge Dioni en La España de las piscinas, se encuentran con otras personas que son como ellos (sociodemográfica y económicamente).

“La vivienda no deja de ser un signo de estatus, vinculado principalmente al nivel de renta, pero no solo”, concluye Andrés Cabello, hablando de estrategias residenciales. “Uno vive donde puede, donde puede pagarlo; vive donde quiere, donde le gusta, que puede coincidir o no; y, en relación a ese me gusta, donde tiene un valor o signo de estatus para ciertos grupos”. Algo que puede ocurrir en un mayor grado entre “clases trabajadoras y medias aspiracionales”.

Las regiones a la cola en educación superior

Esta estructura también se refleja en las autopistas de circunvalación. “En la periferia sur, la M-40, M-45 o M-50 han dado lugar a desarrollos urbanísticos de mayor renta, que se relacionan más con el modelo de la periferia norte que con sus propios centros urbanos de referencia”, explica el arquitecto y urbanista de la Universidad Politécnica de Madrid Gonzalo Sánchez-Toscano, autor de la tesis La configuración de la centralidad en el área urbana de Madrid.

“Ámbitos como los PAU de Carabanchel y Vallecas, Alcorcón 2, Arroyo Culebro en Leganés o Sector III y El Bercial en Getafe presentan mayoría de población con estudios superiores, mientras el resto de áreas de los mismos distritos o municipios presentan una mayoría de población con estudios de ESO o inferiores”, recuerda. “Así, las autopistas de circunvalación funcionan como vías de extensión de un modelo urbano de éxito, aspiracional y dependiente del automóvil, que se segrega respecto a su entorno de referencia”.

Norte y sur

Uno de los patrones que más se repiten es el de un norte rico y un sur más pobre, tanto a nivel macro como micro, una dinámica que ha intentado explicarse a través de las características climatológicas, geográficas o históricas. En lo educativo, ocurre algo semejante. Mientras que gran parte de la cornisa norte y el este levantino disfrutan de una formación más o menos elevada en casi todas sus regiones, en el sur tan solo las capitales de provincia (Sevilla, Granada o Córdoba) concentran un mayor nivel de licenciados.

“En la almendra central y en la periferia norte y oeste, la población más acomodada y con rentas más altas se segrega voluntariamente del resto”

La división entre un norte rico (y más formado) y un sur más pobre (y obrero) se repite en casi todas las grandes ciudades de la península. El ejemplo más claro es el de Madrid, donde los titulados se concentran no solo en la almendra central, sino también en los distritos del norte y las poblaciones que rodean la autopista de la Coruña.

“El plano muestra una vez la división del Área Urbana de Madrid en torno a la diagonal de la desigualdad (coincidente de forma casi perfecta con la M-30 y los ejes de la A-2 y la A-5), en este caso, en relación con la desigualdad educativa”, explica Sánchez-Toscano. “En la almendra central y en la periferia norte y oeste, la población más acomodada y con rentas más altas se segrega voluntariamente del resto, mientras que en la periferia sur se concentra la población de menores rentas”.

La España vaciada… de estudios

Al igual que ocurre con la población o la renta, en el interior peninsular hay grandes extensiones en las que la mayoría de su población no ha obtenido más que un título de secundaria, en comparación con las regiones del norte, donde el número de universitarios es muy superior. Toledo, Ciudad Real, Cáceres, Badajoz, Jaén, Albacete o Cuenca son zonas en las que el nivel de habitantes con un nivel de ESO o inferior llega a alcanzar las tres cuartas partes.

Es decir, regiones rurales en las que la mayor parte del empleo no requiere una cualificación universitaria. A medida que nos acercamos a las capitales de provincia y, por lo tanto, a los alfoces y ciudades dormitorio, el nivel educativo comienza a aumentar. A menudo, en muchas de esas localidades de mediano tamaño residen trabajadores que desempeñan su labor en las capitales o que concentran cierta cantidad de industria.

No se trata solo del mercado laboral, sino también de las oportunidades y la migración. Que la España vaciada lo esté también de titulados superiores quiere decir que los que allí podían haber residido, especialmente los más jóvenes, han tenido que escapar a las grandes ciudades para encontrar trabajo en su especialidad. El mapa de la desigualdad de estudios es también un mapa de las migraciones internas españolas, pues las grandes ciudades y sus centros son polos de atracción y oportunidades.

El milagro del norte

Uno de los ejemplos más llamativos del mapa es el de las regiones industriales del norte, donde el nivel de renta es elevado, pero abunda la Formación Profesional. Es una de las consecuencias de la apuesta que determinadas regiones como el País Vasco han realizado por fórmulas como la Formación Profesional Dual, centradas en el sector tecnológico y que han permitido crear una gran cantidad de empleo entre la población sin estudios universitarios.

“La renta marca en gran medida el lugar en el que podemos vivir, que puede ser el que queramos o no”

Según Eurostat, las diferencias en la empleabilidad entre los titulados con Formación Profesional varían mucho entre regiones. Asturias, Navarra y Aragón son comunidades españolas con una empleabilidad muy por encima de la tasa europea (76%), frente a otras como Extremadura (36%). Eso explica por qué son también las regiones en las que, en respuesta a las necesidades de las empresas de su entorno, los niveles de graduados de Formación Profesional son más altos.

País Vasco vs Madrid: dos modelos de educación superior

En la mayoría de comunidades autónomas, el porcentaje de población que solo tiene estudios de secundaria ha descendido durante los últimos 10 años, a medida que aumentaba la que dispone de formación universitaria. El gran crecimiento ha venido desde la Formación Profesional, que, en algunos lugares como Canarias, Ceuta o Melilla, ha llegado a superar a los estudiantes de Bachillerato, lo que muestra el impulso que ha cogido en gran parte de España. En Cantabria ya hay más población con Formación Profesional que con una carrera universitaria.

“La renta marca en gran medida el lugar en el que podemos vivir, que puede ser el que queramos o no”, concluye Andrés. “El nivel de estudios es un indicador clave para ver esta cuestión, pero también cómo cambian y se configuran nuestras lógicas y estrategias residenciales. De esta forma, hay cada vez más gente que vive mucho más lejos de donde trabaja, con todo lo que supone. Y nos muestra una realidad de nuestras ciudades muy diferente a la de hace 10 o 20 años”.

Metodología

En su versión detallada, el INE ofrece 13 categorías de estudios finalizados. Hemos descartado la de los menores de 15 años (no aplicable) y hemos agrupado el resto. Primera etapa de educación secundaria e inferior incluye a analfabetos, estudios primarios incompletos y educación primaria; bachillerato incorpora a quienes finalizaron la segunda etapa de educación secundaria con orientación general y FP comprende las enseñanzas de formación profesional y equivalentes. La educación superior se muestra agregada en la visión global, mientras que en el desplegable se divide para diferenciar, por un lado, los estudios universitarios de grados, diplomaturas y licenciaturas y, por otro, los másteres y doctorados (contiene a las especialidades sanitarias por residencia).

Para el cálculo del nivel de renta, se han tenido en cuenta las secciones que se encuentran por encima de la mediana (percentil 55 o más), cerca de la media (entre el 55 y el 45) y por debajo (percentil 45 o menos), dentro de cada provincia. Los datos han sido obtenidos del atlas de distribución de la renta de 2020, publicado también por el INE. Las cantidades representan euros netos anuales por persona.

Para asignar los bloques ideológicos de izquierda o derecha se han clasificado las formaciones que obtuvieron algún escaño en el Congreso en las últimas elecciones generales de noviembre de 2019.