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En seis CCAA se está 'acabando' el paro: tienen una tasa de desempleo inferior al 10%
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En la mitad norte de España

En seis CCAA se está 'acabando' el paro: tienen una tasa de desempleo inferior al 10%

A lo largo de las últimas décadas, la economía española apenas ha conseguido bajar del 10% de desempleo, lo que indica ya un elevado 'tensionamiento' del mercado laboral

Foto: Imagen de una oficina de empleo en Madrid. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Imagen de una oficina de empleo en Madrid. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
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La salida de la pandemia está siendo tan intensa en mano de obra que el mercado laboral español se compara ya con el que había en 2008, año en que estalló la burbuja inmobiliaria. El número de desempleados ha caído de los tres millones y la tasa de paro se sitúa en el 12,5%. Al margen de las discusiones sobre un posible descenso estructural de la tasa de paro (nairu) que se resolverán en los próximos años, la realidad es que algunas regiones de España sienten ya un importante 'tensionamiento' en el mercado laboral. Un fenómeno que no había ocurrido en años.

Seis comunidades autónomas tienen ya una tasa de desempleo de un solo dígito, esto es, inferior al 10%. Se trata de (en orden de menor a mayor paro) Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Baleares y Cataluña. Muy cerca de este umbral del 10% se encuentran también Madrid, Castilla y León y La Rioja. Esto es, la práctica totalidad de la mitad norte del país tiene ya unos niveles de desempleo muy reducidos. Casi históricos, si se tiene en cuenta la serie de la economía española.

De hecho, la gran diferencia en el número de desempleados de España con el resto de Europa ha sido consecuencia de algunos factores estructurales entre los que se encuentra la economía sumergida. En definitiva, la holgura del mercado laboral español no es tan amplia como muestra su tasa de paro.

Foto: Colas en gasolineras de Londres ante la falta de combustible. (Getty)

Estos datos, publicados el jueves por el INE, confirman el inicio del 'tensionamiento' del mercado laboral en muchas regiones de España. A medida que se agota el excedente de mano de obra, las empresas tienen mayores dificultades para encontrar personal. Hasta el inicio de 2022, el número de vacantes se había mantenido controlado, pero es posible que este descenso del desempleo multiplique los problemas, como ya están denunciando muchas empresas.

De los 2,9 millones de parados que había en el segundo trimestre del año, más de la mitad están buscando su primer empleo o llevan más de un año sin trabajar. Esto significa que no solo hay poca oferta de trabajo, sino que una buena parte no tiene experiencia reciente. Este es un problema adicional para el mercado laboral que dificulta a las empresas encontrar trabajadores preparados.

La tasa de paro entre los trabajadores con estudios superiores se ha reducido hasta el 7%. Esto es, la misma tasa de desempleo que hay en la eurozona y que es ya la más baja de la serie histórica. Este nivel de paro respondería al conocido como paro técnico, que es el que se produce en una situación cercana al pleno empleo en la que el desempleo responde al tiempo que un trabajador permanece parado hasta encontrar un empleo.

Esto significa que apenas hay ya excedente de mano de obra de alta cualificación. Sí que existe una tasa de paro elevada en grupos con menor nivel formativo. Por ejemplo, entre los que solo tienen la primera fase de la Secundaria, la tasa de paro es superior al 17%, y los que solo terminaron la Primaria tienen una tasa de paro del 25%.

Otro de los datos relevantes sobre las tensiones del mercado laboral lo muestra la estadística de flujos de la EPA, que mide el movimiento de personas según su situación de actividad (inactivos, parados u ocupados). En el segundo trimestre del año, 840.000 desempleados encontraron un empleo. Es la cifra más baja desde el año 2008 (con excepción del año de la pandemia) y son unos 110.000 menos que la media de los años previos al covid.

Por el contrario, el flujo de inactivos (personas que no querían trabajar) al empleo fue de 543.000 personas, 120.000 más de los que pasaban antes de la pandemia. Esto significa que se ha incrementado el flujo desde el desempleo hacia la ocupación y se ha reducido el flujo desde el paro hacia el empleo. Es posible que una explicación de este fenómeno sea precisamente que se están agotando el número de desempleados en algunos sectores y regiones, lo que obliga a las empresas a buscar entre personas desanimadas (inactivas) o, directamente, buscar mano de obra en el extranjero.

Pero los problemas no solo se concentran en los sectores de alta cualificación, sino que también empiezan a generarse complicaciones en actividades de bajo valor añadido. En el caso de la hostelería, muy mencionado por las empresas en los últimos meses, el número de desempleados especializados en esta actividad se ha reducido nada menos que un 38% desde el inicio de la pandemia. En la pasada primavera había 95.000 desempleados menos en esta actividad, lo que significa que casi un tercio de la reducción del paro es por salida de trabajadores de este sector.

Una situación similar ocurre en el comercio, que tiene un 22% menos de parados que antes de la pandemia, 51.500 menos. Esta salida de desempleados de estos sectores ha sido mucho más intensa que en otras actividades de alta cualificación. Por ejemplo, en los servicios de alto valor añadido (científicos y técnicos), el descenso del paro ha sido inferior al 14%, con apenas 6.000 parados menos.

En suma, aunque la dificultad para encontrar mano de obra cualificada es más intensa, los sectores de bajo valor añadido han visto cómo el exceso de trabajadores se ha reducido rápidamente a medida que se realizaban las contrataciones de cara a la temporada de verano, generando tensiones en algunas regiones de España. En Canarias y Baleares, por ejemplo, la tasa de paro se ha reducido en tres puntos porcentuales durante la pandemia, y en el caso de Baleares, es ya una de las que menos paro tienen de España.

Es previsible que el ritmo de las contrataciones se frene en los próximos meses como consecuencia de la delicada coyuntura económica mundial. De hecho, el Gobierno ya ha alertado de que está detectando un frenazo en las afiliaciones en la segunda mitad de julio. Sin embargo, durante el verano es posible que empeoren los problemas de mano de obra en algunos sectores y regiones.

La salida de la pandemia está siendo tan intensa en mano de obra que el mercado laboral español se compara ya con el que había en 2008, año en que estalló la burbuja inmobiliaria. El número de desempleados ha caído de los tres millones y la tasa de paro se sitúa en el 12,5%. Al margen de las discusiones sobre un posible descenso estructural de la tasa de paro (nairu) que se resolverán en los próximos años, la realidad es que algunas regiones de España sienten ya un importante 'tensionamiento' en el mercado laboral. Un fenómeno que no había ocurrido en años.

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