Es noticia
Lo que hace Luis Enrique para sacar a España del catastrofismo en el Mundial de Qatar
  1. Deportes
  2. Fútbol
soluciones a los problemas tácticos

Lo que hace Luis Enrique para sacar a España del catastrofismo en el Mundial de Qatar

El seleccionador sube el nivel de exigencia a los jugadores, sin cambiar un ápice de su idea futbolística, para recuperar un modelo de juego que tiene que ser intenso y sólido

Foto: Luis Enrique durante un entrenamiento de la Selección. (EFE/Juanjo Martín)
Luis Enrique durante un entrenamiento de la Selección. (EFE/Juanjo Martín)
Más información

La Selección Española es protagonista en el Mundial por pasar de golear a Costa Rica a perder contra Japón. Del juego coral al caos tiene que haber un término medio con el que quedarse para recuperar el crédito y las esperanzas de que pueda ser competitiva en el partido de octavos contra Marruecos. La reflexión es la siguiente: ¿con qué España nos quedamos? Con la que maravilló en su debut o la que colapsó contra Japón. Ni en el primer partido era la mejor del mundo, ni en el tercero es la peor. Entre medias está el respeto que se ganó en el duro encuentro contra Alemania. Esta es la versión que más se aproxima al nivel que tiene España.

Esto ya va de competir para ir pasando eliminatorias. El susto de estar eliminados del Mundial durante tres minutos provoca un cambio en las sensaciones y los pronósticos con el equipo de Luis Enrique. Ya no se le ve como una de las favoritas. Parece, incluso, inferior a Marruecos. Lo preocupante es comprobar que España es un equipo vulnerable cuando tiene enfrente un rival que le mete agresividad y fuerza física al partido. Los marroquíes son este perfil de equipos con un espíritu colectivo potente.

placeholder Balde disputa un balón en el partido contra Japón. (EFE/José Méndez)
Balde disputa un balón en el partido contra Japón. (EFE/José Méndez)

La lección que sacan Luis Enrique y los jugadores es que para competir mejor hay que volver a ser un equipo compacto. La idea futbolística se mantiene. Esto no lo cambia el seleccionador, ni lo negocia. España seguirá con su plan de tener el control del partido, defenderse con la pelota y someter al rival con la posesión. El enfado de Luis Enrique fue importante tras la derrota contra Japón. No es un seleccionador que eche broncas, levante el tono y arremeta contra los jugadores. Los lleva defendiendo y protegiendo desde que dio la lista de 26 mundialistas.

Más agresividad

El paso que da Luis Enrique es el de subir la exigencia a todos los jugadores en los entrenamientos que quedan de aquí al enfrentamiento contra Marruecos. España se le cayó en las dos segundas partes contra Alemania y Japón. Del partido contra los germanos sacó las conclusiones y avisó de que había que estar más finos y frescos. Habló de que faltó poso y calma para contrarrestar la agresividad en los últimos 20 minutos del encuentro. En el descanso contra Japón advirtió a los jugadores de la agresividad con la que iba a salir el rival. Lo mismo que hizo en la remontada contra Alemania. Los dos goles en cinco minutos de los japoneses desarbolaron a los jugadores y bloquearon al seleccionador.

Foto: Luis Enrique durante el partido de España contra Japón. (Efe/José Méndez)

Luis Enrique es un perfeccionista. Un entrenador muy meticuloso. Para sacar a España del derrotismo multiplica la exigencia a los jugadores y a su staff. Solo con una postura más inconformista y rebelde puede restablecer el nivel competitivo. El plan es reforzar la idea de fútbol y la motivación. Subir la tensión física y mental para conseguir que el bloque sea consistente. El seleccionador mantiene que su filosofía de juego es la mejor y la más trabajada para ser competitivos. La exigencia está en subir la intensidad y la determinación. Contra Marruecos, si no igualas la agresividad, volverán a aparecer los problemas para ganar duelos y disputas. Hay que tener más ritmo en las circulaciones, precisión en los pases, hacer una buena presión arriba y confianza para sacar el balón jugado desde atrás. Si no es así, aparecerán el descontrol y esa sensación de pánico que se vio tras el descanso en el partido contra Japón y los minutos finales contra Alemania.

El globo de España se infló contra Costa Rica y se pinchó con la derrota ante Japón. A Luis Enrique le corresponde volver a inflarlo para que se recupere la ilusión. Para eso asume el papel de líder en la toma de todas las decisiones. Su principal tarea de trabajo es convencer a los jugadores de que la idea futbolística es competitiva y la mejor para conseguir la victoria. Entre sus funciones está que los aficionados se enganchen y crean en la Selección.

Levantar la moral

El escenario es de decepción y catastrofismo. Aquí se mueve bien Luis Enrique, que ya avisó en una de sus ruedas de prensa que el ambiente de buen rollo le gustaba, pero que se desenvuelve mejor cuando hay problemas: "Aunque parezca curioso, me encuentro mucho mejor gestionando problemas. Soy así de gilipollas. Estoy más cómodo cuando hay que levantar la moral a un equipo para buscar que saquen la raza y su esencia. Me sale mi vena asturiana y gijonesa. A lo largo de mi carrera como entrenador he tenido momentos duros, que es cuando me sale mi nervio y mi esencia". Luis Enrique exige y levanta la moral, con su staff. Cobra un papel importante el psicólogo Joaquín Valdés.

Foto: Molina, Rubiales y Luis Enrique, antes de un partido en Doha. (EFE/Juanjo Martín)

La receta para competir contra Marruecos es buena si España, verdaderamente, recupera la raza, el nervio y muestra en los octavos de final que es un grupo de jugadores que tienen la vena hinchada como Luis Enrique. De nada vale escuchar a los futbolistas que la fuerza está en el grupo y juegan como equipo. Hay que cambiar mucho la actitud para no repetir los errores de las segundas partes de Alemania y Japón. Toca hacer autocrítica para mejorar. El enfado con la Selección Española es que asuman que no se puede vivir solo de la calidad, sino que hace falta más sacrificio para que no se produzca un batacazo.

La Selección Española es protagonista en el Mundial por pasar de golear a Costa Rica a perder contra Japón. Del juego coral al caos tiene que haber un término medio con el que quedarse para recuperar el crédito y las esperanzas de que pueda ser competitiva en el partido de octavos contra Marruecos. La reflexión es la siguiente: ¿con qué España nos quedamos? Con la que maravilló en su debut o la que colapsó contra Japón. Ni en el primer partido era la mejor del mundo, ni en el tercero es la peor. Entre medias está el respeto que se ganó en el duro encuentro contra Alemania. Esta es la versión que más se aproxima al nivel que tiene España.

Luis Enrique Mundial de Qatar 2022
El redactor recomienda