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Los centros a la olla para Ansu Fati (y sin Morata) dejan en evidencia el plan B de España
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MUNDIAL QATAR 2022

Los centros a la olla para Ansu Fati (y sin Morata) dejan en evidencia el plan B de España

La Selección española acabó con el delantero del Barcelona como máxima referencia. Sin un 'nueve' de área, no hubo oportunidad con los centros laterales ante un Japón metido atrás

Foto: Ansu Fati no funcionó como revulsivo. (EFE/José Méndez)
Ansu Fati no funcionó como revulsivo. (EFE/José Méndez)

Si el futuro pende de un hilo, tienes que buscar soluciones. Si tu vida es de lo más parecido a la de un trapecista, tendrás que encontrar alternativas para estabilizarla. Cual funambulista, España vivió en el alambre, pero fue incapaz de solventar sus problemas. El equipo se cayó y la red de salvación se la echó Alemania. En ningún momento fue capaz de armar un plan B para lograr el empate. Al contrario, sacó a Álvaro Morata del campo para terminar el encuentro centrando balones a Ansu Fati (sic). Esa era la hoja de ruta de la Selección para sobrevivir a la tempestad. Y no funcionó.

Dos chispazos de Japón dejaron helados a todo el país. Ni siquiera en la previa se barajaba la posibilidad de quedarse fuera, pero hubo momentos en los que algunos casi necesitaron el desfibrilador. España estuvo fuera de octavos 12 minutos, el tiempo que dura un pequeño atasco, cuatro canciones o el que necesitaron los alemanes para echar una mano. Ahí se acabó el sueño costarricense y volvieron a latir los corazones españoles.

La decisión de alinear a Álvaro Morata por delante de Asensio, titular como falso nueve en los dos primeros partidos, estuvo justificada y este respondió marcando. El madrileño fue el gran revulsivo de España frente Alemania, partido en el que adelantó a la Selección. Ante Costa Rica se encontró con una situación favorable y también fue capaz de encontrar puerta. Su gol al poco de empezar el encuentro le sirvió para reivindicar su titularidad y, de paso, convertirse en el máximo goleador de todas las categorías de la Selección española. Los incomprendidos, en ciertas ocasiones, tienen el aura de los genios.

placeholder Morata fue el autor del gol de España. (EFE/José Méndez)
Morata fue el autor del gol de España. (EFE/José Méndez)

La sorpresa de Nico Williams

El temporal no arreciaba y había que alterar el plan. Ante los dos tantos japoneses, Luis Enrique volvió a la casilla de salida. Entraron Ferran Torres y Marco Asensio, que no aportaron su calidad en ataques estáticos y cuyas combinaciones, delante de la férrea Japón, quedaban en nada. Ante un equipo tan cerrado, jugar con dos futbolistas que la piden al pie lo deja todo en la misma situación. Por una vez, el seleccionador fue jugador de parchís en una partida de Monopoly.

Sorprendió la titularidad de Nico Williams, errático frente a los japoneses como antes lo había sido frente a los alemanes. La patata caliente se la comió Ansu Fati, que no había debutado en el Mundial y que salió tarde. Las esperanzas estaban puestas en un chico de 20 años, con aires de ser la gran estrella que necesita España, pero lastrado por las lesiones.

placeholder Ferran y Asensio fueron las soluciones de Luis Enrique. (EFE/José Méndez)
Ferran y Asensio fueron las soluciones de Luis Enrique. (EFE/José Méndez)

Depender de otros, mala señal

La situación era tan alocada (un gol de Costa Rica dejaba fuera a España) que el plan no se salió del guion. Centrar balones a Ansu Fati puede sonar a broma, pero es lo que hizo España en el tramo final del encuentro. Sustituir a Morata dejó a España sin referente cuando más falta hacía fijar a los centrales de Japón. Es un hecho que Luis Enrique no fue capaz de aproximarse a la solución, y numerosos aficionados se acordaron de perfiles como el de Borja Iglesias. La falta de un recambio para Morata como delantero centro fue evidente y el plan B del técnico no funcionó.

España necesita que los tipos distintos aparezcan y en situaciones no tan delicadas. Ansu Fati salió como recurso de última hora. Ante Costa Rica, con todo a favor, no tuvo minutos. Tener continuidad es fundamental para recuperar la mejor versión física del blaugrana. Más estos perfiles, tan diferentes en casi todo. No es lo mismo entrar a disfrutar frente a Costa Rica que a sufrir con Japón. Menos aún con 20 años. El objetivo, que con Marruecos la coyuntura sea distinta.

Si el futuro pende de un hilo, tienes que buscar soluciones. Si tu vida es de lo más parecido a la de un trapecista, tendrás que encontrar alternativas para estabilizarla. Cual funambulista, España vivió en el alambre, pero fue incapaz de solventar sus problemas. El equipo se cayó y la red de salvación se la echó Alemania. En ningún momento fue capaz de armar un plan B para lograr el empate. Al contrario, sacó a Álvaro Morata del campo para terminar el encuentro centrando balones a Ansu Fati (sic). Esa era la hoja de ruta de la Selección para sobrevivir a la tempestad. Y no funcionó.

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