El zambombazo de Marco Asensio y el patadón a Vinícius no frenan al Real Madrid (2-0)

La Liga está viva y el Real Madrid, con sus altibajos, gana al Valencia en un inicio explosivo tras el descanso. El equipo de Ancelotti pasó de ser espeso en la primera parte a revolucionar su juego en la segunda. El primer gol, el que derribó el muro de un buen Valencia en defensa, lo marcó Marco Asensio en un zambombazo desde fuera del área. El tanto fue una liberación para el Real Madrid, que jugaba con la presión de estar a ocho puntos del Barcelona, y para Asensio, que juega sin tener claro cuál es su futuro. El segundo gol lo marcó Vinícius en una acción de contragolpe. El brasileño acertó en la definición y sufrió, más tarde, la agresión de Gabriel Paulista. El central brasileño del Valencia le dio una patada a su compatriota. Explotó el Bernabéu, saltó Vinícius a por Paulista. El árbitro expulsó al jugador del Valencia.

Fue una acción fea. Una patada brutal sin balón. Puede ser producto de la impotencia y los nervios que acumula el Valencia que ha tenido que volver a coger Voro. El entrenador dijo tras el partido que es producto de la rabia. El partido estaba ya muy encarrilado por la superioridad del Real Madrid. Lo cambió la pegada de Asensio. Es el jugador que desequilibró un partido de mucha exigencia para el Real Madrid. En la persecución al Barcelona tiene la difícil misión de recortar los cinco puntos. Queda toda la segunda vuelta del campeonato. Tiene que fallar menos y el equipo de Xavi está en una buena dinámica.

El partido pasó de una primera parte con un buen trabajo defensivo del Valencia, en la que hubo un gol anulado a Rüdiger, a la reacción del equipo de Ancelotti. El Real Madrid venía de jugar un partido completo contra la Real Sociedad, con buen juego, fluido y a un alto ritmo de principio a fin. Le faltó la definición y sin gol no hay fiesta. El mismo problema persistió en la primera parte contra el Valencia, aunque ya con otro nivel de juego menor. Más parsimonioso, previsible, con menos precisión y sin puntería. Ancelotti salió con Kroos, Modric y Ceballos en el centro del campo. Obligado por la cantidad de partidos, por un calendario exigente, tiene que hacer rotaciones, pero no funcionó. Al Madrid le costó generar fútbol y con el alemán y el croata juntos pierde energía en la presión, recupera menos balones, hay menos vértigo. Ceballos tiene más chispa, trabajo y desequilibrio. El Bernabéu aclamó su compromiso.

El gol anulado por el VAR

Marco Asensio, otro que tiene que entrar en las rotaciones, pudo desatascar muy pronto el partido. Un pase de Modric al espacio le dejó solo ante Mamardashvili. Asensio tuvo demasiado tiempo para pensar, incluso para acomodarse el balón a su pierna buena, pero eligió rematar con la derecha, de primeras y le pegó mal. Buscó colocar el balón en una esquina y el portero lo desvió con una mano. Perdonó Asensio, en el minuto 3, y el Valencia cogió aire. El equipo de Voro salió valiente, con ganas de amenazar, de jugar en el campo del Madrid. Estuvo bien plantado, ordenado para no dejar espacios y agresivo para salir al contraataque. No generó ocasiones de gol, no tuvo trabajo Courtois, pero funcionó la estructura defensiva.

El Real Madrid tuvo más posesión, pero poca claridad y profundidad. Las mejores ocasiones fueron para Asensio. Paulista le desvió otro disparo, ya con la pierna buena, en una dejada de tacón de Benzema. Remató mal otro balón en una acción clara que después fue anulada por fuera de juego de Vinícius. El brasileño tuvo otro disparo flojo a las manos de Mamardashvili. El peligro llegaba por la banda izquierda con Camavinga y Vinícius. Bien sujetados por Foulquier y las ayudas de Castillejo y Musha.

Al Valencia, compacto, muy serio y solidario en los marcajes, le costaba llegar al área de Courtois. En una de sus salidas se produjo la lesión de Militao. El central salió al corte y chocó con Lino. Quedó dolorido y pidió el cambio. Entró Carvajal y Nacho pasó a la posición de central junto a Rüdiger. El equipo de Voro era firme en defensa, tenía maniatado al Real Madrid y en la última jugada de la primera parte llegó la acción de la polémica. Un saque de esquina de Modric que remató de cabeza Rüdiger a gol. En el área cayó Musha en un forcejeo con Benzema. El árbitro, Alberola Rojas, fue al monitor del VAR y decidió anularlo. Es un forcejeo en el que el delantero francés toca en la cara a Musha y lo desequilibra. Los dos se están agarrando. Es una acción de las tantas que hay en las áreas. Unas se pitan y otras no. El criterio es diferente en los árbitros. El partido se fue al descanso con una fuerte pitada del Bernabéu y la tarjeta amarilla a Benzema.

La segunda parte empezó con la bronca de la grada al árbitro. El partido se calentó con el gol anulado. Salió el Madrid volcado, con una marcha más de velocidad en las circulaciones del balón. Un pase de Asensio al área para Benzema lo interceptó Paulista. El Valencia cumplía su plan riguroso en defensa. Buenas vigilancias, ayudas, esfuerzo colectivo y cerrar los espacios en los intentos de ataque del Real Madrid.

El muro lo tiró Marco Asensio. Acertó en lo más difícil con un disparo desde fuera del área, un zurdazo que sorprendió a Mamardashvili. La primera que tuvo el balear en la segunda parte fue para hacer un golazo. Asensio lo celebró dando besos a la grada. El partido lo cambió el zambombazo de Marco Asensio y lo encarriló Vinícius con el segundo gol en una acción de contraataque. Benzema le envió un balón largo y dos brasileños se midieron en velocidad. Vinícius fue más rápido que Paulista. Definió con la derecha. Se desató el equipo de Ancelotti y pronto pudo hacer el tercero en una doble ocasión. Modric se plantó ante Mamardashvili, el portero rechazó el balón, cayó en el croata, pasó a Benzema y su disparo lo desvió Diakhaby. El Bernabéu era ya una fiesta y el Real Madrid quería hacer sangre.

El festival no era completo. Benzema pidió el cambio y se marchó cojeando. Otro lesionado más en un momento crucial de la temporada. Salió Rodrygo. Pudo hacer el tercero en una falta en el último minuto que desvió el portero del Valencia. El partido lo cambió la puntería y la agresividad de Marco Asensio. El balear fue otro tras el descanso. Gol y sacrificio en defensa que le costó una tarjeta amarilla. Lo lamentable fue la agresión de Gabriel Paulista. El partido acabó con el Bernabeu cantando 'Ceballos, quédate'.