La razón de la gran resistencia del Real Madrid con dos canteranos que están infravalorados

Lo normal es que el Real Madrid no hubiera llegado a la prórroga en el Etihad Stadium. El asedio del Manchester City metió al equipo de Ancelotti atrás, por muchos momentos empotrados en el área de Lunin, achicando balones y sin salir de su propio campo. La resistencia le llevó a los penaltis y en esta lotería del juego influye la personalidad y la calidad de los que lanzan y los porteros, además de haber hecho un trabajo de estudio del rival. Se impuso el Real Madrid.

Los análisis más extendidos se refieren a una fortuna que se alió de su lado y a lo inexplicable de una clasificación que no mereció. La resistencia del Real Madrid no es flor de un día en Manchester. Es la dinámica de un equipo que esta temporada se ha sobrepuesto a numerosas bajas de jugadores fundamentales y consigue levantarse cuando parece estar en la lona. Sirve de ejemplo de Fede Valverde en el empate a tres contra el City en el Bernabéu. Del Madrid se puede decir que en Manchester estuvo rematadamente mal en ataque y excelente en defensa.

La regularidad del Real Madrid está, precisamente, en su rebeldía y aguante. La razón es la positiva respuesta que dan los jugadores suplentes. Tiene un banquillo que mantiene el nivel competitivo en una temporada muy dura por el castigo de las lesiones. Se ha sobrepuesto a las ausencias de Courtois, Militao y David Alaba. Tres piezas básicas en la defensa. A la de Vinícius, con dos lesiones, y también a la ausencia de Bellingham y su bajón por problemas en el hombro y el tobillo.

Desde Lunin en la portería, con el rol de suplente de Kepa, hasta Joselu, Brahim Díaz y Modric, un veterano y Balón de Oro en el papel de revulsivo, contribuyen a que el equipo no se desplome. Rüdiger empezó la temporada como tercer central, Nacho como el cuarto y Lucas Vázquez como el recambio de Carvajal y con la función de multiusos. Los tres resultaron determinantes en la tanda de penaltis contra el Manchester City.

Lucas Vázquez, Nacho y Rüdiger, por este orden, fueron los tres últimos encargados en ejecutar los penaltis. Cogieron la responsabilidad en el partido más importante del Real Madrid en lo que lleva de temporada. El foco se lo llevó Rüdiger, por ser el último y porque lleva muchos meses convertido en un líder del equipo. Al igual que Lunin, asentado en la portería desde hace tiempo, decisivo en el partido de ida de los octavos de final contra el Leipzig y un muro en el Etihad Stadium.

El compromiso de Nacho y Lucas

Nacho y Lucas Vázquez son dos casos de suplentes especiales por tener que demostrar más que otros compañeros y, por supuesto, por ser canteranos. Se suele comparar la cantidad de futbolistas que salen de La Masía y llegan al primer equipo del Barcelona. El fenómeno Cubarsí es el último ejemplo de una apuesta de Xavi por los jugadores de la casa.

En el Real Madrid, el canterano por excelencia es Carvajal. Titular indiscutible en su equipo y en la Selección española. En la final contra el Manchester City, en Inglaterra, Ancelotti tuvo que recurrir a Nacho, en el once, y a Lucas Vázquez, como recambio de un fundido Vinícius.

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Nacho se quedó fuera del once en el partido del Bernabéu, relegado al banquillo, en detrimento de Tchouaméni. El francés jugó de central y en el primer minuto del partido hizo una entrada temeraria a Grealish que acabó en el gol de Bernardo Silva de falta. El partido de Nacho en el Etihad Stadium tenía más dificultad y su respuesta estuvo a la altura de los mejores marcadores del mundo.

Pep Guardiola decidió buscar soluciones al atasco que tiene Haaland con el marcaje de Rüdiger. Movió al noruego para que se posicionara más cerca de Nacho. Haaland no pudo con el capitán del Real Madrid. Nacho ganó la mayoría de disputas y duelos por arriba y por abajo, por anticipación, velocidad y agresividad. Hay una jugada en la segunda parte en la que Lunin se queda a media salida y Nacho llega para sacar el balón debajo de la portería ante el acoso de Haaland.

El otro canterano es Lucas Vázquez. Salió en el minuto 102 en sustitución de Vinícius, fatigado, para ayudar a un reventado Carvajal que se batía con el explosivo Doku. La actitud y el despliegue físico de Lucas Vázquez es algo con lo que se cuenta porque es un futbolista comprometido y sacrificado. Lo que no se puede dejar pasar es el liderazgo que tuvo en los penaltis. Desde dar la charla motivacional al grupo en el corrillo, pedir un lanzamiento y transmitirle a Lunin, a solas, confianza y tranquilidad.

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Lucas Vázquez no es un futbolista que entre por los ojos por ser elegante y diferencial con el balón. Es un currante que suma en trabajo, experiencia y en diferentes demarcaciones, como lateral y extremo. Esta temporada marcó el gol del triunfo contra el Alavés en Vitoria, en el descuento, con un cabezazo tras un saque de esquina. Ha tenido partidos a un alto nivel, como en Getafe y otros en los que ha podido dar un respiro a Carvajal.

Una de las cosas que quedaron claras en Mánchester es que Nacho y Lucas Vázquez no se borran y están más infravalorados que reconocidos por su rendimiento. Están para hacer equipo y no es la primera vez que tienen que jugar partidos decisivos, en circunstancias difíciles. Y los saldan con buena nota.