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El desprecio a Nacho: un tiro por la culata en el Real Madrid por la chapuza de Tchouaméni
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el capitán, señalado sin jugar

El desprecio a Nacho: un tiro por la culata en el Real Madrid por la chapuza de Tchouaméni

El disparate de hacer jugar a Tchouaméni de central ante el campeón de Europa en el Bernabéu le sale caro al Real Madrid y sirve para abrirle las puertas de salida a Nacho

Foto: Nacho en el partido contra el Leipzig en el Bernabéu. (AFP7)
Nacho en el partido contra el Leipzig en el Bernabéu. (AFP7)

El Real Madrid pagó el despropósito de jugar con Tchouaméni en la defensa contra el Manchester City en el Bernabéu. Es un disparate apostar por un futbolista que no tiene el oficio de central en una posición de máxima seguridad, en la que hay ser muy cuidadoso y conlleva demasiados riesgos. Es un experimento desfigurado, se mire por donde se mire, cargado de un mal cálculo de osadía que no se sostiene cuando enfrente está el campeón de Europa. Impropio de un entrenador experimentado que tiene contradicciones. Ancelotti habla del valor de los defensas pesimistas, que no se confían y miden todas sus acciones, y con Tchouaméni paga la inmadurez de un pivote modificado a central.

El invento se vino abajo en el primer minuto con una entrada desmedida y precipitada del francés a Grealish que le costó una tarjeta amarilla (suspendido para el partido en el Etihad) y el gol de falta de Bernardo Silva en un error imperdonable de Lunin. La seguridad que tenía Ancelotti en Tchouaméni dejó en evidencia una decisión que es un disparate y que no hay por donde cogerla. El francés es un parche de central, no un especialista que se maneje en esta zona del campo y al que se le pueda reconvertir por pensar que le va a dar buena salida al balón desde atrás. Una chapuza que sirve para despedirse del capitán.

De esto va a ser difícil que se recupere Nacho. El que lo quiera ver como la mejor decisión posible para contrarrestar el juego aéreo del Manchester City se ha dado cuenta de que el peligro venía por abajo. El problema, si se valora a Nacho, está en que le han enseñado la puerta de salida del Real Madrid. Ha pasado de ser el que nunca falla al que nunca protesta. No va a poner mala cara ni le veremos quejarse a un canterano que lleva toda la vida en el club, pero tiene motivos para sentirse despreciado.

Lo de Tchouaméni de central contra el Manchester City es un tiro por la culata que se ha pegado el Real Madrid. Nacho no ha tenido su mejor temporada, pero es absurdo prescindir de un central veterano y curtido en este tipo de partidos que aporta más que un joven que juega fuera de su sitio.

placeholder Tchouaméni hace falta a Grealish en el inicio del partido contra el Manchester City. (EFE Juanjo Martín)
Tchouaméni hace falta a Grealish en el inicio del partido contra el Manchester City. (EFE Juanjo Martín)

En el seguimiento que hicieron en Real Madrid TV de la salida del equipo de la residencia de la Ciudad Deportiva y la entrada al estadio, se vio cómo Nacho había encajado la decisión de quedarse fuera del once. No tenía un gesto de concentración. Era una mezcla de abatimiento y una mirada perdida, de reflexión en cómo tiene que ser su salida y cuál es su mejor destino.

Un palo para el capitán

Ancelotti le ha dado un golpe inesperado, aunque el entrenador viniera avisando con sus alineaciones en partidos de la Liga, donde antepuso a Tchouaméni para jugar en Mestalla contra el Valencia y en El Sadar ante Osasuna. El italiano ha pasado de Nacho a Tchouaméni como hizo de Kepa a Lunin. Una competencia que no tiene nada que ver. Uno es central y otro pivote. Ha repetido la gestión de la portería con la rotación de comprobar quién es el mejor acompañante para Rüdiger. Ganó el francés, el jugador que era considerado como un recurso de emergencia para la defensa cuando se lesionó David Alaba y el club se negó a fichar a un defensa en el mercado de invierno.

Foto: Casemiro pide disculpas a la afición del Manchester United. (EFE EPA ASH ALLEN)

Ancelotti es un hombre de club, agradecido a Florentino Pérez por traerle de vuelta y haberle renovado de manera sorprendente al final del año pasado. Tiene que seguir la hoja de ruta, los planes para que los jóvenes fichajes tengan más peso en el equipo y se acostumbren a los partidos importantes. Nacho estaba señalado. Con Tchouaméni se comete el error de considerarlo un jugador que, por su físico y técnica, puede ser solvente de central en un partido de la envergadura del Manchester City. Solo podía jugar en esta posición. Camavinga ofrece mejor rendimiento como mediocentro.

En el partido en Manchester, dentro de una semana, Nacho tiene opciones con la sanción de Tchouaméni. Pero lo que le pide a Ancelotti es meter a Eder Militao cuanto antes en el once, a pesar de que no tenga ritmo competitivo y existan riesgos. Esto o que Nacho salga y se convierta, de nuevo, en el jugador con la etiqueta del que siempre cumple.

El Real Madrid pagó el despropósito de jugar con Tchouaméni en la defensa contra el Manchester City en el Bernabéu. Es un disparate apostar por un futbolista que no tiene el oficio de central en una posición de máxima seguridad, en la que hay ser muy cuidadoso y conlleva demasiados riesgos. Es un experimento desfigurado, se mire por donde se mire, cargado de un mal cálculo de osadía que no se sostiene cuando enfrente está el campeón de Europa. Impropio de un entrenador experimentado que tiene contradicciones. Ancelotti habla del valor de los defensas pesimistas, que no se confían y miden todas sus acciones, y con Tchouaméni paga la inmadurez de un pivote modificado a central.

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