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Qué cuerpo extraño se ha metido en Nacho para ser un lastre en la defensa del Real Madrid
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despistado y blando

Qué cuerpo extraño se ha metido en Nacho para ser un lastre en la defensa del Real Madrid

Nacho sale mal parado del derbi con el gol de cabeza de Llorente. El capitán, único central sano, defendió el balón con la mirada. Prolonga su mala racha de errores en la temporada

Foto: Nacho disputa un balón con Correa en el derbi. (AFP7)
Nacho disputa un balón con Correa en el derbi. (AFP7)

El Real Madrid compareció en el derbi con Carvajal de central de emergencia y Nacho como capitán general en la defensa. El primero fue un soldado y el segundo hizo agua. A Carvajal no se le puede exigir más de lo que dio ni se le puede reprochar nada en el gol de Marcos Llorente. Ese balón es de Nacho, que lo debería haber atacado o haber incomodado el remate, y lo que hizo fue seguirlo con la mirada. Otra cantada del capitán que le convierte en un lastre y hace mala la planificación. El club confió en que no hacía falta fichar un central ni en agosto, con la lesión de Militao, ni en enero, con la de Alaba. Lo paga en el derbi con las bajas de Rüdiger, Tchouaméni y un mal Nacho.

El dolor que tienen en el Real Madrid es ver cómo Nacho sigue extraviado. La diferencia entre un central enchufado, que va con todo y no concede nada, es la acción de Rüdiger contra el Getafe y la de Nacho en el gol de Marcos Llorente. Rüdiger se jugó la pierna para ir a un choque y evitar una incursión de Greenwood, y a Nacho se le ve superado en los duelos. Despistado en los marcajes, ausente de jerarquía y liderazgo. Un central tiene que ser poderoso y dominante. Nacho es un coladero. Sin Rüdiger, quedó expuesto y salieron a relucir todos los puntos débiles de un defensa irreconocible.

Nacho está en una dinámica horrorosa y peligrosa, pero Ancelotti está atado de manos con un jugador de pobre rendimiento. No tiene un jugador para dejarle en el banquillo, y el daño que le está haciendo al equipo es llamativo. El derbi era el partido propicio para que se impusiera la versión del Nacho poderoso y salvador. No estuvo a la altura del compromiso, la exigencia y la atención que demostraron sus compañeros.

Carvajal, fuera de su sitio, le puso el coraje de ir a por los balones divididos y compensó la escasez de centímetros con la velocidad en sus movimientos. El gol de Llorente le coge más lejos que a Nacho. No se le puede criticar nada a un lateral que hace de central en un partido de supervivencia. Hay que poner el foco en las distracciones de Nacho y su falta de tensión, agresividad y contundencia en un partido en el que estaba claro que el Atleti buscaría hacer daño con el juego aéreo.

placeholder Nacho se lleva las manos a los ojos tras el gol de Llorente. (EFE/Juanjo Martín)
Nacho se lleva las manos a los ojos tras el gol de Llorente. (EFE/Juanjo Martín)

Nacho ha pasado de ser un defensa fiable a un coladero y, aunque duela en el club y le cueste a admitir públicamente a Ancelotti, el mal momento se prolonga en el tiempo. Del derbi sale perjudicado. Era un partido para sufrir con la baja de Rüdiger, que tiene algo más que un golpe en el muslo porque no entró ni en la convocatoria, y Nacho no se hizo gigante.

Pierde la sobriedad

El gol de Marcos Llorente es otra mancha en su nefasta temporada, que se une a las expulsiones contra el Girona y el Alavés por ir acelerado y la pasividad en los goles contra la Arandina y Las Palmas. Algo pasa con un defensa veterano que no se caracteriza por su brillantez, pero del que sí se tiene la certeza de que con oficio y sobriedad es capaz de leer los partidos en defensa.

Foto: Joan Gaspart, expresidente del Barcelona, en una conferencia. (EFE/Mariscal)

De los cuatro de la defensa contra el Atleti, fue el peor. De él se esperaba que cogiera la responsabilidad en un partido clave para darle un bocado a la Liga. Lunin tuvo acciones destacadas achicando con sus salidas. Una de ellas decisiva en un remate de tacón de Griezmann en la segunda parte. Lucas Vázquez se dio una paliza subiendo y bajando la banda, ganando duelos, concentrado e intenso. Mendy, en ocasiones acelerado, cerró su banda. Y Carvajal bregó. Pero Nacho ni siquiera llegó a incomodar el cabezazo de Savic en el gol anulado.

Ancelotti le va a proteger, no tiene otra opción que seguir contando y confiando en que el capitán se entone y salga de un bache alarmante en los próximos partidos. El sábado tiene otro toro contra el Girona en el Bernabéu, en un partido clave por el liderato. Lo raro es que, como capitán, tampoco hable tras el empate en el derbi.

El Real Madrid compareció en el derbi con Carvajal de central de emergencia y Nacho como capitán general en la defensa. El primero fue un soldado y el segundo hizo agua. A Carvajal no se le puede exigir más de lo que dio ni se le puede reprochar nada en el gol de Marcos Llorente. Ese balón es de Nacho, que lo debería haber atacado o haber incomodado el remate, y lo que hizo fue seguirlo con la mirada. Otra cantada del capitán que le convierte en un lastre y hace mala la planificación. El club confió en que no hacía falta fichar un central ni en agosto, con la lesión de Militao, ni en enero, con la de Alaba. Lo paga en el derbi con las bajas de Rüdiger, Tchouaméni y un mal Nacho.

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